9.

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Al ser informada de que ya estaban haciendo el procedimiento para obtener el respaldo de el dispositivo comenzó a acariciar el rostro de Jace y él acarició su pierna libre de tela.

—Hay muchas personas—susurró en su oído de forma incitadora. Él la miró y sonrió.

—Vamos—la tomó de la mano y la ayudó a levantarse, la tomó de la cintura y con dos guardias detrás de ellos caminaron por unos pasillos hasta entrar en una habitación espaciosa y muy linda, tenía una gran ventana que daba la vista de una nocturna Ámsterdam. Afuera de la habitación estaban los guardias.

—Que hermosa vista—se acercó a la ventana. Jace se acercó a ella y la abrazó por la espalda. Extrañamente a ella le gustaba que le tomaran de la cintura. María pudo sentir el crecimiento que se producía en la zona sensible del hombre. Él comenzó a besarle el cuello lentamente. Ella se giró y lo tumbó en la cama y se puso sobre su regazo acercando su boca a la de él tentandolo a besarle.

—Es extraño que DeLuca no haya hecho su aparición—mencionó John mientras tecleaba unas cosas en la computadora.

Jace besó a María, y por un momento se sintió asqueada pero le siguió el juego. Ella se apartó de él bajó la confundida mirada de él. Se levantó y puso la pierna libre de tela a su lado, Jace la acarició y besó mientras iba subiendo, notó encaje en la parte de su muslo y su mirada se volvió más lujoriosa. María miraba la escena algo divertida pues él no sabía lo que encontraría. Lourdes deslizó su mano por el encaje y sintió algo extraño, lo bajó un poco y notó lo que había pero antes de poder reaccionar María lo tumbó en la cama con fuerza montándose encima de él y sacando la pistola que tenía en el encaje le apuntó en la cabeza.

—¿Donde está el dispositivo?—exigió saber mientras él la miraba algo impresionado.

—¿Para quién trabajas?—formuló mientras la miraba.

—El dispositivo Lourdes—acercó más la pistola a él y lo miró sin ningún sentimiento en su rostro.—no lo volveré a repetir—amenazó.

...

—¿Cómo vas?—preguntó Ice mientras hackeaba las cámaras de seguridad.

—Ya casi—respondió conectando un pendrive en la máquina.—hay que tener prisa, si llegan a venir más guardias o...—fue interrumpido.

—DeLuca—dijo viéndolo en la cámara de seguridad. Estaba con varios hombres de traje—esta aquí, date prisa—comenzó a revisar las grabaciones de ellos derribando a los guardias, manipuló y eliminó la parte de los golpes y dejó estática la de los dos hombres en sus puestos. John estaba terminando de descifrar unos códigos.

—Éstos asesores no son muy listos, ya casi lo tengo—comentó tecleando.

—Stark ya estamos terminando—dijo presionando el botón de su oído y levantándose de la silla.

Ya tengo el dispositivo, nos vemos afuera—informó.

María Stark salió de la habitación encontrándose con los dos guardias.

—Se dará una ducha—dijo juguetona mientras se acomodaba el vestido—me dijo que les dijera que no lo molestaran hasta que saliera—les guiñó un ojo y caminó por el pasillo. Había dejado amarrado a la cama a Jace con una camisa en su boca para que no se escucharan los gritos y el dispositivo se encontraba escondido por el encaje que sostenía sus senos. Al llegar a la fiesta buscó con la mirada a los muchachos.

—¿Dónde están?—habló por el comunicador.

Aún en la Zona, danos unos minutos—respondió Ice apresurado a su hermano.

La Hija De StarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora