5.

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CINCO

—Mierda—gruño para mí misma y termino de enjuagar mi cuerpo en la ducha del vestuario. El culo me arde por los golpes y mi piel está impregnada del aroma masculino de Killian. Dejo que el agua caliente se lleve todo, desde el olor a sexo y su perfume, hasta la tensión en mis hombros. Ni siquiera me pongo crema como sería costumbre, sólo seco rápidamente mi cuerpo y me pongo mi ropa. Hago sonar mi cuello y salgo, con mi bolso colgando en mi hombro y mi pelo mojado. Cruzo a Hannah, que me mira con una sonrisa y detrás de ella viene Peter.

—¡Aquí estás! — se acerca y me señala—. Isla, eso ha sido...

—No sigas—murmuro—, no volveré a hacerlo, Peter.

—Pero ha salido fantástico—me mira confundido—. ¿No te has sentido cómoda? ¿Es eso?

—No, Pit. Solo no es lo mío—me saco el pelo de los hombros y pienso que ya debo cortarlo—. Creo que ha sido una buena experiencia y genial, voy a morir sabiendo que me han dominado—él me mira sonriente y creo que quiere reírse.

—No la pasaste mal—se cruza de brazos y me acusa, burlándose—, ese orgasmo no fue fingido. No me mientas.

—Cierra la boca—afianzo el agarre en mi bolso y resoplo—. Debo irme.

—Oye, ahora fuera de chistes—pone una mano en mi hombro—. Estuviste bien. Gracias por darle una oportunidad a esto.

—Supongo que no tendré que matarte todavía.

Me sonríe.

—He leído el contrato, el que Killian te ha mostrado.

—¿Qué dice? —lo miro con el ceño fruncido y espero.

—Quiere hacer una sección en su página, contigo.

La saliva se me atasca en la garganta.

—¿Le has dicho que no, cierto? — lo observo asustada—. ¿Tiene una fijación conmigo o qué?

—Tú no has visto lo que hemos visto en el cuarto de producción, Isla—me sonríe brevemente—. ¿No sentías la química entre ustedes?

—Sólo fue una escena, Peter. Es mi trabajo que parezca que quien folle conmigo frente a una cámara y yo demos esa imagen.

—No parecía actuado—insiste.

—Mira. He hecho lo que me pediste, sobrepasé mis límites y no pienso seguir empujándome a ese abismo de látigos y esposas—lo corto.

—Él quiere seguir grabando contigo.

Bufo.

—¡Dile que no! Para algo eres el jefe, joder—él me mira serio—. ¿Qué pasa?

—Te aumentaré el sueldo, al doble—dice.

—No, Peter. Esto no es sobre dinero, es sobre mi integridad física—lo señalo—. Además de que me has dejado sola cuando te he pedido que te quedes ahí. No lo conocemos—despotrico—, no sabemos cómo se maneja y me dejaste sola.

—Estaba viendo todo por las cámaras y sólo estaba a metros del cuarto—no le digo nada y él suspira—. ¿Realmente ha sido tan malo?

No, no lo fue, sin embargo, eso no significa que quiera seguir poniéndome a prueba. Mi suerte nunca está de tan buen humor como para tentarla de este modo.

—Ha estado bien, no fue tan malo como creí—murmuro—. Es sólo que sigue fuera de mi zona de...

—¿Pero estarías dispuesta a repetirlo?

¿Lo estoy?

—Déjame pensarlo, Pit—suspiro—. Estoy cansada y realmente quiero llegar a casa.

Fuera del set #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora