Epílogo

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Killian

Es febrero. Hace un año que Isla y yo comenzamos a salir. Un año. ¿Cómo pasa el tiempo, eh?

El padre de Isla me ayuda a acomodar mi corbata, algo que he hecho durante todo mi vida, pero que hoy, parece una acción complicada. Pensé que esto sería un trámite, al sencillo, pero todo mi cuerpo está expectante y nervioso.

—¿Cómo está ella? — le pregunto.

Pablo, su padre, me sonríe.

—bien.

Tyron entra en la habitación extra, ya que Isla está en la nuestra, y me sonríe luego de saludar a mi suegro.

—Estás pálido— me dice.

Pasaron poco más de dos meses desde que Isla y yo nos propusimos casamiento, cada uno a su manera. Ella borracha y de manera espontánea, como es ella y yo luego de meses y meses de una planificación que tiré por la borda.

—estoy nervioso— le digo— muy nervioso.

—sólo vas a casarte con el amor de tu vida, relájate— mi amigo me da unas palmaditas en el hombro y me alisa una arruga de la camisa.

Tyron no me ayuda. El hijo de puta y mi suegro, mientras se ríen y me dejan solo. Entonces, yo miro mi reflejo en el espejo.

—es Isla— me digo a mí mismo— solo es Isla.

Sólo es Isla y por eso, estoy tan nervioso. Tres meses, solo tres meses desde que puse un anillo en su dedo y vamos a casarnos. Ni siquiera sé cómo es que organizamos esto, entre la universidad, las grabaciones, Navidad y todo.

Isla es la única buena decisión en mi vida, Isla es... mi isla y yo soy un náufrago perdido. Isla es tierra firme después de una tormenta, luego de meses perdido en un océano infinito. Isla es mi garantía de que todo saldrá bien. Desde muy pequeño, aprendí que los cuentos de hadas no existe, no hay amores perfectos, ni personas completamente buenas, pero Isla logra ser todo eso en mi vida.

Viendo por última vez mi reflejo, salgo del cuarto en el que me he estado preparando. Isla está en el pasillo de enfrente y aunque quisiera cruzar, besarla y verla, me contengo y bajo las escaleras. Gokú se está paseando por todos lados y no veo al alien por ningún lado.

El hermano de Isla y su madre me abrazan al verme. Él incluso me presenta a su novia, Mia. Isla me habló sobre ella en varias ocaciones, pero no la conocíamos. Amelia, la madre de Isla, me abraza con fuerza. A pesar de todos los idas y vueltas que tuvo con mi novia, ella siempre apoyó nuestra relación.

—estás muy guapo.

No puedo evitar sentir mi estómago revuelto, pensando en cómo sería todo si yo tuviera una familia. Sasha posiblemente hubiera ayudado a Isla a elegir su vestido, junto con Kendra y Sandra. Me encantaría tener a mi hermana aquí, retandome por tener la corbata desacomodada o diciendo alguna tontería para tranquilizarme.

—¿Ya estás listo, muchacho?—el padre de Isla me pone una mano sobre el hombro, aunque es un poco más bajo que yo.

—estoy nervioso— vuelvo a decir.

—no debes estarlo, solo es una ceremonia, Killian— él me sonríe, intenta alentarme —solo es Isla.

Y justamente por eso es que estoy así. Es Isla, no cualquier persona. Es Isla, la que sabe toda mi historia y aún así está conmigo, Isla la que me incluyó en su familia sin siquiera dudarlo y la misma mujer que me propuso matrimonio en la madrugada, cuando ambos estábamos desnudos y expuestos en la cama.

Así que si, no es solo una ceremonia.

—creo que quiero vomitar.

—me alegra mucho que seas parte de nuestra familia, grandulón—él me da unas palmaditas en el brazo—ahora, ve a tu lugar, iré a buscar a Isla... si es que no se desmayó.

Fuera del set #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora