Fuera del set #1

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El fin de semana llega más rápido de lo que quiero y estamos hasta último momento haciendo las compras necesarias para cuando lleguen Tyron y Sandra y luego, mis padres con Charles.

—no estés nerviosa.

—es lo menos indicado para decirle a una persona nerviosa, Liam— le digo a mi amigo, mientras salimos de la última clase de la semana. Ya estamos por entrar en vacaciones por navidad y hasta febrero, no vamos a cursar de nuevo.

—lo siento, pero deberías estar más tranquila— él me aprieta el hombro— tus padres ya lo conocen, no entiendo por qué te presionas tanto.

—no es por Killian — suspiro — van a conocer a Gokú y al alien.

—¿Sigues diciéndole alien?

—trato de no decirle así frente a Killian— pongo los ojos en blanco— pero sigo creyendo que es un alien.

—en serio te lo digo, Isla, relájate. ¿Qué puede salir mal?

—¿Y si Bukowski araña a mi madre?

—por Dios, sí que eres fatalista, cálmate — Liam se ríe de mí y me detengo, ya fuera de la universidad y lo apunto con un dedo— ¿Qué ocurre?

—tú nunca, jamás me dices nada sobre tu vida amorosa— le digo— y quiero saber por qué.

—porque mi vida amorosa es extremadamente aburrida, comparándola con la tuya — me dice— estoy saliendo con alguien, hace unos meses. Te conté eso.

—¿Cómo se llama ella?

—Samantha— él sonríe como un idiota— trabaja con mi hermana, en la policía.

—¿Así que tienes una novia que puede esposarte a la cama? — me burlo de él, viendo que se sonroja— tranquilo, Liam, parece que vas a morirte.

—Isla...

—solo bromeaba, tú también puedes esposarla a ella a la cama— sigo— pero en serio, me encantaría poder conocerla.

—podríamos salir a tomar algo alguna vez, tú, Killian, Samantha y yo.

—sí, eso sería genial — abrazo a mi amigo cuando veo el auto de mi novio estacionado frente a la universidad— nos vemos pronto.

—no olvides relajarte.

—eres de mucha ayuda, Liam— él se ríe— ya lo estaba olvidando.

—luego cuéntame como te fue— me dice— cuídate, Isla.

—tu también, Liam.

Casi voy corriendo al auto donde está Killian y él me sonríe.

—¿Cómo te fue?

—bien— me inclino a través del asiento y lo beso— bastante bien— escucho un ladrido y me percato de que Gokú está en los asientos de atrás— hola, mi vida— acaricio al cachorro, que está enorme, a pesar de tener siete meses y Killian comienza a manejar hasta la casa— ¿Dejaste al alien solo?

—si — Killian no dice nada por como llamé al gato— ya terminé de hacer las compras, mientras estabas cursando.

—¿Conseguiste todo?

—ajá, ya está todo listo.

—¿También conseguiste las pinturas?

—ya está todo, Isla— repite— ¿Estás nerviosa o es mi imaginación?

—no sé si son nervios o ansiedad.

—solo son tus padres.

—mis padres, el perro, el gato, tus amigos... son varias cosas— digo, mientras miro el nuevo barrio en el que estamos por la ventana del auto.