Fuera del set #1

25.

Capítulo con escenas de violencia sexual. Si sufriste abusos o violencia sexual, te recomiendo no leerlo o leerlo con alguien. 

0800-222-1717 es el número para denunciar abuso sexual infantil en Argentina, si sabes de algún chico que sufre o sufrió abusos, llama a este número o al 911.

VEINTICINCO

Killian

La miro.

Isla tiene preocupación en sus ojos. Su mano y la mía están agarradas y no puedo evitar temer que ella note que tiembla, que sudo. ¿Se da cuenta de eso? ¿Nota mi ansiedad? Tampoco es que ella luzca muy tranquila. Sé que algo le pasa, pero no puedo descifrarlo, todavía. Quizás luego de confesarle toda la mierda podamos entendernos mejor. Al menos, eso espero.

La máscara construida durante tantos años, se desmorona con ella. Isla siempre parece ser una mujer transparente, al menos conmigo. Siempre es directa, siempre dice todo. Incuso lo que no quiero escuchar.

—Llegué al orfanato cuando tenía doce años— empiezo, porque creo que es la parte menos sencilla—. Antes de eso yo... tenía una familia. Una madre, un padre y una hermana—tengo que parpadear para sacar de mi cabeza la imagen de Sasha tirada en el suelo, porque siempre que hablo sobre esto, ese instante se proyecta en mi mente—. Mis padres no eran precisamente... buenos. No eran para nada padres amorosos o bondadosos. Eran unos hijos de puta.

Tengo que detenerme. Tengo que frenar. Isla no puede saber toda la mierda de la que vengo. Cuando se entere, me dejará. No quiero que Isla se vaya de mi vida. La mayoría de las personas odian a quienes estamos sucios y rotos y yo tengo grietas irreparables y mugre que jamás podré quitarme de encima. Llevo las manos manchadas de sangre y el cuerpo flagelado por el pasado, un pasado que jamás me abandonará.

—Está bien—Isla presiona mi mano—, no tienes que decir nada, si no quieres.

—Mis padres pertenecían a una especie de secta—digo finalmente—, que incluso salió en la televisión en los años noventa cuando la desmantelaron—logro decir—. Se llamaban a sí mismos "La familia", y mis padres tenían el cerebro prácticamente lavado. Ellos hacían todo lo que ... lo que el líder, el hijo de puta ese les decía. Mi hermana... Sasha, tenía quince años en ese momento y yo doce—Isla me mira atenta mientras continúo—: Cuando Sasha cumplió quince, ellos tenían algo así como un... rito de iniciación, que consistía en violarla. La vistieron de blanco, la ataron y todos los... hombres de La familia, todos esos hijos de puta la tocaron y violaron. Yo estaba ahí. Debíamos a acompañar a nuestros padres, ¿Sabes? Sasha y yo no estábamos de acuerdo con nada de eso, ella incluso tuvo una discusión muy fuerte e intentó ir a la policía pero mis padres... la iniciaron. Para todos ellos, Sasha debía ser... ser violada por cada uno de ellos para estar lista para casarse y mis padres estuvieron de acuerdo, porque su líder se los dijo. Eran unos enfermos—siento mis manos cerrarse en puños.

》 Yo estaba ahí. Mis padres también. Mi padre fue uno de ellos, en realidad. Mi madre me tenía agarrado del brazo y no me dejaba ir a sacar a Sasha de ahí. Yo... no sé qué podría hacer contra más de treinta hombres. Era un niño, pero escuchaba los gritos de mi hermana y quería ir, acercarme, sacarla de eso... No... no pude.