SEIS
Veo a mi profesor de Filosofía explicar algo sobre Platón y el pensamiento antiguo, pero tengo mi cabeza tan perdida, que sólo salgo de mi ensoñación cuando veo que el tipo se acerca a mi escritorio y aplaude frente a mí. Me sobresalto por el sonido, antes de que me hable.
—Estoy hablándole hace cinco minutos, señorita Simone. Si tiene algo más interesante que hacer, salga de mi clase.
—No volverá a ocurrir, lo siento —mis mejillas se tiñen de rojo y él se aleja.
—Para la próxima clase quiero que haga un informe de tres carillas sobre la relación entre el mito de la caverna y la dominación social.
Hijo de puta. ¿Me da trabajo extra sólo por perderme un poco de su clase? Ni que fuera interesante. Ese tipo me odia. No es la primera vez que lo hace y esta vez no lo dejaré pasar. Ya me dio tareas extras hace un par de semanas, solo porque llegué unos minutos tarde.
—No es justo, ni siquiera...
—Cállese o la echaré de la clase — no me da lugar a réplica y sigue con la clase.
Lo miro con enojo y me muerdo la lengua. Bien, esperaré a que termine la jornada.
—¿Quieres mis notas? — el mismo chico del otro día, de cabello castaño y sonrisa agradable, se inclina, ya que su asiento y el mío están arrimados. Niego, todavía con la mente en la tontería que ha decidido el profesor y él me da una mueca antes de volver a prestar atención a la clase.
Yo intento hacer lo mismo.
—Platón intentaba mostrar que hay dos realidades— sigue diciendo Gabriel Emerst—. Anote eso, señorita Simone, que tendrá que ponerlo en su trabajo.
Cuando todos mis compañeros salen, hago tiempo guardando lentamente mis cosas y cuando no ha quedado nadie, me acerco a su escritorio. Él está de espaldas a mí.
—Profesor Emerst.
Estoy a un metro de él, cuando se gira y me mira. Tendrá unos treinta y pocos, en traje. Todo un idiota arrogante.
—Señorita Simone, ¿En qué puedo ayudarla? —se apoya contra el escritorio y yo lo observo. Tiene una sonrisa asquerosa de suficiencia en el rostro y algo me dice que debería irme de aquí, que corro peligro estando sola con él, pero lo ignoro y hablo.
—La tarea extra que me ha mandado es totalmente injustificada.
—¿Eso cree? —se separa del escritorio y da un paso en mi dirección. Una sensación extraña se instala en mi cuerpo—, ¿Y qué piensa hacer al respecto?
—No es justo, sólo estaba un poco distraída—me excuso—. Tengo uno de los mejores promedios y que haga esto es algo desconsiderado.
—¿En serio? —su cuerpo está cada vez más cerca del mío y me siento enferma—. Entonces podemos arreglar las cosas de otra forma, señorita Simone.
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Fuera del set #1
ChickLitBajo el seudónimo de Penny, Isla Simone hace sus videos. Ella es una actriz porno que trabaja para una de las página más conocidas de la industria. Su trabajo le permite costear sus estudio y mantenerse, y realmente no es tan desagradable como parec...