SOLO ES UNA PESADILLA〰Creepypastas y tú〰

Capítulo 23

Pasó un tiempo que para mí era eterno, estuve buscando por toda la habitación algún objeto afilado pero no había nada.

Estaba completamente vacío.

Empecé a escuchar unas pisadas, alguien se acercaba al lugar en el que me encontraba. Pude ver la sombra de esa persona que se paró delante de la puerta.

Se escuchó el sonido de las llaves chocar, acto seguido sonó la cerradura abrirse.

Yo permanecí sentada en el suelo, estaba en alerta a todo movimiento que pasaría después.

La puerta rechinó al abrirse y de ella pude ver la silueta de un humano, llevaba unas botas, pantalón y sudadera negra. Tenía la capucha sobre su cabeza, tapando su pelo, su cara permaneció oscura ya que estaba a contraluz.

La silueta empezó a dar pasos acercándose a mí, yo me levanté del suelo y di un paso hacia atrás.

La puerta fue cerrada por alguien más que se encontraba fuera del cuarto.
Otra vez, todo estaba oscuro.

Escuché los pasos de esa persona que estaba dentro del cuarto, caminaba lentamente hasta que paró en seco.

De repente una intensa luz apareció en mi cara que me cegó los ojos.

La luz provenía de una linterna que tenía en su mano, la luz se movió mostrando su cara.

Tenía una máscara roja para tapar su identidad.

-¿Quién eres?... ¿Por qué me has secuestrado?-dije alzando mi voz-.

-X1: Me puedes llamar Arioc-su voz era gruesa, más que la de Zalgo- Soy el mismísimo demonio de la venganza.

-¿Qué quieres de mí?

-Arioc: Tu alma...

Su voz demoníaca resonó por toda la habitación, hizo que los pelos se me pongan de punta por el miedo que me había transmitido.

-Si eso es lo que quieres... ¡Hazlo!

-Arioc: -ríe formando un eco por toda la habitación- No será así de fácil, primero sufrirás y luego morirás...

Arioc retrocedió lentamente, abrió la puerta y la volvió a cerrar con llave.

Me arrimé a la puerta, puse mi oreja en ella y escuché las voces del otro lado.

-Arioc: Ya he conocido a mi próxima víctima, podéis empezar cuando queráis.

-X1: Gracias por su ayuda- la voz era la misma que la del que conducía el coche-.

-Arioc: No me des las gracias, solo hago mi trabajo.

Pasaron unos minutos, no había nadie al otro lado o eso pensaba yo.

Se escucharon unos pasos acercarse, iban rápido como si de una carrera se tratase.

Alguien golpeó la puerta, me sobresalté ya que no me esperaba que pasase eso.

Se oía como la manilla se movía desesperadamente, volví a escuchar el mismo golpe de antes. Esta vez la puerta se abrió de golpe, vi la silueta de un chico que se acercó rápidamente.

-X1: Eh, ¿estás bien?-su voz me sonaba y sabía que no era de los que me habían secuestrado-.

-¿Quién eres?

-X1: Soy Jeff-dice agarrando mi brazo para empezar a caminar-.

Cuando la luz le dió en la cara pude ver los rasgos del mismo chico de la universidad.