SOLO ES UNA PESADILLA〰Creepypastas y tú〰

Capítulo 12

Al día siguiente

Me desperté por el sonido de la alarma, eran las siete y tenía que preprarame para el entrenamiento, que pereza, quisiera seguir durmiendo. Se me hizo un poco difícil despegarme de las sábanas pero al final me tuve que levantar para que no me regañen, me cambié y me cepillé los dientes, hoy decidí ponerme algo deportivo (foto en multimedia).
Bajé a la cocina y me preparé algo para desayunar, eran unas deliciosas tostadas con un colacao caliente.
Al rato bajó Masky con Hoodie y Toby.

-Hola–dije amablemente–.

-Toby: Hola, ¿preparada para el entrenamiento?

-¿Sinceramente? No.

-Masky: Pues prepárate que los golpes son poca cosa, puedes salir con graves heridas.

-¿Cuánto durará el entrenamiento?

-Hoodie: Depende, 1 o 2 horas normalmente pero pueden ser más.

Cuando terminé de desayunar, salí de la cocina y me senté en el sofá a distraerme con el móvil para que pase rápido el tiempo ya que quedaban 30 o 20 minutos. Estaba tan concentrada viendo fotos que no me di cuenta que alguien me estaba hablando, me giré ya que me habían dado un pequeño golpe y vi a Jeff parado a mi derecha.

- ¡¿Porque me golpeas?!

-Jeff: ¡Te estaba hablando y no me hacías caso!–dijo gritando–.

-¡¿Y por qué gritas?!

-Jeff: ¡¿Por qué gritas tuu?!

-¡Porque me da la gana!

-Jeff: ¡Pues valeee!

-Ben: ¡¿Podéis callaros de una puta vez?!–dijo gritando desde las escaleras–.

-¡Callate tuu!

-Jeff: Bueno, ya, que me estoy empezando a estresar.

-Vale, ¿que me estabas diciendo antes?

-Jeff: No me acuerdo... Oye, la otra vez fuiste muy atrevida al enfrentarte con Jane.

-Aa, ya...–en realidad no era yo pero bueno, tendré que finjir tener esa "personalidad" agresiva–.

-Jeff: Bueno yo ya me voy–dijo para después salir de la mansión–.

Miré la hora y quedaban diez minutos para el entrenamiento asi que salí y me dirigí al lugar que me habían indicado, no estaba tan lejos. Al llegar, lo primero que vi fue una construcción en buen estado, entré y vi una mesa con muchos tipos de armas, más adelante había un pasillo ancho que llevaba a distintos pabellones, cada uno tenía su distinta función, había para tiros de armas, para ejercitar el cuerpo, otro supongo que era para enfrentamientos y algunos más que no llegué a mirar.

En uno de esos pabellones estaba Slenderman con los proxys.

-Slenderman: Hola __(TN), ya que has llegado vamos a empezar. Tienes que correr por cinco minutos lo más rápido que puedas, ¿lista?

-Creo que sí... –dije dudando–.

-Slenderman: Pues empieza.

Observé el área y era muy grande comparado al del instituto que iba, los proxys me observaban desde los bancos y Slenderman se puso al lado de ellos. Yo empecé a correr lo más rápido que podía, controlaba mi respiración para no cansarme rápido. Cuando terminé me dieron unos guantes de boxeo y Masky hacía lo que los entrenadores de boxeo hacían. A este punto ya estaba cansada pero todavía podía soportar más. Terminamos con ese ejercicio y ahora tocaba lanzar cuchillos y acertar a los puntos pero ninguno acertaba. Ya pasó 1 hora y media y ya habíamos acabado.

-Slenderman: Mañana a la misma hora, practicarás lo mismo hasta que mejores, después de que alcances a los demás empezaremos con los enfrentamientos.

Yo asentí con la cabeza, estaba sudando la gota gorda y estaba muy agitada, para la próxima traeré una botella de agua.
Volví a la creepyhouse como le llaman algunos y fui directo a ducharme, al salir de la ducha me acordé que no cogí ropa así que me puse una toalla un poco corta ya que no había otra más grande y fui al armario de la habitación pero justo cuando abro la puerta del baño me encuentro con nada más y nada menos que Ben, Jeff y Eyeless Jack.

Jack estaba con la máscara un poco levantada, solo se le podía ver la boca y alcancé a ver como pasaba su lengua por sus labios como si yo fuera comida, Jeff estaba sentado en la cama observando mi cuerpo mientras sonreía y Ben se mordía el labio inferior. Yo me enfade porque no me estaban respetando y les grité.

-¡¿Qué hacéis aquí pedazo de cochinos?! Salid inmediatamente por esa puerta, ¡ahora!–menos mal llevaba toalla porque sino me moriría de la vergüenza–.

-Ben: Tampoco te pongas así que solo estábamos hablando y de la nada sales del baño, no es nuestra culpa que estés buena.

-Que te jodan...Vete de la habitación.

-Ben: ¡Vale vale!–dijo gritando mientras se marchaba y cerraba la puerta–.

Suspiré y me fui al armario para coger la ropa, escogí un vaquero azul con una sudadera gris clara y las converse de siempre.
Luego me fui al salón dónde estaban Ben, Jeff y E. Jack en el sofá, cuando se percataron de mi presencia se me quedaron viendo y cuando yo les miré, apartaron las miradas y empezaban a mirar al techo, al suelo... Yo giré los ojos y pasé de ellos, como no tenía otra cosa que hacer, me senté en un sillón y encendí la televisión que todavía me sigo preguntando cómo puede funcionar si estamos en saber que punto del bosque pero cerca de la ciudad para nada.

No daba ningún canal interesante así que se me ocurrió jugar a algún juego de Ben, me acerqué a una pequeña estantería y cogí cualquiera al azar, lo puse en la play y cogí el mando. Sentía las miradas de los chicos que todavía no habían dicho ni una palabra.

-Bueno que, ¿jugáis o no?

-Ben: ¡Pensaba que no me lo ibas a pedir!–dijo cogiendo un mando–.

-Jeff: Me apunto.

-E. Jack: No tengo otra cosa que hacer así que sí.

Nos pusimos a jugar como si no hubiera pasado nada antes pero al rato me aburrí de jugar así que salí a pasear al bosque.
Caminaba relajada observando la belleza de la naturaleza y escuchando el hermoso canto de las aves pero de repente escucho un sonido extraño de algo yendo muy rápido, el ruido provenía del lado derecho, me giré a ver que pasaba pero luego escuché el mismo sonido detrás mía. Me volví a girar pero no había nada, me pareció demasiado extraño pero recordé que Damon podía ir rápido o eso creo así que me relajé pensando que era él.

-Damon, sé que eres tú. Ya no me asusta ese truco de ir rápido.

Al decir eso no hubo respuesta, todo estaba silencioso, lo único que escuchaba ahora era el rugido del viento.

-Damon deja ya de molestar, sé que eres tú así que sal de dónde sea que estés–dije dándome la vuelta pero me sobresalté al ver a alguien delante mío–.

-X1: ¿Creías que era Damon?–dijo con una sonrisa malvada–.

-Stefan...–dije molesta–.

-Stefan: Exacto –después de decir eso su aspecto cambió, ya no era como la vez que le ví en mi antigua habitación. Ahora su cabello era castaño, sus ojos eran verdes y su tez era más pálida–.

Yo solo le observaba pero al pasar unos segundos sus ojos cambiaron, le salían unas venas pequeñas debajo de ellos, abrió un poco su boca y le empezaron a crecer unos afilados colmillos.

-E-eres un... Vampiro.

-Stefan: Me sorprende lo lista que eres... –dijo con un tono sarcástico para después acercarse a mí a una velocidad increíble–.

Al estar a unos centímetros de mí, me cogió la cabeza moviéndola un poco hacia un lado mostrando mi cuello y se acercó para... Alimentarse de mí.
Yo estaba muy asustada...