▪️__(TN) Collins es una chica como cualquier otra con una vida normal. Todo cambia en un instante y le toca recorrer por los más oscuros secretos hasta por fin descubrir la realidad que la llevará a un destino inesperado.
Una profecía, falsa o real...
Los rayos de luz transpasaban las ventanas y chocaban contra mi rostro.
Abrí mis ojos lentamente, miré al reloj para ver que eran las 11 de la mañana.
Unos minutos después decidí levantarme y fui directamente al baño.
Tomé una ducha fría, no tardé tanto en salir y me puse una toalla enrollada a mi cuerpo.
Cogí mi cepillo y empecé a pasarlo por mi pelo para desenredarlo. Salí del baño y me asusté un poco al ver a Masky. No me esperaba encontrarme a alguien en estos momentos.
-Masky: Pe-perdón. Solo entré a disculparme por como me comporté contigo ayer.
-Tranquilo, pero debería ser yo quién se disculpe. Pues yo fui la que te causó eso...
-Masky: Bueno.. Eh.. Ya me voy para que te cambies.
-Vale, adiós –dije sonriendole–.
Busqué algún conjunto de ropa del armario: sudadera amarilla con letras rojas que decía Honey, un pantalón corto azul y unas converse blancas.
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Salí y caminé hacia la cocina, allí cogí una fruta y una tostada para desayunar.
Al terminar, dejé los platos en el lavavajillas y me di la vuelta. En ese momento salté de un brinco ya que me volví a asustar. Jeff estaba en frente y me miraba extrañamente.
-¿Hola?
-Jeff: Hola... –dijo serio–.
-¿Estás bien?
-Jeff: Si.. Perfectamente–dijo marchándose de ahí–.
Bueno, ignoraré lo que acaba de pasar...
Caminé hacia el salón en donde se encontraban Toby, Masky y Ben.
-Toby: ¡__(TN)! –dijo sonriendo ya que no tenía bozal ni goggles–.
-Hola–dije sonriendo–Sabéis que tengo que borraros la memoria, ¿no?
-Toby: ¿Por?
-A ver, es lógico. Slenderman puede leer mentes además, vosotros dos sois sus proxys.
-Toby: ¡Yo no diré nada!
-Mejor no arriesgarse... –dije alzando una ceja–.
-Ben: __(TN), ¿podemos hablar?–dijo con su típica voz de que lo que diría era importante–.
-... Vale, pero rápido.
-Ben: Vamos fuera.
Ben iba delante y yo le seguí hasta llegar fuera de casa.
-Ben: Lo que pasó la otra vez... Lo he estado pensando y... Vale, sé que soy un idiota y sé que tenías razón en lo que me dijiste... Entonces solo quería que me perdones por ser un gilipollas.
