Capítulo 29

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Caminábamos por el inmenso y verdoso bosque, la humedad acompañaba el hermoso lugar.

Seguíamos a Bonnie que iba cinco pasos más adelante de nosotras, llevábamos un largo tiempo caminando entre arbustos.

La fatiga y la deshidratación recorría mi cuerpo, mis pies estaban adoloridos hasta llegar a un punto de no sentirlos.

-¿Cuánto crees que falta?

-Bonnie: Deberíamos de estar cerca.

-Caroline: ¿Ya estás cansada?

-Bueno, antes tuve que estar corriendo por culpa de un loco y ahora tengo que seguir caminando. Además, tú eres un vampiro, tienes ventaja.

-Bonnie: Creo que es ahí– dijo observando parte de una casa–.

Todas miramos esa bonita casa, casi parecía un mansión y era más nueva e impecable comparada a la cabaña que encontré esta mañana.

Caroline corrió hasta llegar a la puerta, golpeó varias veces la puerta.

Unos segundos después, un chico de unos hermosos ojos grises y cabello negro abrió la puerta.

-Caroline: ¡Damon!–dijo saltando de alegría–.

-Damon: ¡Caroline y Bonnie! Cuánto tiempo.

-Bonnie: Si no fuera por __(TN), no estaríamos aquí.

-Damon: ¿__(TN)... Dónde está?

-Soy yo–dije caminando hacia ellos– un gusto conocerte.

-Damon: Espera, ¿tú eres __(TN)?

-La misma.

-Damon: Has cambiado demasiado, no te he podido reconocer por tu nuevo aspecto.

-Caroline: Bueno, nos contó que Stefan está en problemas. ¿Está aquí?

-Damon: Sí, tuve que encerrarlo porque se había pasado de la raya.

-Caroline: ¿Puedo verlo?

-Damon: Claro, pasad.

Entramos a su casa, los magníficos diseños decoraban las paredes, lujosos objetos se encontraban en cualquier rincón de la casa, libros de diversos temas ordenados alfabéticamente se ubicaban en una gran estantería.

Seguíamos a Damon hasta llegar a un gran salón.

-Damon: Estáis en vuestra casa, coged lo que queráis de beber, yo voy a buscar a Stefan.

-Si, gracias.

-Damon: Eh, si que has tardado. Después de 1 año, recién vienes con Caroline.

-Pasaron muchas cosas, muchos rollos que tardaría en explicar.

-Damon: Jajaja, al menos viniste, pensé que no volverías.

Damon salió del salón, me senté en el sofá y Caroline sirvió alcohol en tres copas, una para cada una.

Unos minutos más tarde, un chico entró al salón y detrás de él le seguía Damon.

-Stefan: Anda, ¿a quién tenemos aquí?... Espera, ya lo recuerdo, la chica que iba a ser mi comida pero sino fuera por mi hermano, ahora estarías muerta –dijo sonriendo sinicamente–.

-Caroline: ¡Stefan! –dijo con tanta alegría–.

Se acercó a abrazarle pero éste la apartó y le miró seriamente.

SOLO ES UNA PESADILLA〰Creepypastas y tú〰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora