Capítulo 39

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-¿Tú quién eres?–dije con incredulidad–.

-X1: Eso quiero saber de ti.

-Soy __(TN).

-X1: Un gusto señorita __(TN) –se acercó a mí dando pasos lentos mientras hablaba– yo soy conocido como el fabricante de muñecas pero puedes decirme Dollmaker.... Y tú... –dijo mientras tocaba mi pelo–... Serías una bella muñeca creada por mí...

En un rápido movimiento, me cogió del cuello intentando dejarme inconsciente. Agarré su mano y la separé de mi cuello con mucha facilidad.

Su cara expresaba asombro, intentó agarrar mis brazos pero yo pude alejarme de él con mi velocidad y fui hasta estar detrás de él.
Aquel ser extraño empezó a buscarme y yo lo empujé desde atrás.
Se dio la vuelta y me volvió a mirar.

-Dollmaker: ¿Qué eres?

-Una vampira y más te vale no meterte conmigo o te irá mal.

-Dollmaker: Está bien, ¿qué hace un vampiro rondando por mis tierras?

-Me había perdido.

-Dollmaker: Interesante... ¿Quieres venir a mi casa?

-No, gracias. No me fío de ti.

-Dollmaker: Perdone usted mis modales, bella dama. Pensé que era una humana más para mi colección.

-Da igual, solo necesito salir de éste lugar.

-Dollmaker: ¿De dónde vienes?

-De la dimensión humana, supongo.

-Dollmaker: ¿Estás con Slenderman?

-No, bueno, vivo algo cerca de la creepyhouse.

-Dollmaker: Bueno, si quieres, ven a mi casa y dormirás ahí por hoy y mañana te ayudo a volver.

-Hmm, vale...

Dollmaker empezó a guiarme hasta su casa que se encontraba a diez minutos de distancia.

Al llegar, se podía observar una casa de madera pintada de blanco y unas grandes ventanas enseñaban el interior.

-En mi opinión, tu casa está mejor cuidada que la de Slenderman.

-Dollmaker: Eso es lo que pasa cuando no compartes tu casa con idiotas.

Nos acercamos a la entrada y Dollmaker se quedó quieto observando la puerta. Hizo una señal de silencio y abrió la puerta lentamente.

Al parecer, ya estaba abierta antes de que nosotros lleguemos.

Él entró primero y yo seguía sus pasos, llegué a ver un camino de chuches que subían las escaleras y supe rápidamente de quién se trataba aquel intruso.

-Dollmaker: Jack, ¿qué haces aquí?

-L. Jack: ¿Cómo sabias que era yo? –dijo desde las escaleras–.

-Dollmaker: Hombre, si dejas caramelos por el suelo quién no se dará cuenta de que eres tú.

-L. Jack: Ostias, pues tienes toda la razón. No lo había pensado así... Vas a ver que la próxima no sabrás que he pisado tu casa.

-Dollmaker: Ja, ya veremos...

Laughing Jack bajó y al verme se quedó confuso.

-L. Jack: ¿Tú qué haces aquí?

-Perderme por el mundo, no te jode...

-Dollmaker: ¿La conoces?

-L. Jack: Claro, es la de la profecía que te hablé la otra vez y ahora soy su guardaespaldas de momento.

SOLO ES UNA PESADILLA〰Creepypastas y tú〰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora