ONE

215 18 0
                                    






Aún recuerdo cuando YoonGi pasaba por mi para ir a la farmacia por las medicinas de su abuela, su manera de recordar las cosas era peculiar, hacia rimas con el extraño nombre de las medicinas, desde ese entonces comenzaba a escribir letras que rimaban y tenían un ritmo, casi como música.

Y así fue como los años siguieron pasando, y mi queridísimo amigo Min YoonGi estaba por ir a su primer audición.

—Estoy nervioso— dijo YoonGi moviendo rápidamente su pierna y con la mano en la boca, sabía lo que eso significaba.

—Lo harás bien— le dije con cierta seguridad para que se sintiera confiado. Me giré a verlo y tomé su mano entre las mías— No lo hagas YoonGi— dije refiriéndome a su dedo mordisqueado en las orillas. De inmediato me arrebató su mano.

—Deberías de estar en el colegio— dijo a modo de regaño mientras tenía la mirada en un punto fijo.

—No, prefiero acompañar a mi novio en su audición— dije con cierta gracia. Esperando a su respuesta.

—No soy tu novio Sam, deja de decir estupideces, me desconcentras— se le notaba un poco molesto.

—No por ahora, yo sé que algún día lo serás.

—Solo cuando esté muerto.

—En ese caso, esperare a tu muerte, soy muy paciente— dije relajada mientras jugaba con mis pies.

—MIN YOONGI FAVOR DE PASAR DE PASAR AL SALÓN NÚMERO DOS CON SU FICHA.

Anunciaron por la bocina que estaba en el auditorio.

—Es mi turno— se levanto de inmediato el aludido y yo le seguí.

—¡Suerte!— le di un abrazo rápido.

Mostró una sonrisa nerviosa y entró al cuarto de audiciones. La verdad es que yo estaba igual o mas nerviosa que el, es un gran rapero, el me ha enseñado muchas cosas, como tocar el piano e incluso a rapear, podría ser la siguiente Niki Minaj.

Y si, YoonGi no era mi novio, no porque yo no quisiera, sino que él siempre decía que era muy grande para mi, en realidad no, sólo me lleva cuatro años, pero él no me quería, no me quedaba nada más que ser su mejor amiga aunque el lo negara sé que lo soy.

Me perdí en mis pensamientos y no tenía noción del tiempo que había pasado hasta que escuché los pasos de alguien acercarse hasta a mi.

—¡Pase Sam, pase!— salió corriendo de la sala y me abrazó tan fuerte que me cortaba el aliento.

—Lo sabía, sabía que lo podrías hacer— dije igual de emocionada que el, mis brazos rodearon su anatomía.

Es muy raro que YoonGi me abrazara, son contadas las veces que lo hacía, como cuando me pelee con una niña porque rompió mi peluche, o porque tenía miedo de los truenos.

—¿Y ahora que sigue?— pregunté ansiosa.

—Me tengo que ir a Seúl— comentó emocionado, tratando de controlar su respiración.

—¡¿Seúl?! Eso está muy lejos.

—No seas exagerada Samantha, está a dos horas, por mucho tres o cuatro. Podrás irme a visitar cuando sea un idol reconocido— dijo con aires de grandeza mientras me daba una sonrisa.

—Si claro, tendrás miles de novias y no te acordarás de mi.

—Siempre me voy a acordar de ti, eres muy molesta y fastidiosa— me despeino el cabello.

—Ha, ha, ha— solté sarcástica.

—Ven vamos a casa— me guío por los hombros hasta la salida mientras hablábamos de lo que sería su nueva vida.

Íbamos de camino a casa, todo era muy tranquilo y planeando el cómo sería el hecho de decirles a sus padres que su hijo dejaría su casa para lograr su sueño, hasta que un par de chicas comenzaron a hablar sobre nosotros, la verdadera razón del porqué  no tenía amigas, todas me parecían falsas e hipócritas, el día en que yo tuviera una amiga se caerá el cielo. Por esa razón siempre me la pasaba con YoonGi y sus amigos.

—¿Ya viste a la Mexicana?— dijo una de ellas. Seguí mi camino normal, no quería darle importancia.

—Varios en la escuela dicen que es una hija bastarda.

Okay a mis trece años ya sabía lo que era la palabra bastarda. Mi hermano Rick me lo recordaba cada vez que podía.

—¿Tienes un problema con eso?— fui hasta donde estaban. Mis manos me temblaban de coraje, y de miedo, pero no les permitiría ver eso.

—Hey, Sam, ya, déjalas vamos, ambos sabemos que ganarás— hablo YoonGi a mis espaldas, pero a pesar de tener su cuerpo justo detrás de mi, lo sentía lejano.

Por un corto lapso mi razón fue más que el corazón e hice caso a las palabras de YoonGi.

—¿Disculpa? No escuchó a chicas bastardas— dijo la que hablo primero. Aquello había sido la gota que derramó el vaso.

—Ahora si ya sacaste boleto babosa— dije en español.

—No, ya empezó esta con su español— YoonGi sabía que cuando hablaba mi idioma natal la cosa se saldría de control.

—Ni Coreano sabe hablar la pobre— dijeron burlándose.

¿Acaso eran descerebradas? En el caso de que no hablara Coreano, ¿Cómo habría entendido sus insultos?

Era claro, el olor a problemas inundaba mis fosas nasales, ya que mi padre ni mi hermano estaban para defenderme tuve que aprender por mi cuenta, y la paciencia no era lo mío, por eso me lancé a las chicas sin pensarlo dos veces.

—¡Mi cabello! ¡Suéltame salvaje!— dijo como pudo cuando me lance a su cabeza.

–¡Suéltala!– me grito su amiga.

Lo cual hizo que me molestara más, me voltee hacia la chica y recordé lo que alguna vez me dijo Rick, "golpea con los nudillos" y eso hice, la golpeé justo en la nariz.

—¡Me rompiste la nariz!— dijo llorando.

—No, te la compuse— dije sobándome los nudillos, ¿Esta chica estaba hecha de piedra?

De repente pude sentir mi cabello y mi cara mojada, sabía que no tardaría, era el método de YoonGi para calmarme, no era la primera vez que me peleaba, ni sería la última. No sabía de donde había sacado la idea de que echarme agua era una buena idea.

—¡Otra vez!— dije mientras intentaba secarme. Mi cabello iba a esponjarse horrible, como si eso importara ahora.

—Las que sean necesarias hasta que aprendas que pelearse no está bien señorita, ahora vámonos— solto serio, pero después de unos segundos no podía parar de reír por mi aspecto.

Y así lo hice, seguí los pasos de mi mejor amigo dejando a las dos chicas quejándose por los golpes recibidos. En mi defensa, ellas me provocaron.















Editado - 31/10/21

COMPLICATED   MYG    (LOVE BOOK 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora