FORTY - FOUR

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Y como YoonGi había prometido pasó por mi para llevarme a la escuela, en el camino íbamos escuchando música a todo volumen, era de las primeras veces que no se quejaba porque escuchara música a todo volumen.

–No te distraigas en clases– dijo en cuando llegamos.

–Hey, ya no tengo cinco años, ademas son los chicos que roban mi atención– me justifique.

–Hablando de ellos, ¿Le gustas a ese chico?– miro por la ventana, yo hice lo mismo.

–¿A quien a Bin?

–¿A si se llama?– preguntó.

–A el le gustan todas– solté una carcajada y baje del auto– Haz muchas canciones Min, te cuidas– me despedí.

Espere a que el partiera y me acerqué a mis amigos que estaban en la entrada.

–¿Con que te vino a dejar– me codeo Hero con un tono pícaro.

–¿Celoso?– avance a la entrada.

–Claro que si– escuche dos voces y detuve el paso, mire a mis amigos de nuevo.

–¿Qué?– esperaba esa respuesta de Hero, no de Bin.

–¿Que esperas que haga su novia cuando se entere que te trae a la escuela?– dijo a modo de reclamo– ¿Te recuerdo que la eligió a ella y tú estabas llorando a media calle por el?– dio un paso– ¿Te recuerdo quien te estuvo consolando los días siguientes?– dio otro paso y termino frente a mi– ¿Ahora resulta qué pasó un fin de semana y ya están como si nada hubiera pasado?

–Ya no tiene novia– fue lo único que dije, ambos estábamos mirándonos a los ojos, aunque el tenía que mirar abajo y yo arriba por la diferencia de estatura.

–¡Bravo!– dio aplausos sarcásticamente– Esperemos a que te vuelva a romper el corazón para que vuelvas a buscar al idiota que tienes frente a ti Samantha– dijo entre dientes.

–Ya es suficiente– interrumpió Sin tomándolo del brazo.

–Suéltame– se safó bruscamente– Yo me largo– pasó por mi lado chocando su hombro contra el mío.

–¡Hey! ¡Bin!– Hero fue tras él.

–¿Que pasó?– le pregunté a Sin, estaba asustada, nunca lo había visto así.

–¿No te haz dado cuenta?– hablo Sin mirando hacía donde habían salido mis amigos.

–¿De que?– pregunté.

–Ay Sam– acarició mi cabello– Vamos a clase– me guió por los hombros.

Las clases pasaban muy lentas, siempre estábamos los cuatro juntos, en todo momento, siempre me sentaba junto a Bin, ahora estaba con Sin, Hero y el estaban al otro extremo del salón, así fue en todas las clases, siempre nos regañaban por hacer ruido, hoy fue la excepción. Incluso en la cafetería, no estaba con nosotros, Hero llegó a donde estábamos sentados Sin y yo.

–¿Donde está?– pregunté.

–No quiere que te diga querida– hablo con su tono de diva que usaba siempre, hice un puchero.

–¿Que hice mal?– pegue mi cabeza en la mesa.

–Tranquila Sam– alentó Sin sobando mi espalda– El cree que ya no pasas tiempo con nosotros.

–¿Qué? Pero si nos vemos todos los días– me defendí.

–No es lo mismo– intervino Hero– cuando te invitamos a salir siempre pones pretextos.

–Tengo que trabajar– chille– ¿Tu también estás de su parte?

–No estoy de su parte, es algo que llevamos pensando los tres desde hace un tiempo, ¿O no Sin?– miro al nombrado.

–Bueno... pues– se trabó ante la mirada de Hero y la mía.

–De hecho Sin era el que te lo iba a decir, pero el estupido de Bin se nos adelantó– negó decepcionado.

–Tengo que hablar con el– dije tomando mi mochila y saliendo de la cafetería.

Lo busque por todos lados y no lo encontraba, fui a la biblioteca para ver si de pura casualidad estaba ahí, era un fuckboy, tipos como el casi no entran en este lugar.

Aún me preguntó porque no me han matado varías chicas de la universidad, tengo un amigo gay súper atractivo, el nerd del salón que también está guapo es mi amigo, y el popular es mi mejor amigo, ah y para colmo conozco a Min YoonGi, apuesto a que están planeando un ataque contra mi.

Después de buscar por los pasillos de abajo fui a la segunda planta, y lo vi ahí sentado con su teléfono.

–Ahí es donde hay mejor internet– me senté junto a él– ¿Estás molesto?

No me miraba. Otro intento.

–¿Que puedo hacer para que no estés molesto?

Tampoco respondió.

–¿Sabes? No soy alguien que le ruegue a cualquiera– dije, no me miraba, no dejaba de ver su teléfono– Okay, tengo dignidad– me levanté.

–Si la tuvieras no estarías llegando con el– dijo sin siquiera mirarme.

–¿Que dijiste?– lo mire.

–Ellos dicen que te tengas amor propio– se levantó y se paro frente a mi– Pero ya veo que tú no haz aprendido nada– soltó.

–Tu no sabes nada– me fui de ahí.

Estaba hecha la furia, no quería saber nada de él por ahora, llegó la hora de la salida y estaba en la entrada de la universidad con mis amigos esperando a YoonGi, allí estaba Bin, pero ambos nos ignoramos.

Cuando mis amigos hacían una broma el de reía de las suyas, pero cuando yo hacía una él era el único que no lo hacía. Ya me estás hartando Bin.

Por fin vi la camioneta de YoonGi, el bajo de los asientos traseros, creí que me esperaría dentro, pero me equivoqué, ya que venía hasta donde estaba con mis amigos.

No es una buena idea– pensé.

–Hola– me dio un beso en la mejilla y rodeó mis hombros con su brazo– Hola chicos– los miro.

Respondieron todos menos Bin, quien tenía una mirada de que podría matarte con los ojos si pudiera. YoonGi lo notó e hizo lo mismo, ambos se miraban desafiantes, YoonGi molesto no es muy cómodo.

–¿Nos vamos?– le dije a YoonGi poniendo sus manos sobre sus mejillas para que me mirara.

¿Desde cuando me había vuelto tan miedosa? Y ¿Desde cuando tenía tanto contacto físico con YoonGi? No soy Nathalia para hacer eso, en fin, eso no importa ahora.

–Claro– dijo YoonGi sin quitarle la mirada a mi amigo– Dame la mochila– por fin me miró.

–Adiós chicos, nos vemos mañana– dije nerviosa, apuesto a que mis amigos estaban igual de impresionados que yo por lo que acaba de pasar.

Íbamos caminando hacia la camioneta cuando YoonGi tomó mi mano y escuché un "Hey, tranquilo"

–No voltees– YoonGi parecía leer mis pensamientos, llegamos a la camioneta y abrió la puerta para que yo pudiera entrar y después el, no sin antes dar una última mirada a mis amigos.

La camioneta por fin avanzó.

–¿Que tenía ese tipo?– preguntó.

–No tengo idea– suspire mirando a la ventana– Todo el día estuvo enojado conmigo– hice un puchero.

–Hey no, sin pucheros– puso su mano en mi mentón haciendo que lo mirara– Si en verdad son amigos, se arreglarán.

–Eso hubiera sido si no hubieras tenido un duelo de miradas con el– reí.

–No estaba en mis planes hacerlo– dijo– Me provocó sin que yo hiciera algo, en fin, olvidemos esto– me regalo una sonrisa.

Después de comer el tuvo que ir a la empresa y yo a trabajar, pero eso no impidió que fuera al apartamento en la noche.

COMPLICATED   MYG    (LOVE BOOK 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora