SIXTY - TWO

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Había pasado casi un año y medio desde que me mudé con mi hermano. Como lo prometió el padre de Rick, quien ahora también es mi padre, cuido de mi y vio que entrara a una de las mejores universidades y terminará mi carrera.

Al día de hoy trabajo en un hospital infantil por las mañanas y por las tardes en un centro de rehabilitación de adicciones, puedo decir que estoy feliz con mi nueva vida y los fantasmas del pasado desaparecieron para no volver nunca más, o eso es lo que quería.

Para mi buena suerte Bangtang no dio fechas en su nuevo tour aquí en el país, lo siento por las niñas que los esperaban con ansias, eso incluye a mi sobrina quien está en plena adolescencia y con un amor inexplicable hacia el líder de la banda. Aunque no me había librado por completo de ellos, apenas salía una nueva canción, mi sobrina era la encargada de decírmelo aunque yo no sé lo pidiera.

Me tranquilizo el hecho de que no me buscaran, nada, ni una llamada, ningún mensaje, desaparecí para ellos, como si nada hubiera pasado, no mentiré, una parte de mi quería que el me buscara, pero no fue así.

De quien no me había librado era de mi mejor amigo Bin, hablábamos todo el tiempo que se pudiera, justo como en este momento.

–Si, si, cuando regrese saldré contigo– mentí.

Algo me dice que no te crea Samantha– se quejó al otro lado de la línea.

–Mira que eres muy inteligente– me burle– ¿Cómo están los chicos?– pregunté por mis amigos.

Andan de novios– dijo.

–¿En serio?– salte de la cama por la noticia– ¿Sin ya tiene novia?

–¿No me estás entendiendo verdad?– dijo divertido– Literalmente andan de novios.

La noticia me sorprendió bastante, sabía sobre Hero, es más se notaba a leguas, pero ¿Sin? Debo decir que estoy bastante confundida y feliz por ellos, pero son tan diferentes, Sin es un ratón de biblioteca mientras que Hero, bueno... es Hero.

–No les doy mucho tiempo– dije.

Ni yo, se la pasan peleando todo el tiempo y siempre me llaman para ayudarlos a resolver sus problemas– se quejó mi amigo– ¿No quieres ayudar a esta pobre alma?

–¿Cómo?– pregunté.

Déjame ir a verte– pidió.

–Bin ya hablamos de esto– dije algo apenada.

Si Samantha, siempre será como tú quieres– dijo y suspiro para después hablar nuevamente– Tengo que irme, cuídate– corto la llamada.

Bin ¿Por qué me haces esto?– dije en mi mente. El y yo éramos mejores amigos, no quería arruinarlo por algo qué tal vez no llegué a funcionar, era mejor así.

–Tía– llegó una Sofía con lágrimas en la cara– BTS no vendrá en su tour– se tiro en la cama dramáticamente– Llévame a Corea, ¡Por favor!

–¿Que te hace pensar que volveré? Además no tengo dinero para ir– dije recostándome junto a ella mirando el techo.

–Yo sé que aún te gusta Min YoonGi, vamos tía, ¿No quieres ir a verlo?– chillo mi sobrina.

–Yo no lo quiero, y no, no quiero ir, la comida es mejor aquí– me excusé.

–No me mientas Sam, vamos, por favor– dijo haciendo un berrinche.

–No, y ve a hacer la tarea, si no le dire a tu papá que me estás molestando– le dije.

–Ash, te detesto– se levantó y se dirigió a la salida.

–Así, no te llevare a Corea– dije antes de que saliera.

–¿Eso quiere decir que si me llevaras?– Su rostro cambio por completo.

–No, ve a hacer tarea– me burlé de ella y de un portazo cerró.

Y si, así era mi relación con mi sobrina, ella me molestaba y yo a ella.

Una raro presentimiento llego a mi, por alguna rara razón todo el día pensé sobre mi antiguo país, y todo el día había escuchado sobre el. Esto no pasaba muy seguido. Preferí salir a dar un paseo en la moto que conseguí gracias a las carreras que descubrí aquí. Tal como aprendí de Alex, ¿Las chicas pensarán en mi?

Definitivamente todo lo que hoy me ha pasado me recuerda a Corea. El paseo no sirvió de mucho, aún los recordaba, al menos la noche ya había llegado, lo cual significaba que este día terminaría y todo volvería a ser normal de nuevo.

O eso creía hasta que llegué a mi cuarto y me recosté en mi cama, en ese momento un tono de llamada atrajo mi atención, busqué por todos lados, hasta que encontré ese viejo teléfono en oculto en un cajón en lo más profundo de este.

Mi estómago sintió esos nervios y mi cuerpo el sudor frío que hace mucho tiempo no transpiraba en mi. Con miedo respondí la llamada.

–¿Hola?– dije insegura.

Sam, gracias al Cielo, respondiste– no me sentía lista para volver a escucharlo– Tienes que venir.

¿Por qué?– pregunté con miedo.

Se trata de Nath, ven, por favor– pidió.

–Bien, arreglaré todo y estaré ahí lo antes posible– dije.

Gracias– fue lo único que dijo antes de cortar la llamada.

Esto no podía estar pasando, volvería, creo que era el momento de enfrentar todo. Aunque pronto un problema peor se apoderó de mi mente, ese teléfono era solo para emergencias, y la emergencia tenía nombre.

Nath, mi pequeña y linda Nathalia.

Antes de comenzar mis maletas, envié un último mensaje a mi amigo.

–Deja mi auto en el aeropuerto por favor.

¿Sam regresará a Corea...?

COMPLICATED   MYG    (LOVE BOOK 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora