FIFTY - EIGHT

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–Corre Bin, se nos hace tarde– Comencé a dar pequeños saltos en mi lugar como si eso apresurara su paso.

–¿Disculpa Picazo? Yo no fui la que se quedó casi dos horas en un parque– me echo en cara– Aún falta media hora, tómalo con calma mujer.

–Uff, estoy nerviosa– dije sentándome en la sala de espera.

–¿Ya llamaste a tu hermano?– preguntó sentándose junto a mi.

–Ya, le llamaré cuando esté a una hora de llegar, ¿Cómo crees que sea México?– pregunté ansiosa.

–No lo sé, tal vez todos tengan bigotes y sombreros, y también apuesto a que comen tacos a todas horas– ambos reímos por su comentario. Pero la risa se fue al escuchar ese llamado.

–Pasajeros con destino a México favor de entrar al avión.

Me levante de inmediato, mi estómago tenía una enjambre de mariposas, tome mi maleta y me dirigí a la entrada.

–¡Hey! Sam, ¿Que no te vas a despedir?– preguntó Bin con las manos en los bolsillos.

–Oh, si, son los nervios– me paré frente a él– Gracias por todo Bin– le regale una sonrisa.

–Oh vamos Sam no tienes nada que agradecer– me envolvió en un abrazo que no tarde en corresponder– Cuídate mucho ¿Si?– sobo mi cabello– En el momento en que quieras volver dime y yo mismo iré por ti– tomó mis manos y me vio a los ojos.

–Claro que si Bin– quite la mirada– Tengo que irme– me separé despacio de él– Cuídate.

–Espera– me tomó de la muñeca rápidamente y sin pensarlo me beso. No podía creer lo que estaba pasando.

–Lo siento– me separé de él.

–No Sam yo lo siento– bajo la cabeza– No... soy el...

–Bin...

–Vamos, se te hace tarde pequeña– beso mi frente y se fue sin decir nada más.

Con miles de dudas y pensamientos entre al avión y me senté junto a la ventanilla, para mi fortuna nadie se sentó junto a mi, habían sido demasiadas emociones en una misma noche.

No podía creer todo lo que acababa de pasar y lo que pasaría en unas horas y en unos días. Deje una bomba y huí de ella. Así era como me sentía, la noticia de que me iba no dejaría muy tranquilos a mis amigos y menos a Él.

Trate de dormir una parte del vuelos, me siento a muy ansiosa, ya no tenía nada que hacer más que esperar, ni siquiera llevaba conmigo un teléfono, debí comprar uno antes de viajar, lo único que llevaba era un teléfono antiguo para llamar a mi hermano.

Después de casi dieciocho horas de vuelo por fin llegué, era de noche, el aeropuerto estaba muy lleno, y solo tenía el recuerdo de un Ricardo joven, no de un adulto.

Pero un cartel con una bandera coreana y junto a ella una mexicana podría darse a entender que me hablaban a mi. Estaba siendo sostenida por una chiquilla de casi trece años, al menos esa edad aparentaba.

Discretamente me acerqué a ella para no pasar el ridiculo apenas unos minutos de mi llegada.

–Disculpa– dije a la niña la cual hizo una mueca de inmediato.

Habla en español torpe, esto no es Corea– me reprendió mentalmente.

–Disculpa– intenté de nuevo– ¿A quien buscas?

–A mi tía– dijo no muy convencida.

–Oh, ¿Me podrías decir como...

–¡Samantha!– alguien me sorprendió por la espera– ¿Eres tú?

–¿Ricardo?– pregunté en cuanto lo vi, la lagrimas comenzaron a brotar.

–Hermanita– me abrazo y me cargo como si fuera una niña pequeña. Era una conmovedora y rara escena.

–¿Hace cuantos kilos no nos vemos?– dije.

–Sigue así y te quedarás a vivir aquí en el aeropuerto– dijo.

Después de nuestro encuentro íbamos a su casa, resultó verdad que la chiquilla tenía doce años y que era su hija, mi hermano ya tenía su vida hecha, tenía otro pequeño según me contó. También me presumió a su talentosa esposa mientras que su hija, quien ahora es mi sobrina no paraba de preguntarme acerca de Corea, al parecer era fanática de la cultura y para mi suerte de Bangtang.

–Sofía no me cree que conozco a Min YoonGi– dijo refiriéndose de su hija.

–¿Cómo es posible que conozcas a Suga papá?– se quejó su hija desde la parte trasera– ¿Verdad que no tía?

–Si yo te contará que viví con el mismísimo YoonGi no me creerías– dije recordando todo.

–Tu tía ha estado enamorada de él desde que tuvo uso de razón– dijo mi hermano con una mueca muy rara.

–¿Eso es cierto tia? ¿Puedo conocerlo? ¿Me enseñas coreano? ¿Andabas con el?– comenzó a sacar preguntas.

Venía a olvidarme de Corea y aquí es lo primero que me preguntan. ¿Por qué me persigue la desgracia?

–Deja respirar tantito a tu tía Sofía– dijo mi hermano al ver mi incomodidad. Agradecí mentalmente por eso.

Me recosté sobre el asiento y mire por la ventana, todo era muy lindo, era diferente, e incluso podría jurar que el aire se siente diferente. Entramos a una buena zona con casas algo elegantes.

–Bien, llegamos a casa– dijo mi hermano estacionándose frente a una casa blanca con estructura moderna, el jardín estaba adornado con luces iluminado un camino de rocas.

Bien Sam, este es un nuevo comienzo.



Un pequeño regalo antes del Bang Bang Con.
✨🎉💜

Espero que disfruten mucho del concierto las que lo compraron y las que no lo compramos, también, aunque lo veamos en mala calidad. 😂😪💜

COMPLICATED   MYG    (LOVE BOOK 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora