TWENTY-SEVEN

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Meses atrás...

Alex y yo nos encontrábamos en su carro, en Win & Lost , ella estaba a punto de comenzar su carrera, y yo, la acompañaría, podría estar muy emocionada, pero su estado de ánimo no era el mejor.

Y aunque quisiera ponerse una coraza ante el mundo, conmigo era trasparente, y en ese momento lo estaba siendo.

–Se le pasará el coraje– dije tratando de animarla.

–Siempre hace lo mismo, ¿Porque ella no puede acompañarme y yo a ella si?– podía escuchar como se quebraba.

–Yo estoy contigo Alex.

–Gracias– por primera vez me sonrió, sus ojos estaban cubiertos por una ligera capa brillosa.

–Estas por comenzar– dije.

–No tengo ganas, hazlo tú.

–¿Yo?, Pero yo no sé hacerlo.

–No te tires para que te levante, aprendiste de la mejor– dijo refiriéndose a ella.

Es cierto Alex me había enseñado a manejar muy bien, y hasta ahora es una pasión que compartimos, pero de eso a correr una carrera, debo de estar loca.

Pero... si no era hoy, ¿Cuando? El mundo es de los valientes, ¿No?

–Está bien– dije suspirando.

Cambiamos de asientos y tomé el volante con fuerza.

–Nunca falla, y además yo confío en ti– dijo Alex motivándome– Elige una canción, siempre inspira más.

Suspire, tal vez sea la quinceava vez que lo hago en un minuto.

Elegí una canción, Nicki Minaj.

Acomódate en la línea de salida, es sencillo, quinientos metros, vuelta al barrio y de regreso, además te toca con Chon, el revienta sus llantas antes de los cuatrocientos metros– dijo dándome ánimos.

Y ahí me encontraba, con los nervios y la adrenalina a todo lo que daba.

Es la hora.

Pude asomarme como el miraba por la ventana con una sonrisa burlona.

–Se acaba de meter a la boca del lobo– dijo Alex al ver que mi sonrisa ya no era de nervios si no una satisfactoria y llena de confianza.

Una chica con muy poca ropa se aproximó hacia delante de los autos, al parecer era la que daría la orden de salida.

Ambos motores rugieron.

Mis manos en el volante y el pie en el acelerador, la música a todo lo que daba y la adrenalina al mil.

Así fue como sentí que una Sam con miedo se quedaba atrás y otra Sam llena de adrenalina se apoderaba de mi.

–1...2...3...– sonaba por el megáfono.

El acelerador a todo lo que daba y yo pisándole los talones a Chon, todo iba bien, Perfecto de hecho, hasta que se le ocurrió la idea de meterse delante de mi.

Quinta... y yo pasándolo por delante.

Cien metros y la vuelta estaba ahí esperándome, era el momento de sorprenderme a mi misma.

Y claro que lo hice al escuchar como el polvo rosaba con las llantas del hermosos deportivo negro de Alex, terminando la vuelta me encamine de nuevo a la meta, podía ver la multitud alocada y demás autos estacionados.

COMPLICATED   MYG    (LOVE BOOK 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora