8. Un nuevo comienzo.

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Nueve años después.
Enero 2018.

Narrador.

Nueve años habían pasado desde que Emilio se había ido a vivir a la Ciudad de México.

Muchísimas cosas habían cambiado. Tanto en Joaquín como en Emilio.

Joaquín seguía siendo una persona amable y llena de amor. Siempre irradiando luz y felicidad a cualquier parte a la que iba. Era un jovencito de 15 años, feliz a pesar de los problemas de la vida y siempre buscándole solución a las cosas.

Emilio por su parte era totalmente diferente al niño amable y de buen corazón de unos años atrás.

Emilio ya era un chico de 16 años. Serio, rodeado de tanta gente pero a la vez sintiéndose solo, enojado y tan molesto con la vida.

Desde el momento en que había llegado a la Ciudad de México se había empeñado en cambiar totalmente. 

No hablaba con sus padres ni con su hermana. 

A pesar de que su mamá era su adoración cuando era pequeño, el hecho de que Niurka no hubiera hecho nada para impedir que lo separaran de Joaquín le había hecho tanto daño que había cortado cualquier lazo con ella.

Poco a poco se volvió el "chico popular" de su escuela. Alto, atractivo y con una actitud peculiar, convirtiéndose en el sueño de toda chica.

A pesar de que Joaquín tenía un buen recuerdo de su niño, Emilio no quería volver a ver a Joaquín. 

Tenía miedo. Miedo de sentir cualquier sentimiento que lo hiciera dudar de su orientación. 

La presión de su padre, de la sociedad y tantas citas con diferentes psicólogos, habían logrado que Emilio se declarara heterosexual.

A los 14 años comenzó a salir con Mariana, su actual novia. Emilio y Mariana tenían ya 2 años de relación. 

Y aunque según el decía que amaba a su novia, varios comenzaban a dudar de la orientación de Emilio. Incluyendo a su novia.

Disfrutaba ver a los hombres. Verlos reír, bailar, jugar fútbol, hablar. 

Y a pesar de saber que no estaba siendo sincero con sus emociones y sentimientos al decir que era heterosexual, bastaba con tener la pesadilla de su papá golpeándolo, soñar con su llegada a México o con su Joaquín llorando cuando se separó de él, para convencerse de que lo único correcto eran las relaciones de hombre y mujer. No más.

Joaquín por su parte, se declaró orgullosamente gay y su familia y amistades lo apoyaban totalmente. Había tenido una que otra relación pero nada serio.

Hasta que llegó alguien a su vida. 

Tenía 6 meses con su chico. Andrés Vásquez.

Joaquín estaba seguro que lo quería pero aún así había algo que le impedía quererlo por completo. 

Joaquín pensaba que era imposible que siguiera queriendo a Emilio. Solo tenían 6 años, ¿cómo por qué lo seguiría queriendo?

Joaquín estaba consciente que ya habían pasado nueve años desde que Emilio se había mudado a la Ciudad de México. Muchas noches se había preguntado qué habría sido de Emilio, se había imaginado cómo sería su vida si Emilio estuviera presente en ella, pero sabía que la probabilidad de volverse a encontrar era muy pequeña.

Los primeros años esa esperanza era enorme. Soñaba con el día en que se encontrara con su bonito, pero poco a poco su esperanza fue disminuyendo.

El niño de la sonrisa bonita. | Emiliaco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora