Una semana después.
Joaquín.
Una semana ya había pasado.
Después de nuestro encuentro, Emilio faltó a la escuela dos días. Cuando regreso el jueves a clases las cosas se volvieron cada vez más incómodas.
No nos hablábamos. Nos limitábamos a vernos a los ojos una que otra vez pero no más.
Un nuevo día llegó, por lo que me tocaban nuevamente varias clases con el.
Me levanté temprano, tomé una ducha y comencé a arreglarme para la escuela.
Emilio.
- Grábate bien esto, Emilio. Querer a un niño está mal. Querer a una persona de tu mismo sexo está mal. Es asqueroso. La sociedad te va a odiar si sigues así -dijo Martín, mi psicólogo.
En ese momento yo ya estaba empapado en lágrimas.
- Martín. Pero yo solo quiero a mi niño de luz. Te lo prometo que él es bueno, es lindo.
- Emilio, escúchame. Estás equivocado, no te puede gustar un niño. Eso es un error -dijo molesto.
Se levantó de su silla y quedó frente a mi.
- Emilio, dime. ¿Te gusta Joaquín? -preguntó.
Me tomo de mis muñecas suavemente y me sonrió.
- Si. Me gusta. -dije tranquilo.
Me apretó fuertemente de mis muñecas y volvió a preguntar:
- Emilio. ¿Te gusta Joaquín? -preguntó.
- Por favor, suéltame. Me las..timas -me quejé.
En verdad me dolía.
- ¡SOLO QUIERO QUE ME CONTESTES! -grito.
Cada segundo el dolor se hacía más grande. Mis ojitos se llenaban de lágrimas y comencé a negar con mi cabeza.
- No, no.
- ¿NO QUÉ? -gritó.
- No me gusta, no me gusta. No me puede gustar un niño. Eso está mal. No, no, no -dije llorando.
No, no, no. Querer a un hombre estaba mal. No, no, no.
- ¡NOOOO! ¡SUÉLTEME! ¡Me duele! -desperté gritando.
Otra pesadilla. Otra maldita pesadilla. Cada pesadilla era peor. Recordar esos momentos que tanto daño me habían causado, dolía.
Me limpié rápidamente las lágrimas y poco a poco volví a respirar normal.
Me levanté, tomé una ducha rápida y en cuanto estuve listo me fui a la escuela.
[...]
Llegué a la escuela, fui directo a mi salón y ahí estaban Diego y Mariana.
- Buenos días, guapo. -dijo Diego.
- Hola mi amor. -dijo Mariana y se acercó a mi dándome un beso.
- Hola hermosa. -dije y de nuevo le di un beso.
Claramente no sentía absolutamente nada al besarla. Era como besar una pared.
No había sentimientos o alguna emoción de mi parte, simplemente era un choque de labios.
Mariana me tomó del cuello de la camisa y me dio otro beso. Un beso más largo y apasionado.
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El niño de la sonrisa bonita. | Emiliaco.
Fanfiction-¡Por favor no sé lo lleve! -grité con todas mis fuerzas al ver cómo el papá de Emilio se lo llevaba a su coche. -¡Es mi mejor amigo! -volví a gritar sintiendo como las lágrimas resbalaban por mis mejillas. Sólo recibí silencio de parte de Juan y u...