33. Una oportunidad más para ser feliz.

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Maratón 1/3


Emilio.

Mírate al espejo y vas a decir lo siguiente. —dijo Martín detrás de mí.

Me miré en el espejo.

Los ojos hinchados de tanto llorar. El labio me temblaba y no dejaba de dolerme el brazo por el golpe que me había dado Martín unos minutos antes.

—Vas a decir: "Soy Emilio. Me gustan los niños y está mal". —dijo Martín.

Lo miré asustado.

—Pe-pero no pue-do. —dije con las lágrimas resbalando por mis mejillas.

—¡Si puedes, Emilio! —dijo.

Mi corazón comenzó a latir muy rápido y mis manos comenzaron a temblar.

Todo me dolía.

—Yo...

—¡No te escucho! —gritó Martín.

—Soy... soy... ¡No puedo Martín! —grité con todas mis fuerzas.

Martín me tomó del brazo lastimándome y dimos un paso hacia el frente.

Me sostuvo la cabeza logrando que mi mirada solo se posara en mi reflejo en el espejo.

—¡Dilo! ¡Quiero escucharte! —gritó.

No paraban de salir lágrimas de mis ojos.

Mi corazón dolía. Pues sentía como cada segundo el dolor aumentaba.

No supe de dónde saqué el valor para lograr decir esa frase.

Esa frase que, sin saberlo, me iba a costar tantos traumas en un futuro.

—Soy Emilio. —dije— Me gustan los niños y eso es-tá —tartamudeé— Esta mal.

—¡Dilo más fuerte! —dijo Martín.

Estaba furioso.

—Martín, por fa-vor. —dije.

Martín se alejó y se paró en una esquina del salón.

—Te quiero escuchar hasta acá. —dijo.

Abrí los ojos debido a la sorpresa. No iba a poder.

Cerré los ojos y pensé en Joaquín.

En sus abrazos. En sus besitos. En sus "te quiero".
En la pulsera que compartíamos. En nuestras pijamadas. En cada una de las ocasiones en las que nos habíamos demostrado lo mucho que nos queríamos.

No podía.

Pero al pensar en papá, en sus constantes comentarios de asco y decepción hacia mí. En todo el tiempo que llevaba sin demostrarme que me quería o que se sentía orgulloso de mí, logró ese sentimiento de coraje, dolor y culpa.

Ser así estaba mal.

El querer a Joaquín estaba mal.

Cada uno de los sentimientos que experimentaba por Joaquín, estaban mal.

Todo era un error.

Querer a Joaquín era un error. Ser así era un error.

Yo era un error.

El niño de la sonrisa bonita. | Emiliaco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora