Emilio.Desperté asustado debido al sonido de mi celular.
Fruncí el ceño y miré la hora.
12:30 pm.
Contesté la llamada sin ver quién era y me lleve el teléfono al oído.
—¿Qué? —pregunté molesto.
Odiaba que me despertaran.
—Buenos días a ti también, amor. —dijo Joaquín.
Solté una ligera sonrisa.
—Buenos días, bebé. —dije— Perdón, estaba dormido.
Joaquín rio.
—Precioso, ya es medio día de un 24 de diciembre, ¿y tú sigues dormido? —dijo Joaquín.
Reí.
—Pues claro. —dije.
—¡Joaquín ve a comprar más bebidas! —gritó la mamá de Joaquín.
Era 24 de diciembre. Los papás y hermana de Joaquín habían decidido viajar para estar en esa fecha tan importante con su hijo y con Gris.
—Como puedes escuchar a mi mamá, parece que se está llevando a cabo la tercera guerra mundial. —rio Joaquín.
Solté una risa.
—Bueno, amor. —dijo Joaquín— Solo quería darte los buenos días. Y recordarte que tu mamá y tú están invitados a la cena.
Sonreí ante sus palabras.
Joaquín nos había invitado a mamá y a mí a pasar la cena con ellos. Pues no quería que sólo estuviéramos mamá y yo solos en casa.
—Si, amor. —dije— Lo recuerdo.
Después de comenzar una pequeña guerra sobre quién amaba más al otro, colgué.
Me levanté con una sonrisa y caminé hasta mi clóset para cerciorarme de que el regalo de Joaquín se encontraba ahí.
Cuando abrí la puerta de clóset y me di cuenta de que la caja en donde estaba el regalo, no se encontraba, temí lo peor.
—Mierda. —dije.
Corrí hasta la cocina para preguntarle a mamá.
Mamá se encontraba horneando un par de pasteles.
—Buenos di...
—¿Viste la caja que estaba en mi clóset? —hablé rápidamente.
Mamá me miró confundida y después asintió.
—Si. La saqué porque pensé que era basu...
—¡No! —grité.
Corrí hasta llegar afuera para ver el bote de basura pero sentí un alivio cuando noté que no había ningún bote afuera.
Mamá llegó rápidamente conmigo.
—La basura está en el garage, amor. —dijo.
Corrí hasta el garage y en la punta de toda la basura pude ver la caja.
Suspiré aliviado y abrí la caja encontrándome con el regalo de Joaquín.
La pequeña cajita de terciopelo azul se encontraba en perfecto estado.
Cuando la saqué y la abrí para revisar si el objeto que guardaba estaba en buen estado, mamá me miró sorprendida.
—Es precioso. —susurró.
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El niño de la sonrisa bonita. | Emiliaco.
Fanfiction-¡Por favor no sé lo lleve! -grité con todas mis fuerzas al ver cómo el papá de Emilio se lo llevaba a su coche. -¡Es mi mejor amigo! -volví a gritar sintiendo como las lágrimas resbalaban por mis mejillas. Sólo recibí silencio de parte de Juan y u...