13. Puede existir una segunda oportunidad.

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Joaquín.

No pensé que tía Gris se acordaría de Emilio. Y por las preguntas de Diego, confirmaba que Emilio no le había contado que éramos los mejores amigos cuando éramos pequeños.

Claro que me daba cuenta de cómo me miraba Diego y de sus indirectas. 

Y aunque creí haber notado "celos" de parte de Emilio, recordé que tiene novia. Y que la amaba. Y que nunca me iba a corresponder.

Pero a mi qué me importaba si yo quería a Andrés. 


¿O no?

[...]

En cuanto Diego y la tía Gris se fueron y nos dejaron solos, me arme de valor para preguntarle a Emilio la verdad.

Me había dicho que no sabía o que no era consciente de todo lo que le había pasado. Pues realmente quería estar enterado de que era lo que había pasado para que se convirtiera en la persona que era. 

Así que eso hice. 

Después de pensar y pensar, le había dicho por fin esa pregunta que llevaba haciéndome varios días.

- ¿Qué fue lo qué pasó para que te convirtieras en lo que eres hoy? -pregunté.

En cuanto terminé de hablar, Emilio se quedó paralizado. Obviamente no se esperaba esa pregunta.

Y al mismo tiempo, mi celular comenzó a sonar.

Andrés.

Tenía unos días sin hablar con el. Y la verdad era que no tenía muchas ganas.

Sabía que podía sonar mal de mi parte, pero realmente sentía que mis sentimientos por Andrés se estaban yendo al carajo.

- Joaco... tu celular. -dijo Emilio en un susurro.

Lo miré a los ojos y pude notar que había miedo en su mirada. Sabía que temía responder a lo que le había preguntado.

- No contestaré. No ahorita. -dije serio- Lo que si quiero en este momento, es que contestes por favor a lo que te pregunté. -dije.

Emilio comenzó a ver el suelo y noté como limpiaba sus manos en su pantalón. Como si estuviera quitándose el sudor por los nervios.

- Joa...quin -susurró- Por favor. -dijo.

Sus ojos me buscaban y cuando se encontraron, lo noté.

Incomodidad. Miedo. Temor a contar todo lo que había dentro de él.

Me levanté del suelo y me gane una mirada de confusión de parte de Emilio.

Le ofrecí mi mano para que se levantara y me seguía mirando así.

- ¿Quieres contarme aquí o en el parque? -pregunté.

Emilio soltó un suspiro lleno de resignación y tomó mi mano.

- Aquí. -dijo.

Lo ayude a levantarse y comencé a caminar. Sabía que iba detrás de mi y lo conocía tan bien que sabía que en ese momento tenía una cara de confusión total.

Subimos las escaleras y pude escuchar como hablaba.

- Joaco, ¿a don...de vamos? -preguntó.

Llegamos al segundo piso y me puse delante de una puerta.

Me di media vuelta y quede frente a él.

- A mi cuarto. Quiero mostrarte algo. -dije con media sonrisa.

El niño de la sonrisa bonita. | Emiliaco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora