Al día siguiente.
Emilio.
Me levanté, hice mi rutina de la mañana y salí de mi casa listo para caminar a la escuela.
En cuanto salí de casa pude ver que Joaquín también iba saliendo. Y recordé nuestro momento de ayer.
Realmente me había dolido que me viera tan vulnerable, pero es que realmente habían dolido cada una de sus palabras.
Sabía que no eran con esa intención y que lo único que él buscaba era hacerme entender que muchas cosas habían cambiado.
Nuestros últimos minutos juntos el día de ayer habían significado demasiado para mi. Realmente esperaba y deseaba en el fondo de mi corazón que hubiera una segunda oportunidad para nosotros. Como amigos, claro.
Volteé a verlo y en cuanto me miró, una sonrisa se formó en sus bonitos labios.
- ¿Vamos juntos? -preguntó.
Sabía que no había nada de que preocuparme. Papá se había ido temprano al trabajo así que no me tenía por qué preocupar.
Joaquín tenía aquí una semana y media y gracias a Dios no se habían topado.
Papá seguía pensando que Joaquín era parte del pasado y que ahí se quedaría. Y me aterraba pensar en la reacción que tendría si se enterara de que Joaquín estaba en la Ciudad.
Asentí y sonreí.
Me acerqué a él y comenzamos a caminar juntos.
- ¿Cómo dormiste? -preguntó.
Y mi sonrisa se borró al recordar el sueño de anoche. Había soñado que me volvían a separar de Joaquín.
- Mm, bien. -dije.
- Bueno, haré como que te creo. -dijo con una media sonrisa.
Sonreí y seguimos caminando.
- ¿No se te hace extraño estar juntos sin pelearnos? -preguntó.
- Un poco. -sonreí- Pero sé que a partir de hoy comienza una nueva etapa. -dije.
Joaquín sonrió y me miró de reojo.
- Emi...-dijo- ¿Cómo estás? -preguntó.
Nuestras miradas se encontraron y sonreí de lado.
- Ahora bien. -dije.
Una bonita sonrisa de dibujo en su rostro.
- Me parece muy bien. -dijo.
Seguimos caminando unas calles y volteé a ver a Joaquín.
- Joaco. -dije- Gracias.
- ¿Por? -preguntó confundido.
- Por lo de ayer. Supiste cómo manejar mi ataque de pánico y lograste hacerme sentir mejor. -dije nervioso- Siempre logras hacerme sentir mejor. -susurré.
Joaquín notó lo que dije al final y volteó a verme. Sonrió de una manera tan bonita. Y noté que se acercó un poco a mi.
- ¿Logro hacerte sentir mejor? -susurró.
Tragué saliva y dirigí mi mirada hacia el piso. Joaquín Bondoni era el único que lograba intimidarme de esa manera.
Lo miré a los ojos nuevamente y asentí lentamente.
Joaquín sonrió de nuevo y pude notar que miró rápidamente mis labios.
Sonreí levemente y repetí su acción.
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El niño de la sonrisa bonita. | Emiliaco.
Fanfiction-¡Por favor no sé lo lleve! -grité con todas mis fuerzas al ver cómo el papá de Emilio se lo llevaba a su coche. -¡Es mi mejor amigo! -volví a gritar sintiendo como las lágrimas resbalaban por mis mejillas. Sólo recibí silencio de parte de Juan y u...