Joaquín.
- Vuelo 628 con destino a Ciudad de México, es hora de abordar. - se escuchó por la bocina del aeropuerto.
Tome mi maleta y mire a mi familia y a Andrés.
- Parece que es hora. -dije nervioso.
- Te vamos a extrañar mi niño -dijo mamá abrazándome- Obedeces a tu tía por favor y te portas bien.
- Claro que si mamá. -dije abrazándola más fuerte.
Mamá había hablado con mi tía que vivía en Ciudad de México y le había comentando acerca de mi situación. Mi tía Gris había aceptado con mucho gusto que viviera con ella.
Nunca pudo tener hijos, por lo que solo vivía con su esposo y su perrito. Tenía una casa muy amplia y linda así que no le molestó para nada la idea de que viviera con ellos.
Me despedí de papá y Ren y después abracé a Andrés.
- Me hablas cuando aterrices, ¿si? -preguntó.
Asentí.
- Disfruta mucho esta oportunidad, amor. Es una experiencia única, haz amigos pero recuerda que tienes novio eh. -dijo serio y luego sonrió.
- ¿Celoso? -pregunté.
- Solo un poco. -dijo y me robó un beso.
Me tomó de la cintura y me acercó a él. Su boca quedó a la altura de mi oído y susurró:
- En cuanto pueda ir a visitarte lo haré. Y por fin haremos lo que tanto hemos esperado. -susurró y me dio un beso en la cabeza.
A pesar de que habíamos tenido tantas oportunidades estos 4 días, siempre pasaba algo que nos interrumpía. Así que nos quedamos con las ganas.
Me sonrojé por su comentario, me abrazó y llenó mi cara de besos.
- Te amo. -dijo sonriendo.
Pude ver en sus ojos como esperaba una respuesta o un comentario de mi parte pero no podía. Había algo en mi que no me permitía aún decirle esas dos palabras que el tanto deseaba.
- Vuelo 628 con destino a Ciudad de México, es hora de abordar. - se escuchó de nuevo.
Le sonreí, di un último abrazo a mi familia y le lancé un beso a Andrés.
- Es hora -dije tomando mi maleta y comencé a caminar por el pasillo para tomar mi avión.
Ya que me encontraba dentro del avión, vi por mi ventana.
Era hora de comenzar de cero.
[...]
Mi avión aterrizó, la tía Gris me recogió del aeropuerto y llegamos a su casa.
- Espero que te sientas cómodo, Joaco -me dijo afuera de su casa.
- Muchas gracias tía, claro que si -dije sonriendo.
Mi tía volteo a la casa de enfrente y me dijo:
- A ver si te haces amigo del vecino. Es un chico de tu edad. Un poco raro pero muy en el fondo se ve que es buen muchacho -dijo.
Asentí y entramos a su casa.
- Esta será tu habitación, mi niño. -dijo mostrándome una habitación.
Era sencilla pero bastante amplia.
- La puedes decorar como quieras. En unos días compraremos pintura del color que tú quieras y la pintamos juntos, ¿te parece? -dijo sonriendo.
ESTÁS LEYENDO
El niño de la sonrisa bonita. | Emiliaco.
Fanfiction-¡Por favor no sé lo lleve! -grité con todas mis fuerzas al ver cómo el papá de Emilio se lo llevaba a su coche. -¡Es mi mejor amigo! -volví a gritar sintiendo como las lágrimas resbalaban por mis mejillas. Sólo recibí silencio de parte de Juan y u...