Kissing [WangXian] [Mo Dao Zu Shi fanfic]

24 - A kiss in danger

Un grito agudo y aterrorizado fue suficiente para hacer empalidecer a Jiang Cheng, a Jiang YanLi y a Lan Zhan.

-¡Mierda, Fairy!

YanLi la verdad es que no era muy de maldecir, rara vez lo hacía, y mucho menos frente a su hijo. Ya bastante tenía con oír casi a diario a su tío como para que su madre le pegase peores hábitos. El pequeño Jin Ling de cinco añitos recién cumplidos miró confuso a la psicóloga, y luego dirigió la mirada hacia el salón, allí donde había sonado el chillido.

-¿Ese no era tío Ying?

-¿No lo guardasteis? -Cuestionó Jiang Cheng con un toque de pánico en la voz, ignorando a su sobrino. Aunque mayor iba a ser el ataque que le pudiera estar dando a su hermano.

-Se me olvidó por completo. Y mira que le dije a A-Xuan que lo hiciera.

-¿Quién es Fairy? -Lan WangJi miró a los hermanos Jiang casi con temor. Tenía una tarta a medio decorar entre manos, la de la fiesta de cumpleaños del sobrino de su novio. ¿Convertía eso a Jin Ling en su sobrino? Quién sabe. El caso es que los ladridos que sucedieron a los gritos de Wei WuXian le dieron una respuesta clara.

-Es el cachorro que Jin GuangYao le regaló a A-Ling el año pasado... Oh, mierda.

A toda velocidad, los tres adultos salieron corriendo de la cocina. Jin Ling por un momento pensó en seguirlos, pero solo después de haber robado algo del mismo chocolate usado en su tarta de cumpleaños.

Al llegar al salón, los recibió una escena patética. Entre guirnaldas y confeti, un aterrorizado Wei WuXian se había encaramado a lo alto de un sillón para protegerse del pequeño husky que le miraba y le ladraba, moviendo la cola con curiosidad. Alertado por los gritos, Jin ZiXuan había llegado al la habitación casi medio minuto antes, y ahora tenía al perro en brazos. Miraba a su cuñado con una mezcla de compasión y burla, como si tuviera sentimientos enfrentados.

-¡A-Xian! Perdona, tendríamos que haberle llevado con Jin GuangYao, pero A-Ling no quería separarse de Fairy.

-Normal. -Masculló Jiang Cheng con una nota de viejo rencor-. Los niños no suelen querer separarse de sus mascotas.

-A-Cheng.

-Me callo.

-¡¿Por qué nadie me dijo que había un perro?!

-Porque sabemos como te pones cuando hay perros de por medio. -Bufó su hermano-. Además, lleva teniéndolo un año ya y ni te habías dado cuenta.

-¡No! ¡Y era más feliz sin saberlo!

-Pues eso.

-Ay... ¡alejadlo de mí!

Por supuesto, nadie pretendía acercarle a Fairy a ver qué pasaba. Bajo las órdenes no verbales de su esposa, Jin ZiXuan se llevó al perro de allí. Solo cuando estuvo fuera de la habitación, Wei WuXian se permitió bajar del sofá. Por suerte todavía era un cachorro y, dentro de lo posible, las crías no le provocaban crisis de ansiedad, ni las crías ni los perros pequeños. Solo le ponían tremendamente nervioso y le daban ganas de gritar. Ante la imagen de su hermano refugiándose de forma casi instantánea en los brazos de su novio, Jiang Cheng pusó los ojos en blanco. Oh, no, ahora se pondrían melosos y amorosos, lo que le faltaba por ver.

-Lan Zhan, Lan Er-gege, abrázame, protégeme.

-Te estoy abrazando.

-¡Abrázame más fuerte!

-Te estoy abrazando fuerte.

Y, sin vergüenza ninguna, esa conversación de pareja acaramelada que tantas arcadas le daba al matemático, acabó con ellos dos besuqueándose y con su hermana mayor riendo tan tranquila. Lo que hay que aguantar.