Kissing [WangXian] [Mo Dao Zu Shi fanfic]

47 - A kiss out of spite

De los tres hermanos, Wei Ying fue el segundo en llegar. Era comprensible. Después de todo, Jiang Cheng había salido a las cinco de la mañana de casa directo a la funeraria.

Allí todavía no había nadie, ni amigos de la familia ni otro tipo de allegados, solo Lan XiChen esperándolos fuera, en la puerta. Por la expresión grave que distinguió en su rostro a través de la ventanilla del coche de Lan Zhan, su hermano debía estar dentro, solo. Siempre le gustaba estar solo en los momentos difíciles —a ambos en realidad, lo llevaban en la sangre aunque esta no los relacionase— y, sin embargo, Wei WuXian era consciente de que no debería estarlo. Desde luego, lo que menos quería era que su hermano menor se autodestruyese delante de los ataúdes de sus padres.

Nadie debería estar solo en un momento así.

Un ruido sordo precedió a su salida del coche. Lan Huan los miró con compasión, sobre todo al de ciencias. Wei Ying odiaba la compasión con toda su alma, detestaba esa mirada de lástima. Sabía que su cuñado no lo hacía con mala intención ni mucho menos, pero las ganas de gritarle —de gritar en general— estaban ahí, apretándole la garganta. También sentía las de llorar, pese a que ya había derramado suficientes lágrimas como para inundar el desierto. Le ardían los ojos y el corazón, y sentía que la corbata le ahogaba. En su interior, su sangre bullía con una rabia cuya razón no llegaba a entender. Probablemente estuviera pasando por esa fase del duelo en la que las emociones te desbordan tanto que lo niegas todo y te revuelves de forma violenta contra quien intenta ayudarte. Por suponerlo intentaba mantenerse calmado, pero su rictus no dejaba de agriarse cada vez más ante las expresiones pesarosas de su novio y del hermano de su novio.

-WangJi, Wei WuXian. -Saludó solemne Lan XiChen con un asentimiento de cabeza-. ¿Cómo estás?

Wei Ying forzó una sonrisa, la más falsa que jamás había esbozado. Frente a unos ojos entrecerrados y rabiosos, el mayor de los hermanos Lan tragó saliva de forma apenas perceptible.

-Todo lo bien que puedo estar. -Murmuró, un poco mas cortante de lo que pretendía-. ¿Y mi hermano?

-Dentro. Ahora mismo solo puede pasar la familia más cercana. Dijo que quería estar a solas con ellos.

-Típico de él. -Por todos los medios posibles, el estudiante de biomédica trató de capar esa inusitada rabia que, después de todo, era un mecanismo de defensa ante la pérdida, una manifestación de la impotencia. Antes de volver a hablar, miró unos segundos la pantalla de su móvil, leyendo rápidamente un whatsapp-. Shijie viene de camino. ¿Podéis decirle que estamos dentro?

-Por supuesto.

-¿No quieres que entre contigo?

Wei WuXian clavó su mirada gris en los ojos de su novio. Refulgían con preocupación, llevaba así desde que se enteraron de la noticia, a su lado, sosteniéndole asustado, con pena y mimo. En la mente de Lan WangJi, él parecía una estatua de cristal próxima al quiebre. Quizá lo estuviera, eso no podía negarlo. Como tampoco podía negar que no hubiese agradecido su presencia, sus reconfortantes abrazos y sus gentiles besos. Su apoyo era indispensable, sí, pero toda esa lástima amenazaba con ahogarle de un momento a otro en su propia autocompasión barata. Por eso volvió a obligarse a sonreír y se alargó para besarle en la comisura del labio. Esa clase de besos habitualmente son dulces, suaves y agradables, besos que te dejan con una sonrisa de bobo. Ese no. En ese su sonrisa estaba rota y el semblante de Lan Zhan se oscureció al recibir sus labios. Ese fue rápido y hasta violento, fue prácticamente un beso por despecho, una liberación velada de su frustración.

Pero era un mensaje, y cumplió su cometido.

-Necesito hacer esto solo, Lan Zhan. Es mi hermano, y son mis... mis... ellos me criaron. -Logró decir. Pesaroso, su novio asintió. Le había entendido a la perfección-. Nos vemos en un rato.

Y, sin mirar de nuevo a ninguno de los dos hermanos Lan, entró. Dentro, Jiang Cheng lloraba.