La semana había terminado rápido, era Sábado y se supondría que Sophia volvería de sus vacaciones, habíamos quedado en que iría por ella al aeropuerto y estaríamos juntas el resto de la tarde en mi casa.
Por lo mientras yo permanecía lo más cerca de mi vecindario. Acompañaba a mamá a comprar cosas de la casa, a hacer un poco de comida, y gracias a que hacíamos juntas las labores podíamos terminar más rápido y nos daba tiempo de ver televisión o simplemente descansar, especialmente ella.Esta vez nos encontrábamos en el supermercado comprando el resto de la comida que faltaba para la semana, terminando esto iría al aeropuerto para encontrarme con mi amiga.
—Lleva algo para comer con Sophia —sugirió mi mamá mientras pasábamos por el pasillo de botanas.
Yo negué.
—No, lo más probable es que pasemos por pizza o algo cuando vengamos a casa.Mi madre solo asintió y seguimos recorriendo otros pasillos más por un buen rato, hasta que terminamos nuestras cosas casi un ahora después.
Le ayude a llevar las cosas a casa y colocar cada producto en su lugar, muchas veces ella llegaba a ser muy perfeccionista.
—¿No quieres que te lleve? —me preguntó mientras me arreglaba un poco antes de salir.
—No te preocupes —sonreí—, descansa un rato. No creo tardar mucho, además regresaremos con sus padres, tranquila.
Mi mamá dio un suspiro y dejó caer su cabeza en el respaldo del sillón.
—Bien, tienes razón —cerró los ojos. No me gustaba dejar a mamá en casa haciendo mil cosas y media mientras yo estoy afuera pasándola bien—. Ten cuidado, ¿si?—Claro que si —sonreí.
Tomé mi monedero que se encontraba en la pequeña mesa de centro de la sala y mis llaves para luego salir de casa y dirigirme como hace unos días, a la parada del transporte.
Mientras caminaba observé la casa donde se encontraban los nuevos vecinos. No eran muy ruidosos, quién sabe si estarían adentro, aún no habíamos tenido la oportunidad de ver a alguno de ellos, eran misteriosos, supongo, o tal vez salían cuando todos estaban dentro de sus casas.Al llegar a la parada y subir al camión me sorprendió ver que tan lleno estaba. Si aquel día que viaje iba lleno, esta vez iba peor ya que era fin de semana. Esta vez no alcanzaría lugar, las ventanas no parecían estar abiertas y el autobús llevaba un horrible olor a sudor que se acumulaba con el paso del recorrido.
De todos modos es aeropuerto no estaba tan alejado y en unas seis paradas yo bajaría.Cuando esto sucedió estuve a nada de no poder salir del transporte. Nadie me permitía acercarme a la puerta, parecíamos una caja de sardinas o de colores de madera, y muchas pasajeras se molestaron porque tuve que empujarlas bruscamente para poder salir y una que otra no perdió la oportunidad de ofenderme.
El aeropuerto quedaba justamente frente de la estación por lo que fue muy poco lo que tuve que caminar para entrar al enorme lugar y para mi suerte al llegar a la terminal faltaban como unos cinco minutos para que salieran del avión.
Cuando vi a Sophia salir de inmediato me llenó de felicidad reencontrarme con mi mejor amiga, había sido poco tiempo lo que se fue pero para mí había sido una eternidad. Era terrible no tener con quien salir o no estar en casa sin hacer nada con ella.
—¡Al fin volvemos a vernos! —gritó emocionada mientras me abrazaba—. Te extrañé.
—Y yo a ti, como no te imaginas —respondí mientras nos separamos—. No sabes que aburrido fue estar en ese lugar sin ti.
—Pues ya llegó la salvación de tus problemas —colocó sus manos en su cintura.
Tal y como habíamos quedado, primero fuimos a su casa para que bajará y desempacara algunas cosas y luego salimos en dirección a mi casa.
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BLOOD | Finn Wolfhard×You
FanfictionCuando te vayas, no quiero intentarlo. Y si te quedas conmigo, estaré bien porque tu amor me está molestando. Dime, ¿cómo te volviste tan celestial? Hay algo sobre ti, bebé. No hay nada como la forma en que me elevas. Tienes un corazón del cielo...