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Miré a Jack con los ojos entre cerrados y cruce mis brazos.
Estaba dispuesta a escuchar lo que sea que fuera a decirme, pero no planeaba llegar tarde a otra clase o a perderla.

—Si vas a hablar que sea rápido —le dije en un tono agresivo— no pienso perder otra clase.

Él asintió y podría incluso decir que estaba temblando. Parpadeaba muchas veces.
—Seré breve —respiró profundamente y comenzó—. La razón por la que no quería que estuvieras con Wolfhard era también porque estaba celoso —¿qué él que?— me has gustado desde hace tres meses y creí que podría haber tenido una oportunidad, por eso me comporte como...

—Como un patán y un idiota —termine su frase. Él únicamente apretó los labios—. Definitivamente no me esperaba esto pero agradezco que hayas hablado —baje la mirada hacia mi celular, tenía tres minutos para llegar a mi clase—. Hablemos otro día con calma, voy tarde a mi clase.

Pase al lado de él y golpe su hombro con el mío con poca fuerza para después salir del salón y dirigirme a mi siguiente clase casi corriendo.

[...]

Después de tantos días como acostumbraba estaba regresando a casa junto a mi mejor amiga. Había extrañado pasar más tiempo con ella, más de los treinta minutos que teníamos en el receso y eso algunas veces.
Me sentía mal por últimamente estar alejada de ella, Sophia nunca me ha dejado durante los cuatro años que llevamos de amistad; en cambio siento que yo la he estado haciendo a un lado y definitivamente no es justo.
Pero me alegra saber que no está sola, tiene tantas amigas, incluso más que yo. Era muy amiga de Millie, Sadie y sobre todo de Maya. Ellas también eran mis amigas, pero ninguna era tan especial e importante como Sophia.

—Entonces —habló ella para llamar la atención mientras caminábamos por la larga calle de nuestro vecindario— cena el Sábado en casa de los suegros, ¿Eh?

Ambas nos miramos fijamente y segundos después no logramos mantener las risas. Extrañaba tanto momentos como estos. Debo admitir que Sophia tiene la risa más encantadora y contagiosa del mundo.
—Creo que aún no son mis suegros —me encogí de hombros— pero si, habrá una cena el Sábado con sus padres.

Ella apretó su sonrisa y asentía moviendo suavemente la cabeza.
—Wow —me miró— lo lograste. Pensé que yo iba a ser la primera en ponerse el mandil.

Solté una fuerte carcajada por esto último que dijo.
—Soph —aún seguía riendo— aún no es oficial y creo que para que eso suceda aún falta.

Ella frunció el ceño y me miró. Recibí un golpe en el hombro.
—¡Dios mío! ___, a veces me impresiona lo distraída que eres —negó moviendo la cabeza. Le mire con confusión, sinceramente no entendía de que me hablaba, vaya que si era distraída— ¡Ay mujer! —se quejó— ¡Es obvio! Si te esta llevando a su casa a conocer a su familia es porque ya es oficial —se acercó bruscamente a mi y susurró— o tal vez lo hará oficial ese día.

Y entonces pensé bien las cosas.
Finn había hablado con sus padres sobre mi, ellos le sugirieron la cena. Por lo tanto lo aceptan en cierto modo.
Todo tenía sentido.

—No te mentiré, tienes razón —dije fingiendo seriedad ante la situación y ella sonrió victoriosa— pero de igual manera puede no ser acertada esta teoría que tu misma sacaste.

Sophia soltó un quejido y puso los ojos en blanco.
—¡Cómo quieras mujer! Ya no diré nada.

Seguimos caminado esta vez sin decir nada. Nuestro paso no era acelerado, íbamos con mucha calma y era la primera vez en el camino donde permaneciamos en silencio, el resto no la pasamos charlando.

BLOOD | Finn Wolfhard×YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora