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—Jack es con quien mejor se lleva —dijo Wyatt—. Si, Jaeden y yo lo conocemos, pero todo es gracias a este enano.

Íbamos hablando mientras caminábamos hacia mí casa. Tendría que irme acostumbrando a hablar de Finn cada que viera a mis amigos, quien sabe cual sea la obsesión que tienen con él.

—Entonces todos se drogan ¿verdad? —dije tratando de cambiar el tema.

—¿Qué? —respondieron los tres al mismo tiempo.

Sonreí.
—Digo, creo que no conocen a Finn nada más porque es un tipo agradable, bien me dijo Jack que él no es un chico de mcucjad relaciones, lo cual me hace pensar que los tres se han drogado.

Definitivamente no esperaban a que me diera cuenta de ese detalle.
—Tranquilos, no los juzgo. La verdad si se drogan no esta mal, alguna vez tendrían que hacerlo, incluso tal vez lo haga yo algún día. No lo sé. Somos adolescentes, nada nos debe importar en estos años.

Ninguno dijo nada. Eso bastó para comprobar lo que había dicho, los conocía tan bien que a este momento sería muy difícil engañarme.

Al llegar a mi casa les agradecí por haberse tomado el tiempo de venir a dejarme, y que me dio gusto estar un pequeño tiempo con ellos.

—¿Podemos evitar hablar de él siempre que nos veamos? Es incómodo —pedí cansada y harta.
Los tres asintieron casi de inmediato.
—Gracias —sonreí un poco —, nos vemos mañana.

Entré a mi casa, normalmente suelo despedirme de alguien antes de cerrar la puerta, pero estaba vez no fue así. Quería evitarlos por lo que restaba del día. Probablemente Sophia vendría a verme en un par de horas

Estaba cansada, más de lo normal. Al entrar a mi habitación y aventar mi mochila al suelo, me tire a la cama y me dormí casi de inmediato.

A los veinte minutos aproximadamente mi teléfono recibió una llamada. Sophia. No quería responder la llamada, pero si no lo hacía estaría muy insistente marcando todo el día hasta que respondiera y prefería evitarme una discusión con la pelirroja.

—¿Qué pasó? —dije cuando respondí la llamada.

—Estoy afuera de tu casa —respondió—, ¿puedes abrirme?

Con calma me reincorpore en la cama para evitar un mareo y caerme.
—Bajo enseguida.

Con cuidado de no dar un mal paso, bajé las escaleras y abrí la puerta de mi casa. Sophia sonrió inmediatamente al verme y me dio un abrazo que, a decir verdad no esperaba.

—Lamento no estar contigo hoy en la escuela —dijo cuando nos separamos—¿Cómo estás?

Después de cerrar la puerta regresé a mi habitación junto con mi amiga y ambas nos sentamos en mi cama.
—Estoy bien, ¿y tú? —respondí.

Sophia negó.
—Tu respuesta no es nada convincente, dime, ¿los chicos te hicieron algo? —preguntó en un tono serio. Cruzó los brazos mientras me miraba fijamente esperando una respuesta.

Yo negué.
—No me hicieron nada, simplemente me hicieron preguntas y comentarios muy incómodos sobre Finn.

Ella soltó una risa.
—Déjame adivinar —decía la pelirroja —. Te sacaron el cuento de que no te conviene salir con él; puede ser peligroso.

Reí mientras asentía.
—¿También te lo dijeron? —ella asintió—. Que idiotas —rodé los ojos.

Después de unos segundos de permanecer en silencio, Sophia volvió a hacerme una pregunta.
—Entonces, ¿si te gusta?

Sabía bien de que me hablaba. Sólo a Sophia le soportaba que hablara de él.
—Te lo dije, hay alguno en él que me atrae... Demasiado, es una atracción muy rara.

Mi amiga sonrió.
—Si no te importa lo que digan Jack, los chicos y, literalmente el resto del mundo deberías tratar de tener algo con él.

Yo asentí, era lo que he estado tratando de hacer desde que lo vi, simplemente no he encontrado el momento u oportunidad para poder hablar bien con él, solo Finn y yo, frente a frente sin ventana alguna, sin discreción.
—Sólo debo encontrar el lugar y el momento —le dije.

Sophia se acercó a su mochila y sacó una hoja de color azul de esta, la cual ya estaba bastante arrugada.
—Ese no será problema —me acercó la hoja, o mejor dicho, la invitación a la fiesta de bienvenida nada más y nada menos que en casa de Maya Hawke, una de las chicas más populares de último año—. Todo el mundo irá, invitalo.

Me quedé mirando la invitación, tal vez no sea mala idea lo que Sophia me sugería.

[...]

La fiesta era hoy, viernes y toda la escuela parecía estar ansiosa por ello. Maya Hawke era muy popular y venía de una muy buena familia y no era la primera vez que la rubia hacía una fiesta. A todo el mundo nos caía bien, pues no era la típica chica popular que se sentía más que el resto, no era una Regina George o una Heather, era sumamente agradable y se llevaba bien con todos, o al menos la mayoría. Por lo tanto sus fiestas siempre eran las mejores.

Era receso y yo estaba esperando mi turno en la fila para tomar mi almuerzo. Dirigía mi mirada a distintos lugares de la cafetería tratando de encontrar a Finn. Estaba nerviosa, sumamente nerviosa.

—¿Buscas a alguien? —escuche una voz a mi lado, una voz que me hizo saltar de sorpresa pero a la vez me dio mucho gusto de oír tan cerca. Que casualidad. Gire a verlo y le di una ligera sonrisa— ¿Me dejas entrar a la fila? —susurró.

Di un paso hacia delante y le hice una seña para que se incorporará.

—No te había visto en estos días —dijo– ¿Acaso huyes de mi?

Todo lo contrario, pensé.

—De hecho era a ti a quien estaba buscando —respondí, él me miró sorprendido alzando las cejas—. Hay una fiesta más tarde, ¿quieres ir?

El sonrió.
—¿La fiesta de Hawke? —yo asentí. Ahora era yo quien estaba sorprendida—. No te sorprendas, somos muy buenos amigos. Siempre me invita a sus fiestas.

Cruce los brazos y lo mire fijamente. Di un paso hacia el frente para avanzar un lugar en la fila.
—Wow, tienes muchos amigos.

Me dio una media sonrisa.
—No es así, tengo muchos conocidos y pocos amigos.
Bien dicho, pensé.
—Supongo que iras —dijo.

Yo asentí.
—Así es –di un paso más y tomé una charola para colocar mi comida, el repitió mis acciones anteriores.

—Supongo que te veo en la fiesta.

Respire profundamente al tenerlo tan cerca, cuando me susurraba al oído. Percibí un ligero aroma a cigarro que tenía en su ropa y probablemente también en su cabello.
Suspiré.
—Nos vemos en la fiesta —tomé mi desayuno y salí de la fila para buscar a Sophia.

BLOOD | Finn Wolfhard×YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora