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Regresé a casa junto a Sophia. Recién habíamos bajado del autobús. Estábamos a punto de llegar a la casa de la pelirroja, esta vez no nos reuniríamos en casa de ninguna, pero era bueno ir charlando durante el trayecto.

—Jack conoce al chico nuevo —dije cuando ya no teníamos tema de que hablar.

Me miró confundida.
—¿Jack Grazer? —me preguntó, tenía una ceja levantada. Yo asentí— ¿Y qué te dijo?

Metí mis manos en los bolsillos de mi chamarra.
—Solamente su nombre, se llama Finn —respondí tranquila.

Ella sonrió.
—Bueno, eso es un avance.

Seguimos caminando hasta detenernos frente a la entrada de su casa. Sophia me sonrió.
—Algo me dice que puede pasar algo entre tú y ese chico —comentó antes de darse la vuelta para entrar a su casa. Al ver que no tenía pensado alguna repuesta a su comentario se despidió—. Nos vemos mañana.

—Nos vemos —luego de esto retomé mi camino para ir a casa.

Traía mis audífonos puestos, iba escuchando música a un volumen alto y tarareaba un poco la canción. Tenía la miraba baja, por lo cual no iba tan atenta a lo que se me cruzará en mi camino, estaba perdida en mis pensamientos y en la música. La única manera con la cual pude reaccionar fue después de haber chocado con alguien. Fue un golpe un poco fuerte.

—¡Mierda! —grité. No quería levantar la mirada, sabía con quien me iba a encontrar y definitivamente sentiría muchísima vergüenza. Esta no era la manera en la que planeaba acercarme a él— Lo siento.

Lentamente subí mi mirada y por primera vez pude mirarlo con más cercanía. Podía apreciar a la perfección su rostro, sus facciones. De verdad que tenía algo especial, quién sabe qué, pero su belleza era especial.

Él me sonrió y una vez más sus ojos estaban encima de mí.
—No pasa nada —dijo con calma y un tono suave— ¿Te encuentras bien?

Con dificultad asentí, realmente estaba embobada y posiblemente él ya se había percatado de eso.
—Sí, estoy bien —respondí con dificultad— ¿Tú estás bien?

Él asintió y rió.
—Estoy perfectamente bien —permanecimos mirándonos uno al otro, estábamos demasiado cerca pero yo no me quería alejar ni un poco. Acercó su mano hacia mí —. Soy Finn.

No podía creer lo que estaba pasando, se estaba presentando. Fue algo inesperado, yo pensaría que después de lo anterior que dijo iba a darse la vuelta y retomar su camino y probablemente yo me iba a quedar de pie en medio de toda la calle impactada por lo que había pasado.

Tomé su mano.
—___.

El tono de su voz era tan suave al igual que sus manos.
—Te conozco —soltó mi mano y cruzó sus brazos —. Eres la de la casa de al lado, somos vecinos ¿verdad?

Guardé mis manos en los bolsillos de mi pantalón.
—Así es —esta vez mi respuesta fue con un tono más seguro, sin miedo a hablar con él. Tenía que dejar a un lado mis inseguridades y ser más abierta cómo me lo había dicho Sophia, tenía razón, siempre la tenía—. Además creo que también vas al mundo Instituto que yo, ¿no es así?

Él tronó los dedos.
—Ya decía yo que no sólo te conocía por ser la chica que me veía desde su ventana al lado de su amiga pelirroja.

Me quedé callada, no sabía qué o cómo responder pero sabía que sería una mala idea demostrar que su comentario me hizo sentir incómoda.
Cruce los brazos y reí.

—¿Qué esperabas? Estás habitando una casa que había permanecido completamente vacía desde siempre —dije con un tono de voz distinto.

Él levantó una ceja.
—Vaya, no sabía eso. Cuéntame más.

BLOOD | Finn Wolfhard×YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora