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La casa era muy moderna y lo he dicho mil veces pero nunca había estado en un lugar así de ese tamaño, si que los Keery era muy privilegiados.
Al dar el recorrido de la casa nos llevamos con la sorpresa de que no era sólo una alberca, si no tres pero la más grande se encontraba abajo cruzando toda la casa -es decir, en la parte trasera-. La alberca igual era muy grande y no se veía muy profunda, las demás se encontraban dentro de la casa, una de ellas era más pequeña, cuadrangular y estaba en una terraza, en el primer piso de la casa y la tercera estaba en la parte más alta de la casa, en el techo, ocupaba casi toda el área del techo pero creo que esta última era más jacuzzi que nada. Habían varias habitaciones, tal vez unas cuatro o seis -todas éstas se encuentran en el primer piso, donde ahí mismo está la habitación de Joe y sus padres- y cuatro baños en total, dos en la planta baja, y dos en el primer piso -y por lo que Joe nos cuenta, su habitación y la de sus padres también cuentan con uno-.

-Escuchen chicos, no veo muy conveniente que se queden a dormir aquí -decía el anfitrión-, no lo digo porque no quiera, todo depende de ustedes, ¿Si? -todos asentimos para que siguiera hablando- Tengan en mente que vendrá mucha gente, tanto amigos de la escuela como amigos que tengo por acá y de otros lugares, será una locura...

-¡Al grano, Joe! -le interrumpió Natalia.

-¡Bien! -gritó Joe- Muchos se meterán a las habitaciones a tener sexo, drogarse y no sé, estas fiestas son una locura -Cruzó los brazos mirándonos-. Si ustedes no tienen problema con eso pueden quedarse, pero si lo tienen no se preocupen: tengo mis contactos y les puedo conseguir una habitación en un hotel cerca de aquí. Como ustedes gusten.

Todos volteamos a ver a Maya, de ella dependía esa decisión, lo que nuestra amiga dijera se va a hacer. Ella veía a Joe pensando en su respuesta con la mirada de todos los presentes encima.

-Será mejor acordar eso más tarde, no sabemos cómo se va a poner la fiesta, ¿Están de acuerdo?

Joe asintió.
-Como ustedes quieran, por lo mientras pueden dejar sus cosas en mi habitación. Tienen pase VIP -bromeó-. Bueno, siganme.

[...]

Joe dijo que si teníamos que arreglarnos o cambiarnos de ropa podíamos hacerlo igualmente en su habitación. Por ahora solo estábamos adentro Jaeden, Wyatt, Finn, Natalia, Charlie y yo. Sophia y Maya habían salido hace rato y ambas dijeron que me iban a estar esperando en la planta baja de la casa, poco tiempo después salió Natalia, dejándome sola con los chicos que en realidad no estaban haciendo nada más que charlar. Jaeden y Wyatt se habían cambiado tiempo antes, se pusieron su traje de baño y se dejaron una camisa ligera, Charlie y Finn se quedaron con la misma ropa al igual que yo.
De repente hubo un silencio que fue bastante incómodo, me sorprendió ver que todos me miraban como si estuviesen esperando a que me fuera, pero la mirada de Charlie era más rara, miraba más a Finn que a mi.

-Charlie, ¿Puedes venir un momento? -le pidió Finn amablemente al mencionado y este se acercó a él.

Los dos se fueron a la puerta del baño, Finn aún llevaba su mochila y observé que tenía su mano dentro de esta mientras buscaba algo dentro de ella. Me di la vuelta y mientras Wyatt se acercó a mi.

-Me sorprende que no hemos hablado en todo lo que va del día -dijo él junto a mí- ¿Tu novio es celoso?

Lo mire de reojo, pues era más alto que yo.
-No, sólo pensé que sería un poco incómodo hablarte, tomando en cuenta que eres muy amigo de Jack -respondí con seriedad.

Me distraje de la incomoda conversación que estaba teniendo con Wyatt al oír de parte de Charlie un "Gracias amigo" mientras se alejaba de Finn y salía de la habitación.
Miré a mi novio, me hizo una seña para que me acercara a él y así lo hice, me aleje de Wyatt sin decir una sola palabra. Finn abrió la puerta del baño, me tomó de la muñeca y me jaló para entrar al baño con él. Cerró la puerta con seguro.

BLOOD | Finn Wolfhard×YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora