Si de por si los domingos ya me estresaban, eso había empeorado aún más gracias a la charla que había tenido horas antes con Finn. No pude dormir, no podía sacar de mi cabeza todo lo que habíamos hablado él y yo. No era tan fácil.
Eran apenas las seis de la mañana, sentía los ojos cansados y mis ganas de querer dormir empezaban a aparecer. El sol recién empezaba a salir.Ayer en lo que resto del día no llame a Sophia, había quedado en ir a verla pero fue algo que ya no logré hacer, por lo que sería bueno llamarla ahora, probablemente esté enfadada conmigo, o tal vez no.
Decidí que sería mejor enviarle un mensaje. Si esta dormida no quiero molestarla.
Hola, ¿qué tal todo? :)
Probablemente respondería hasta tarde, era algo a lo cual me había acostumbrado. Sophia y yo no solíamos charlar mucho por texto, la mayoría de las veces era por llamada o decidimos esperar hasta vernos frente a frente.
Estaba cansada, y no creo que haya algo de malo con que duerma al menos unas dos horas que me tengo bien merecidas.
[...]
Al despertar por segunda ocasión ya eran las diez. Seguía con un poco de sueño pero ya era menos que la primera vez. Se escuchaba ruido desde la cocina y sin pensarlo dos veces bajé.
Como de costumbre mis padres estaban ahí, recién comenzando a desayunar para mi buena suerte. No pensaba pasar otro día sin comer.—Buenos días —aparecí como un día antes lo había hecho, esperando a que esta vez las cosas sean diferentes.
—Buen día —respondieron ambos al mismo tiempo, lo cual me hizo sonreír y sentirme mucho mejor.
Tomé un plato de la repisa de los trastes y me senté junto a ellos. Después de analizar todo lo que había en la mesa tomé un poco de huevos revueltos y tocino, acompañado de jugo de naranja.
—¿Ya no estás enojada? —bromeó mi padre.—No —respondí y le di un trago a mi jugo—, ¿y ustedes?
Mi padre rió.
—No, ya pasó todo.Evitamos charlar sobre lo que había pasado el día de ayer, y por suerte jamás mencionaron algo sobre anoche, si que fui muy cuidadosa, pues parece que no notaron nada, y si fue así están evitando tener otra discusión conmigo.
Cuando terminamos de desayunar los tres nos pusimos a ordenar la cocina. Mi padre lavaba los trastes, yo guardaba todo lo que estaba fuera de su lugar y mi madre limpiaba la mesa.—Ya que las cosas están más tranquilas —comenzó a hablar mi madre— ¿Por qué no le hablas a Sophia y le dices que venga?
Voltee a verla.
—¿Puedo? —pregunté mirándola, pues no creía por completo en lo que estaba diciendo.—Claro —sonrió.
Subí corriendo a mi habitación y tomé mi celular para llamarle. Ya eran más de las once, tendría que estar despierta.
—¿Hola? —respondió con trabajos. Seguramente estaba desayunando.
—Iré al grano ¿quieres venir a mi casa? —hablé rápido.
Escuché como si hubiera azotado en la mesa algo, tal vez un tenedor o incluso su vaso.
—Llegó en diez —y cortó la llamada.En cuanto terminó la llamada quite mi pijama lo más rápido que pude y me puse casi la misma ropa que traía puesta el día de ayer. Arreglé mi cama y me maquille un poco. Pará cuando terminé Sophia ya había llegado.
Mi mamá fue quien la dejó pasar y la pelirroja se dirigió directamente a mi habitación.
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BLOOD | Finn Wolfhard×You
FanfictionCuando te vayas, no quiero intentarlo. Y si te quedas conmigo, estaré bien porque tu amor me está molestando. Dime, ¿cómo te volviste tan celestial? Hay algo sobre ti, bebé. No hay nada como la forma en que me elevas. Tienes un corazón del cielo...