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En ese momento yo no lo sabía, pero sólo era el comienzo de un grave error. Me había enamorado de una persona de la cual tenía poco tiempo de haber conocido, y le ofrecí mi vulnerabilidad sin que yo me haya dado cuenta de eso. Accedí tan fácil y no me importaron las consecuencias en ese momento. Pensé que era por amor.
Era joven jamás había experimentado el amor de manera tan completa como en algún momento él lo llegó a hacer. Y yo solamente buscaba escapar de mi vida aburrida y apareció él por arte de magia a salvarme de eso.
Pero como dije: eso era lo que pensaba y creía por ser demasiado joven y estar enamorada.

[...]

—De verdad no creí que fueras a aceptar —dijo Finn aún emocionado cuando nuestro beso terminó— ¿Pero por qué? ¿Estás segura de que quieres arruinar tu vida? —ambos reímos.

—Finn —le llamé para que me mirara a los ojos. Tomé con mis manos su rostro— lo único que quiero es estar contigo, cueste lo que cueste.

Acercó su rostro al mío y dejó un tierno beso en mi frente.
—Gracias —juntó nuestras frentes— quiero estar contigo, y la verdad es que no creía soportar que dijeras que no.

Y la verdad es que mi respuesta estuvo a nada de ser un "No", pero si me preguntan que fue aquello que me hizo cambiar de opinión al último momento de manera drástica, sinceramente ni yo lo sé.
—¿Nos vemos mañana en clases? —le pregunté antes de que me retire.

Él asintió.
—Claro. Tenemos mucho de que hablar.

Me alejé de él sin dejar de sonreír y regresé a mi casa.

[...]

Todo lo que resto de ese día pasé cuestionandóme si fue correcto o no lo que había hecho. O ¿qué habría pasado si mi respuesta hubiera sido "No"? ¿Se habría alejado por completo de mi? ¿Podría haber vivido con ello?
Tal vez me haya arrepentido, pero de igual manera es algo que podría estar sintiendo ahorita. No lo quiero aceptar.
Pensaba de sería fácil, pero la cosas se complicaron después de un tiempo. No mucho, pero ocurrieron cosas.

[...]

Lunes. La rutina de todos lo días para ir al instituto.
En clases me encontré a Jack, traté de acercarme a él con normalidad pero él trataba de evitarme. Lo noté porque desde que entré al salón de clases se cambió de lugar, lejos de mi, pues nos sentábamos juntos.

—¿Qué pasa contigo? —le pregunté mientras el guardaba sus cosas en su mochila. La clase ya había terminado.

—¿De qué hablas? —respondió con tono cortante.

Cruce mis brazos y lo mire fijamente.
—Creo que estás enojado conmigo —dije.
Y claro que debía estarlo, tiene derecho. Es obvio que me vio en la fiesta con Finn.
—Me viste el viernes.

—Oye, tienes derecho a hacer con tu vida lo que quieras, en serio ___ —tomó uno de sus audífonos y lo acercó a su oído—pero me preocupas. Wolfhard es alguien con quien no te conviene estar, aléjate de él.

Jack sabía de todo lo que Finn me había contado, y está clara la razón por la que no quiso darme tantos detalles.
—Demasiado tarde para eso —dije entre dientes detrás de él que comenzaba a salir del salón, pero logró oírme.

Me miró de reojo y negó con los labios apretados, incluso podría decir que me miró con cierto odio, o es que era demasiado su enojo.
—Has lo que quieras —decía mientras se alejaba—. No te tengo que estar salvando de todo, como siempre.

Era mi mejor amigo y entendía su enfado, sólo quería protegerme de algo que yo ya estaba enterada y había aceptado los riesgos. Era mi vida y por mucho que él me quisiera no puede decidir sobre mi, o decirme que debo o no hacer, con quien si puedo o no estar.

Me encontré con Sophia en los pasillos cuando me dirigía a la cafetería. Juntas nos formamos en la fila para tomar nuestro desayuno.
Los lunes la fila llegaba a ser más larga que los otros días e incluso la comida llegaba a terminarse antes de que el receso concluyera.
Cuando obtuvimos nuestro almuerzo fuimos a sentarnos a una mesa, sólo ella y yo.

Le conté lo que pasó con Jack y ella me dio la razón respecto a lo que yo creía que mi amigo había visto.
—Si, de hecho Wyatt le contó a Jaeden que Jack estaba muy enojado esa noche, además de que estaba un poco ebrio —me contaba mientras al hablar movía su tenedor en diferentes direcciones.

No respondí nada.
Mientras comíamos en silencio nuestro desayuno sentí que alguien se sentaba junto a mí y pasaba su brazo al rededor de mi cintura. Giré a verlo y ahí estaba Finn. Sophia mantenía su mirada fija en nosotros.
—¿Qué tal?, ¿Cómo están? —dijo dirigiéndose a ambas.
Sophia respondió con un "Bien" y continuó con su desayuno.

Siempre que yo tenía un novio o estaba en proceso de conocer a un chico, Sophia era demasiado cortante con ellos cuando se le acercaban a hablarle. Entendía que la intención de los chicos no siempre era mala, querían dar una buena impresión y ser amable con la mejor amiga, claro.
Pero Sophia decía que era una manera por la cual ella demostraba su desinterés en todos esos chicos, marcar una línea. Es difícil que un chico se gané a Sophia, a Jaeden le costó y le seguirá costando.

—No es personal —le dije a Finn, hablando de Sophia— siempre es así con todos los chicos que he salido.

Él sonrió apretando los labios.
—Te espero en la parada del autobús a la salida, ¿De acuerdo? —como respuesta únicamente asentí.
Luego de esto se puso de pie y desapareció de nuestra vista.

Cuando volví a poner toda mi atención en Sophia ella estaba riendo como loca.
—¿Qué sucede contigo? Estás loca —me reí.
Cuando calmó su risa, respiro profundamente y repitió las mismas palabras que le había dicho a Finn sobre la actitud de Sophia, intentando hacerlo con mi tono de voz.
—Yo no hablo así —me quejé.

Sophia alzó los hombros.
—Supongo que tendré que ver con quien me regresaré más tarde —dijo tratando de fingir lástima por ella misma—. Tal vez deba llamarle a Jaeden, ¡Demonios!

[...]

Cuando sonó el timbre dando a entender que el día había terminado todos salieron corriendo de las aulas y el pasillo principal siempre estaba lleno y era muy difícil esquivar a todos. Uno debía ser muy tolerante y paciente para estar dentro de toda la multitud.

Cuando logré salír me dirigí a la parada del autobús, probablemente Finn llegaría un poco después tomando en cuenta el desorden de donde acabó de salir, pero para mí sorpresa cuando llegué a la parada él ya estaba ahí.

—¡Wow! —dije llegando— Lamento si te hice esperar mucho, es muy difícil salir rápido de ahí, especialmente si es lunes.

—Lo sé —respondió riendo—, siempre me salgo un poco antes de mi clase para evitar todo eso. Odio las multitudes.

No me sorprendío cuando dije que prácticamente se escapaba de clase solo para salir temprano, pero definitivamente es algo que no me he atrevido a hacer.
—Que rebelde —dije en tono de burla.

El autobús nos tardaría mucho en llegar, a esta hora es cuando más comienzan a pasar por la hora de salida, y muchos usamos el transporte.

—Eres demasiado buena —comentó—, espero no arruinar eso en ti.
Yo negué y reí, pero preferí no responder a su comentario. No permitiría que alguien me cambie, y de igual manera no soy una persona que sea pura bondad. Claro que como todos, tenemos lado oscuro, creo yo también tengo el mío.
—Quiero pasar estos días contigo —hablo cuando se dio cuenta que su comentario no iba a recibir alguna respuesta de mi parte—. Quedamos en que íbamos a conocernos más y me gustaría pasar el mayor tiempo posible contigo.

El autobús por fin llegó y juntos subimos a este. No me esperaba que Finn haya tenido la cortesía de pagar ambos pasajes. Fue algo que agradecí y me dio una pequeña felicidad.
Nos sentamos en los asientos más cercanos a la puerta trasera y continuamos nuestra charla.
—¿Y qué quieres hacer? —pregunté.

—Simplemente podríamos ir a nuestro vecindario y estar todo el día afuera juntos —respondió tranquilo.

Yo sonreí.
–Excelente.

BLOOD | Finn Wolfhard×YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora