BLOOD | Finn Wolfhard×You

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Era viernes y en todo lo que resto de la semana no volví a cruzar palabras con Finn, la mayor parte del tiempo me la pase junto a Wyatt y eso me hizo sentir muy feliz, incluso me sentí normal. Como si nada de lo que ha estado pasando existiera.
Pero definitivamente no podía mantenerme alejada tanto tiempo de la situación, por más que yo lo quiera no puedo ser una de esas personas que huyen de los problemas, no. De alguna u otra manera los tenía que resolver y dar la cara.

Me desperté con un mensaje de Finn en donde me pedía que saliendo de clases tenía que volver con él, Eric quería hablar con nosotros pero especialmente conmigo y probablemente tenga algo que ver con el tema de Ray. Tal vez mientras más rápido se resuelva, más rápido me pueda librar de todo esto y así sería más fácil alejarme de Finn; de verdad estaba tomando muy en serio esta decisión.

—Perdóname por lo que te diré, pero cada día te veo peor y eso me preocupa —comenta Wyatt.

Estábamos en la cafetería, era la segunda hora de clases pero el profesor no llegó, nos tomamos la hora para hablar y tal vez adelantar algunos trabajos pendientes.

—Muchas gracias, no tenías porqué molestarte —respondí con pocas ganas—. No tengo idea de cómo logré estar así tres horas en un hospital y nadie me haya dicho nada, probablemente fue porque rara vez voy allá.

Wyatt negó mirándome. Cerró su libro, pero dejó su lápiz en medio para no perder la página que estaba resolviendo.
Cruce mis brazos sobre la mesa y me recargue en ellos.

—¿Qué has decidido?, ¿Vas a seguir con él ó...?

Me encogí de hombros. Dejar a Finn debe ser lo más sano que pueda hacer por mi, pero por otro lado no lo es, no creo posible intentar estar bien luego de dejarlo. Con o sin él sigue siendo lo mismo.

—No estoy segura, supongo que hasta tarde que lo vea decidiré.

Wyatt no parecía muy conforme con lo que estaba diciendo, pero lo ignoré. No iba a dejar que la gente siga decidiendo por mi y hacerme sentir mal por lo que decida o no, aunque sea mi mejor amigo eso no cambiará las cosas.

—¿Y qué tal si él es quien te deja?

Increíblemente eso era algo en lo que nunca había pensado, y ahora que lo menciona creo que sería más doloroso, con eso me da a decir que lo que sentía por mí nunca fue real y jamás le importo lo que yo sintiera.

—No le conviene —negué—, me necesita mucho más de lo que yo lo necesito a él.

Él me miró confundido, claro que no sabía a qué me refería, jamás le conté sobre él negocio y aunque confíe mucho en él no lo haré.

—Yo sé lo que te digo.

°°°

Hace dos meses pasar tiempo con Finn era lo mejor que podía hacer, me brindaba mucha felicidad y el simple de estar fuera de mi casa charlando mientras él fumaba un cigarrillo y yo permanecía mirándolo como si estuviera admirando mi obra de arte favorita en un museo.
Me sentía segura con él, a salvo. Sabía que a su lado nada malo me pasaría porque él estaría para cuidarme y defenderme, empecé a depender mucho de él y no me di cuenta.

Toda mi vida, todas mis decisiones y acciones se tornaban al redodor de él, pensando en sí le agradaría o no, que pensaría él. Lo puse en primer lugar en lugar de a mi misma.
Ahora no sé si todo eso haya válido la pena, tan sólo estar a su lado me aterroriza, ahora no sé de lo que es capaz y lo que pueda hacerme si digo o hago algo mal.

El día de hoy lo veía aún distinto de lo que últimamente ha estado. Sus pupilas estaban dilatadas casi por completo, y sé que él suele ser alguien muy ansioso que no se puede mantener completamente quieto, pero el día de hoy se la pasaba moviendo su mano derecha con mucha velocidad, creo que ni él mismo lo podía controlar y cuando hablaba sus palabras salían tan rápido que apenas lograba entender lo que decía.
Frotaba esa misma mano hacia su nariz como si tuviera comezón y hubiese algo que le molestara.