BLOOD | Finn Wolfhard×You

38

Sábado

Eran las siete de la mañana, no he podido dormir desde ayer por estar pensando en que se supone que deba hacer por sí algo sale mal, algo me dice que las cosas van a empeorar. Pero ya tenía un plan, no me importaba si Finn estaba de acuerdo o si tenía pensado lo mismo que yo, mi plan básicamente trataba de huir lejos de aquí, desaparecer y alejarme de todo aquel que se vio involucrado en esto y conmigo, mis padres, Wyatt, Sophia. Todos ellos ahora corren riesgo por culpa mía y puede que la única forma de salvarlos sea alejándome.

Mientras más tiempo me quedaba quieta creo que peor era la situación. Me levanté de la cama, la arregle lo más pronto posible. Ni siquiera me molesto en cambiarme, no ahora.
Me dirigió a mi ropero, lo abro, regresó a mi escritorio para tomar la silla para así subirme en esta y poder alcanzar una maleta que normalmente utilizo para cuando salgo de viaje. La pongo sobre mi cama, es lo bastante amplia para guardar una buena cantidad de ropa y cualquier cosa que necesite para sobrevivir. Vuelvo a mi ropero y empiezo a tomar conjuntos de ropa al azar, literalmente estoy tomando lo primero que encuentro, ni siquiera me importa si combina o no, si me gusta como me veré en esta ropa. Nada de eso importa.
Solo guardo dos pares de zapatos. Tomo el dinero que he estado ahorrando de lo que he ganado gracias al negocio, estuve a punto de guardarlo todo pero creo que lo mejor es usar la mayor parte de ese dinero para pagar el desorden que he hecho, pero procuro que quede lo suficiente para mi.
Hasta ahora creo que es lo necesario, el chiste de esto es tener algo listo por si es que suceda algo sólo tenga que volver, tomar la maleta y correr lo más lejos posible de aquí.

Pero no puedo irme sin decir nada, sin siquiera dar una pequeña explicación o una breve despedida, ¿Verdad? El hecho de huir y que mis padres se preocupen y abran una investigación en mi búsqueda me preocupa, no quiero que sufran más de lo que deberían.
Entonces decidí hacer algo muy típico: escribir una carta para cada uno de ellos, mamá, papá, Wyatt, Sophia, e incluso una para Finn, por si es que nuestros caminos y vidas van a separarse.
Lo más difícil fue escribirle a mis padres y a Sophia, ¿Cómo te despides de alguien de quien prácticamente ya no existes en su vida?

Las cartas no las dejaría ahora mismo, no estoy segura si deba dejarlas en algún lugar escondido o si llevarlas conmigo y enviarlas yo misma. No estoy segura, pero por el momento las guardaría en la maleta junto mis demás cosas.
Dejé la enorme bolsa debajo de mi cama pero lo bastante cerca para poder tomarla lo más rápido posible. Limpie el resto de lágrimas que salieron de mis ojos y de verdad espero y deseo mas que nunca no tener que usar esta maleta y entregar esas cartas. No quiero y me duele el simple hecho de pensar que hay una gran posibilidad de usarla.

Domingo

Sentía que estaba repitiendo un episodio de mi vida. Me encontraba otra vez en un domingo, despierta a primera hora vistiendo prendas negras y llevando conmigo solo mi celular y una buena cantidad de dinero, sentada en la parte trasera de un automóvil junto a la persona que mas he amado durante los dieciocho años que he vivido.
De haber sabido que involucrarme con él traería todo esto puede que me hubiese alejado por completo de él, pero pienso en todo lo que me haceho sentir, las buenas cosas que hemos vivido y lo mucho que me ha ayudado a crecer y creo que las cosas pasan por algo, que él está conmigo por algo y que nadie más que él me hubiera hecho tan feliz como alguna vez me sentí a su lado.

No me arrepiento se nada, pero creo que lo deje meterse en mi vida más de lo que debería.
Aquí sentada junto a él, mientras lo miró discretamente como intenta evitarme distrayendose viendo la venta y el paisaje, me doy cuenta de que por mucho que yo quiera tampoco puedo odiarlo por completo, y dejar de amarlo será difícil.

¿Quién lo diría? Tiene el rostro y aspecto de ser un ángel, es lo que es, un ángel caído del cielo: con esa belleza incomparable y esa forma encantadora que tiene de hacer sentir bien a la gente y brindarte confianza tan fácil. Ni siquiera yo puedo creer que él se decidió a amarme y permitirme entrar en su vida, en su mundo y ahora creo que le harta e irrita tan solo pensar en eso, pensar en mí.