Mío Para Siempre

Capítulo 16

Kongpob's POV

Observé que los ojos de Arthit se abrían sorprendidos mientras una mirada de emociones pasaban por su rostro. Felicidad, vergüenza, sorpresa y miedo. Eso me preocupó cuando vi a Arthit sentado en la cama. Como yo también imité el movimiento de Arthit y me senté en la cama, no pude evitar pensar si debería haber dado más tiempo para que nos acerquemos el uno al otro. Aunque estaba seguro de mis sentimientos desde que me sentí atraído por él desde la primera vez que lo vi, no se puede aplicar lo mismo a él. ¿Qué pasaría si todavía no se sintiera tan seguro de nosotros? ¿Y si decide rechazarme? Salir con tu jefe puede venir con muchas cosas buenas y malas. Y en este momento mi cerebro confuso no podría llegar a un solo resultado positivo para Arthit si decide ser mi novio.

Seguí tratando de pensar en cualquier positividad que pudiera surgir de salir conmigo al no notar que Arthit se levantaba de la cama. Me desperté sobresaltado cuando escuché que se cerraba una puerta solo para descubrir que estaba solo en la habitación. ¿Era eso un rechazo? ¿Debo salir de la habitación? Pero no quiero hacerlo. Quiero intentar persuadirlo de que sería bueno salir con el CEO de la compañía para la que trabaja, que también es nueve años mayor que él. Pero por mi vida no puedo encontrar un fundamento lo suficientemente bueno. Soy el CEO de una empresa que se beneficia en millones. Mi trabajo consiste en utilizar palabras de persuasión sutil y manipulación suave para hacer el trabajo tanto en la sala de juntas como en cualquier otro lugar, según sea necesario. Pero en este momento, cuando estaba tratando de encontrar una manera de persuadir al chico con el que he estado enamorado durante casi seis meses, que salir conmigo será algo bueno para él, no se me ocurría nada. Es como cuando haces un examen y te encuentras con una pregunta que estás absolutamente seguro de haber revisado antes, pero cuando realmente intentas responderla, dejas un espacio en blanco. El problema es que esta no es una prueba estúpida que no tiene impacto en la gran escala de cosas que importan. Esta es mi vida amorosa, o más bien, falta de ella.

Mientras trataba de encontrar una manera de convencer al niño que ha estado dominando mis sueños durante los últimos seis meses, la puerta del baño se abrió. Gire mi cabeza en esa dirección para ver a Arthit, un Arthit en topless mirando dentro del baño con un cepillo de dientes saliendo de su boca.

'P' Kong, ¿puedes traernos el desayuno? Anoche estaba demasiado cansado para cenar. Podría comerme una ballena.'

No tengo idea de cómo me sentía o si quería seguir convenciéndolo. Todo lo que registró en mi brumoso cerebro es que Arthit estaba en topless y quería desayunar.

'Seguro. ¿Algo que quieras comer? ' ¿Está desnudo por todas partes?

'Umm ... ¿Leche rosa?' Eso me hizo sonreir.

'¿Pensé que podías comer una ballena? '

'Jaja ... no tengo preferencia sobre los sólidos P'. Mientras haya un vaso de leche rosa al lado de mi plato, comeré arena. Con especias sin embargo. '

'¿Entonces algo picante con leche rosa? '

Luego volvió a entrar y me dejó mirando detrás de él. Entonces se me ocurrió algo. Hasta ahora en nuestras interacciones, no he hecho mucho para demostrar el excelente material para novio que soy. Con mis otras citas los habría llevado a cenar y habría ganado y, a veces, incluso los había llevado a la cama antes de decidirme a estabilizarme. Olvídate de las etiquetas. Apenas les dejo pensar que hay alguna noción de permanencia en nuestras interacciones. Porque nunca estuve seguro de ellos o de mí.

Pero esta vez, con Arthit, es como si hubiera vuelto a la pubertad. Soy tan grosero e indisciplinado como cualquier adolescente impulsado por su libido de su corazón. Y Arthit es, con mucho, la mejor y más decente persona que me ha atraído en mucho tiempo. Quiero decir que incluso obtuvo el sello de aprobación de P'Suruchi. Que ninguna de mis otras citas que quería presentarle a P'Suruchi, ni siquiera se acercó.

Entonces, en teoría, debería haberlo tratado como a un príncipe. ¿Pero que hice? Lo abandoné en la primera cita en la que se suponía que íbamos a estar y olvidé contactarlo por más de una semana. Luego tuve que pedirle que hiciera una tarea monstruosa para que mi compañía pueda salvarse y eso frustó con éxito el segundo intento de una cita decente. Claro que había un equipo de personas junto con Arthit y no fue mi culpa. Por el amor de Dios, se supone que soy la contraparte mayor y, por lo tanto, como cualquier persona normal esperaría, siendo el más maduro y responsable. Pero hasta ahora con Arthit no he sido más que un desastre. Y al igual que el ángel que es, Arthit me está dando una segunda oportunidad para demostrar lo buenos que podemos ser los dos. Tal vez a su manera, ¿me está haciendo saber que está interesado pero que no está seguro?

Con ese pensamiento, sentí que mi corazón se calmaba. Una cosa que puedo hacer es lograr objetivos. Y hoy mi objetivo es hacer que Arthit diga que sí. Si Arthit quería ver qué tan bien podríamos estar juntos, eso es exactamente lo que le voy a mostrar. Es mejor que el gatito esté preparado porque no sabrá qué lo golpeó. Arthit, eres mío.

Con mi confianza restaurada me puse de pie. Arthit quería algo picante con leche rosa y eso es lo que va a conseguir. Tan picante que va a llorar de satisfacción.