Mío Para Siempre

Capítulo 27

*A/N Alerta Contenido sexual

Arthit's POV

Nos quedamos así por lo que pareció una eternidad, disfrutando del resplandor de nuestra vida amorosa. Besándonos lentamente y deleitándonos con la belleza del momento compartido.

Fuimos alejados de nuestra burbuja por el ruido de abajo. Parece que P'Jiran está aquí.

'Por lo general, prepara el desayuno para quien se queda en la casa'. P'Kong explicó.

'Entonces probablemente deberíamos prepararnos y bajar'. Dije sin hacer ningún movimiento para levantarme.

Realmente no quería levantarme de donde estaba. Aunque en algunas ocasiones el sol despiadado nos golpearía y nos asaría con su calor.

'Sí. Probablemente deberíamos'. P'Kong dijo.

De repente se puso de pie llevándome con él. Me maravillé de lo fuerte que es para poder llevar un peso adicional como ese. Podía sentir sus músculos moverse debajo de su piel bronceada mientras envolvía mis piernas y brazos alrededor de él para sostenerme.

¿Quién quiere que camine cuando puedo ser llevado por mi novio fuerte?. Puh-olvídenlo.

Sin mencionar que la longitud aún no suave de P'Kong todavía estaba dentro de mí y cada paso que daba creaba una sensación increíble que me hacía apretarlo con mis músculos. Ambos gemimos sintiéndome endurecer de nuevo.

Esta vez, sin llevarme a la cama, me llevó al baño, a la ducha. Apoyando mi peso en sus brazos y en la empujándome contra pared la pared, abrió la ducha. Y con el agua golpeando nuestras cabezas y la piel, me golpeó todo el tiempo mientras sostenía mi peso con sus brazos. Eso también fue bueno, ya que habría perdido la capacidad de estar de pie si los hubiera apoyado. No nos llevó mucho tiempo alcanzar nuestro clímax, arrancando un grito gutural de la garganta de P'Kong.

Me besó con fuerza casi magullando mis labios hinchados por los besos. Luego, lentamente, me dejó ir, dejando que mis pies tocaran el suelo, nuestros cuerpos mojados y desnudos se deslizaron uno contra el otro, nuestros miembros y nuestros latidos aún no se calmaban. Me paré frente a él, con las piernas temblorosas, la mitad de mi peso aún sostenido por mis brazos sobre sus hombros.

'P'Jiran probablemente nos está esperando con el desayuno P'. Probablemente deberíamos bajar. ' Dije tratando de introducir un poco de cordura en mi cerebro disfuncional.

'Hmmm ........' P'Kong murmuró. Ninguno de nosotros quiere ser molestado por el mundo exterior.

Dio un paso atrás y tomó el gel de ducha. Vertiéndola en una rejilla, la frotó hasta que apareció suficiente espuma. Luego comenzó a refregarme

'P'Kong, puedo hacerlo'. Dije casi sin aliento cuando me giró para mirar la pared y comenzó a lavarme la espalda.

'Puedes refregarme la próxima vez Arthit'. Él dijo

'De hecho, espero un enfrentamiento completo. ' Me susurró al oído que me soplaba, haciéndome temblar.

Continuó lavando mi cuerpo desde mis hombros hasta mi espalda baja y luego mis nalgas. Mientras esperaba que él jugara con mi entrada, se la saltó y comenzó a lavarme las piernas. Pasó sus manos a lo largo de mis piernas, separándolas ligeramente para pasar su mano entre ellas. Pero todo el tiempo mientras me estaba lavando metódicamente, no tocó mi longitud, que para entonces estaba completamente erecta. Literalmente me hizo perder la cabeza. Luego puso mi espalda en contacto con su frente. Estaba muy satisfecho de sentir que él estaba tan afectado como yo.

Sin embargo, sin hacer nada sobre el problema muy obvio, procedió a lavar mi cuello, hombros, pecho y abdomen, acercándose peligrosamente a mi dureza pero nunca tocándola. No podía hacer nada más que echar la cabeza hacia atrás sobre sus hombros y gemir en voz alta.

Luego dejó caer la rejilla en el suelo y agarró mi longitud con una mano mientras la otra comenzó a frotar mi entrada haciéndome casi sollozar de alivio. Después de unos cuantos roces me estaba soltando, retrocediendo. ¿Me iba a dejar así? Me volví hacia él con sorpresa.

'Tu turno.' Él dijo. La ahora familiar sonrisa diabólica estirando sus labios y su mano extendiendo la rejilla previamente caída después de haberla recogido. Dice mucho sobre la función de mi cerebro en este momento porque ni siquiera me di cuenta de que la había recogido. Sacudí mi cabeza un poco para aclarar mi cabeza y miré a P'Kong, solo para descubrir una expresión muy engreída decorando su rostro.

'Oh, espera P '. Jugaste con la persona equivocada. '

Tomé el gel de ducha y vertí un poco en la rejilla y lo froté para obtener espuma. Pero a diferencia de P'Kong, me arrodillé frente a él, registrando una expresión de sorpresa en su rostro. Le miré a la cara con la mejor mirada sensual que pude lograr e incluso me lamí los labios. Parece haber funcionado desde que vi que se le cortó la respiración.

Luego incliné la cabeza y comencé a lavarle las piernas. De la misma manera que él me hizo a mí. Acercándose peligrosamente a su orgullosa erección pero nunca tocándola. No le pedí que me diera la espalda. En cambio, me acerqué mucho para que nuestras erecciones se frotaran entre sí mientras le lavaba la espalda. Y todo el tiempo mi boca estaba saludando a las pequeñas protuberancias de color rojo oscuro en su pecho. Lamiendo, chupando y mordiendo. Haciendo gemir a P'Kong y echando la cabeza hacia atrás, empujando su cadera y frotando nuestras erecciones. Pero di un paso atrás y comencé a lavarlo adelante.

Hombros, persistiendo un poco en su pecho y moviendo sus pezones, lavando sus abdominales bien definidos, su cintura, sus caderas, su línea en v ...

Sin ir más lejos, me di la vuelta para lavarme y volver a colocar la rejilla donde estaba.

Un Mississippi

Dos Mississippi.

Tres: con un gruñido animal, me inclinó y embistió dentro con su gruesa longitud llenándome hasta el borde, haciéndome llorar en voz alta. Luego estaba empujando dentro y fuera con sus bolas golpeando mis muslos con la fuerza suficiente para dejar una marca. No tardó mucho. Solo unos pocos empujes y estábamos lanzandonos con gritos de placer.

Pero no fue suficiente. Cerró el agua y nos llevó hacia el lavabo y se paró frente al espejo, todo el tiempo dentro de mí. Luego me miró a los ojos a través del espejo y, mientras mantenía el contacto visual, inclinó la cabeza y me mordió con fuerza el cuello, haciéndome inclinar la cabeza y llorar de dolor.

Luego me inclinó sobre el mostrador y levantó mis piernas por los muslos haciéndome inclinarme hacia adelante. Apenas podía agarrar el mostrador para evitar que me plantara la cara en el fregadero cuando comenzó a presionar sus caderas a una velocidad vertiginosa. Todo lo que pude hacer fue aferrarme con fuerza y gemir y llorar mientras la tormenta de la pasión me sacudía en su turbulenta vista. Luego, como la marea creciente, estaba volando en el cielo, mis oídos resonaban y una luz blanca me cegaba los ojos.

Cuando me di cuenta, los dos estábamos sentados en el piso del baño, yo en su regazo mientras nuestras piernas estaban estiradas delante de nosotros. Ambos estábamos jadeando fuertemente y ninguno de nosotros tenía ni la fuerza ni la voluntad para levantarnos de donde estábamos.

Lentamente bajamos de lo alto en que estábamos y nuestros latidos erráticos volvieron a un ritmo algo normal. Mi cabeza yacía sobre el hombro de P'Kong demasiado cansada para levantarla, cuando me miró y me besó en la boca.

'Dios, ¿qué me has hecho Arthit?' Preguntó sonando casi sin aliento.

Solo pude reír. Me tomó demasiada energía hablar en este momento y no tengo más remedio que respirar. Incluso eso estaba resultando difícil.