Cloe
Si hubiera podido escoger el momento para que existiera un bultico creciendo en mi vientre, sin duda alguna no habría sido este. Luego recuerdo que para ese entonces Brad ya no estaría, y lo descarto, respiro hondo y avanzo. Ahora este bultico es lo más importante para mí.
Sin importar nuestra historia deformada y corta, llena de obstáculos y problemas, terquedad y orgullo, sin importar nada, nunca hubiera deseado a alguien más para ser el padre de mis hijos, para ser el hombre que marcara mi vida hasta el día de mi muerte.
Si alguna vez vuelvo a enamorarme, no será de la misma forma o intensidad. Estoy segura que jamás desearé a alguien con la misma pasión.
Torturaba mi cuerpo cada vez que lo tenía cerca y me resistía a tocarlo, esa tortura la volvía rabia y quería asesinarlo... con mucho amor, pero asesinarlo al fin y al cabo. Formo parte de las personas que tienen maneras peculiares de demostrar sus sentimientos cuando no sabe cómo lidiar con ellos, o le parecen demasiado caóticos, exasperantes y empalagosos. Mucho tiene que ver el enorme y amargo carácter que me cargo.
En caso de Brad, ese sexy y maldito gilipollas, sabía como herirme el orgullo, sabía como darme en los puntos más débiles sin ni siquiera proponérselo. Me conocía tan bien, que sabía como acabar conmigo realizando un gesto, o devolverme la vida con sólo posar un dedo sobre mi piel.
Siempre vivirá en mí su recuerdo, perteneciéndole un espacio grande de mi corazón y donde nunca nadie llegará, donde nunca nadie podrá estar. Me empaña la culpa por no haber tomado mejores decisiones, a pesar de no saber lo que sucedería me arrepiento fervientemente de no haberlo amado más allá del interior. Esos sentimientos deben exteriorizarse o luego será demasiado tarde, de nada valdrá haber sentido tanto.
Me enamoré como una niña tonta desde el primer momento que mi cerebro comenzó a pensar en algo más que no fuera jugar con muñecas. Entre Brad más crecía y más deseaba detestarlo por su encantadora forma de ser, más me enamoraba.
¡Lo extraño tanto!
Quisiera devolver el tiempo y haber hecho que se quedara en casa de mamá haciéndome compañía, abrazándome, besándome, o jodiéndome un poco más la vida... Ahora que ya no está, ninguna justificación me parece suficiente para no haber permanecido a su lado, aunque fuera para molestarme por el resto de los días.
Amaba rabiar por él, me encendía el alma.
Siempre reprobaba la clase de pintura por quedarme observándolo desde la última fila, al igual que odiaba cada niña que se le acercaba, convirtiéndome en algo así como una brabucona para media población femenina. De quien nunca tuve celos fue de Julieth, porque sabía reconocer las miradas tontas y ella jamás lo observó así. Compartía su enorme cariño y amor con mi mejor amiga, pues era ver un par de hermanitos demostrándose incondicionalidad.
Ahora él no está y Julieth parece no querer regresar.
Desde ese horrible día, la calma de la familia Reynolds y la mía, se fue a la mierda. Por varios segundos creímos que todo estaba perdido.
Gracias al imbécil de Landon, un helicóptero perteneciente al gobierno llegó al lugar donde estaba el cuerpo inconsciente de mi amiga, el de Owen y la maldita escoria agonizando por un disparo recibido en el pecho. Por poco y no encuentran donde aterrizar, debieron hacerlo varios metros atrás y luego correr en búsqueda de vida. Las grabaciones realizadas por otro helicóptero que llegó minutos después para reportar lo sucedido, provocó que se me volcara el alma. Ver su lugar favorito envuelto en llamas, sangre a las afueras y cuerpos siendo sacados en camillas cubiertas por una tela blanca... me desplomó de cualquier fuerza para continuar.
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Nunca más un cuento de hadas [Completa]
Romance[+18] Érase una vez una vida perfecta... Con una familia unida, una casa enorme, buena posición económica; mucha inteligencia, buenos talentos, personalidad, belleza; los amigos más incondicionales y el mejor novio... ¿Qué más podría pedirle a la vi...