8 meses después...
Frustrada, triste, animada, feliz, decaída, entusiasmada, furiosa... Creo que he pasado por todos los estados de ánimo, sensaciones y emociones existentes desde que mi cuerpo regresó a la vida, desde que tuve que obligarme avanzar a pesar de todo lo sucedido. No fue para nada fácil.
Recuperar la movilidad y el habla resultó más desgastante de lo que creía, al igual que intentar retomar mi vida como si nada hubiera sucedido.
Tuve varios meses de pesadillas agobiantes en las que Callaghan regresaba por mí, una y otra vez, o en las que me ahogaba en un charco de sangre que no era mía... era de Owen; en otras ocasiones era de papá, mamá o de mis hermanos. También, visualizaba en mi mente la única fotografía clara que tengo de Charlotte y las horribles pesadillas se encargaban de recrear la escena del suicidio, aunque no la recordara en realidad... Era ella colgándose del marco de la habitación mientras una bebé lloraba y aguantaba hambre durante horas, sin embargo, siempre era yo quien llegaba al rescate de esa pequeña.
Allí entendí que no era buena compañía para nadie hasta no retomar mi estabilidad mental, de ser la única que podría salvarme y recuperarme de cualquier situación adversa.
Retomé las citas con el psicólogo para mantenerme en pie y no derrumbarme, hacer lo posible porque la Julieth luchadora y valiente se mantuviera a flote. Incluso, debí regresar al lugar donde todo sucedió para enfrentarme al recuerdo directo y ver cómo papá había comenzado a reconstruirla, entender cómo de algo completamente dañado y calcinado, podía volver a surgir una obra maravillosa y mejor que la anterior. Lo mismo que pretendía hacer conmigo día a día, sin importar que en mí interior hubiera más ruinas que piezas estables, estaba completamente dispuesta a reconstruirlas.
Necesitaba volver a brillar, para así poder brillar junto a otros.
Ayudó muchísimo la noticia sobre la muerte de Callaghan en la cárcel, a causa de una supuesta riña. Sin embargo, debido a una filtración de información de fuente confiable, se confirmó un ajuste de cuentas, venganza de alguno de los ex socios que cayeron por su traición.
Aunque nunca le desee la muerte, fue un alivio dejar de pensar que volvería a salir y me buscaría para dañar a mi familia o a mí.
De vez en cuando hablo con Luke para saber de su estado, está completamente destrozado, incluso dejó la ciudad luego de que su padre terminara en la cárcel y la empresa se fuera en picada. Acepté sus disculpas por ser un títere de su progenitor que lo mantenía en tinieblas, un leve parecido con mi situación, aunque con un mundo de diferencias. Fue horrible para él decepcionarse de tal forma de alguien que amaba por encima de todo y sostener a su madre que lleva una depresión encima. Todavía le da vergüenza hablar conmigo o confiarme sus problemas, pero le he dejado claro que puede contar conmigo cuando lo necesite.
Obligué a mis padres aceptar la decisión de esforzarme el triple para no perder el semestre. Debido a lo sucedido me permitieron presentar clases extracurriculares, trabajos y evaluaciones, a pesar que lidiaba con la recuperación mental y corporal.
Aunque fue una carga bastante grande, luego se convirtió en una inyección de motivación al ver que pude con todo al mismo tiempo. Días de no descansar y retrasar las terapias, pero valió la pena. De esa manera no tuve tiempo para preocuparme por algo más que no fuera "yo". De la misma manera, en los pocos momentos libres, me dediqué afianzar y retomar las clases de música.
No obstante, siempre había momentos en el día que Owen pasaba por mi mente llenándome de una nostalgia que variaba entre la ira y la sensatez. A veces entendía que era mejor no verlo, el sólo hecho de evocarlo hacia que los recuerdos y el miedo fueran más latentes, incluso, cuando dejaba mensajes o enviaba detalles, las pesadillas empeoraban y comenzaba a tener ataques de ansiedad por mantenerlo a salvo de Callaghan, y eso significaba estar lejos de mí... sin importar que lo extrañara como lo hacía.
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Nunca más un cuento de hadas [Completa]
Romance[+18] Érase una vez una vida perfecta... Con una familia unida, una casa enorme, buena posición económica; mucha inteligencia, buenos talentos, personalidad, belleza; los amigos más incondicionales y el mejor novio... ¿Qué más podría pedirle a la vi...