[LOUIS en multimedia]
─¿Qué te sucede? ¿En qué estabas pensando? ─escucho esa voz, nuevamente.
Me arde la rodilla, no sé que hacer... Me angustia llega, por lo ridícula que me debo de ver ahora misma.
Y a eso, sumándose que un simpático chico me sigue mirando. De seguro debe de pensar que estoy psicológicamente loca...
─¿Ahora eres muda?
─Eh... Yo... ─se me corta la respiración y me doy cuenta de que llevo puesto un vestido. Me levanto de inmediato y por poco me caigo. Si no fuera por él, en este momento estuviera de nuevo en el piso. Me sostuvo con un brazo por la cintura.
─Veo que te duele... Ven te ayudo ─yo sólo sigo a su lado mientras me sostiene con su mano derecha─, Déjame ver... ─se agacha y yo siento que me ruborizo─. Tú rodilla... Está sangrado y también el codo ─dijo mientras mira detenidamente mi brazo con su mano libre.
─Yo puedo sola... Gracias ─me suelto de su agarre y me alejo lo más rápido que puedo.
─De ninguna manera, no hace ni dos minutos te encontrabas a punto de terminar en terapia intensiva en cualquier hospital.
─Que exagerado ─bufé.
─¿Exagerado? ─alzó una ceja, y yo desvíe mi vista de sus ojos, eran realmente intimidantes.
─Sí... Y sí me disculpas, me tengo que ir ─hablé con firmeza, para que piense que no me intimida el hecho que estuviera con él.
─No puedes irte así. Debes de limpiar tu herida, apuesto a que debe doler.
─No me duele ─digo negando lo que es obvio. Por supuesto que me duele.
─Por Dios... Sólo admitelo, te duele, ¿no es cierto?
─¿Es una pregunta?
─Sí.
─Entonces, no.
─Perfecto, eres una chica difícil, me gusta.
Yo pongo los ojos como platos, ¿me está diciendo que le gusto?
─En serio, necesito irme.
─Te acompaño ─separó la distancia que había formado cuando me alejé de él.
─No es necesario.
─¿Vives lejos? Porque mi casa queda a dos cuadras de aquí y puedo recoger mi auto para llevarte.
─No gracias, puedo llegar sola ─miro a todos lados y estoy perdida. Es mi primer día en esta ciudad, no conozco nada de aquí.
─Ya entiendo ─me mira y se muerde el labio... De seguro es para no reírse delante mío─. Eres nueva en este barrio, ¿verdad?
Yo no respondí.
─¿En qué barrio vives?
─De hecho no tengo la menor idea, es mi primer día aquí.
¿Por qué tuve que decirlo? Ahora sabrá que estoy perdida y querrá aprovecharse de la situación.
Dios, no permitas que me haga daño.
─Bueno entonces, ¿en qué dirección venías?
─Por allá ─le señalo con el brazo bueno.
─Entonces vamos ─empieza a caminar─. Espero que esté lejos tú casa. Así tendremos tiempo para conocernos ─deja de caminar de golpe y me estrecha su mano derecha─. Mi nombre es Louis, Louis Morgan. ¿Con quién tengo el gusto?
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Lo que siento por ti.
RomanceEmma Johnson, una adolescente con tan sólo dieciséis años, que después de pasar toda una vida trasladándose de ciudad en ciudad, tendrá que soportar otro cambio más en su vida. Aunque para ella, ya se ha hecho un ritual mudarse, ya no quiere seguir...