Lo que siento por ti.

20. Una cita.

~Maratón 1/2~

Perdí la noción del tiempo y también no sabía cuántos pasos había andado hasta ahora. Louis dijo que no confiaba en mis manos, tampoco en mis ojos. Pero que sí confiaba en mí. Era lógico que los ojos y las manos son parte de mí, hacen parte de mí cuerpo.

El sacó un pequeño pañuelo y lo enredó en mis ojos, podía abrir mis ojos, pero lo único que lograría ver era el pañuelo color lila.

Al principio me negué a usarlo, ¿quién sabe? Podía estar con algún tipo de alcohol o incluso alguna sustancia que llegue a percibir el olor e hiciera perder el equilibrio y/o dejarme inconsciente.

Era inevitable hacer varias preguntas. Todas éstas rondaban por mi mente y sin tener respuesta para cada una de ellas. Todo comenzó con 'ir a tomar un helado' yo no sabía qué hacemos aquí, tampoco el por qué. Ser terriblemente curiosa en estos momentos no era fácil, tuve que quedarme al márgen, de todos modos llegaría el momento en cuándo tenía que responder si o si a todas mis dudas.

Tuve la satisfacción de andar de la mano con Louis, de hecho yo desde un principio quise. Lo que tenía en mente era sujetarme en uno de sus brazos, él vio lo que iba hacer entonces actuó de manera rápida y sujeto mi mano. Era algo muy absurdo no poder ver en estos momentos, es decir. Yo quería estar consciente o más bien quería ver como sería la reacción de él cuando estuviéramos agarrados de la mano. Él me privó de eso.

Tenía la certeza de que él también aprovechaba del momento. Algunas veces daba pasos con cuidado porque era evidente que no sabía en dónde estaba, ni que me rodeaba en estos momentos.

─¿Estamos cerca? ─ Pregunté mirando a mi izquierda. Lugar donde se encontraba Louis.

Él no respondió, sólo apretó levemente mi mano izquierda, sin embargo pude escuchar su risa.

─¿Qué es gracioso? ─ Dije con disgusto.

─Tú. Deberías de verte en estos momentos, eres tan adorable. ─ Rozó un dedo índice por mi delicada nariz.

─Créeme, yo sí quiero verme en este preciso momento. ¿Falta mucho? ─cambié de tema.─ Necesito un descanso. Lo más que llego a andar es de mi casa a la escuela. Y rara vez doy de mi parte para hacer ejercicios en la escuela. ─Manifesté mi cansancio.

─No falta mucho, llegaremos en seguida.

Agradecí internamente por haber tenido puesto zapatos bajos, la sola idea de haber podido andar con zapatos de tacón hacía que tuviera más pereza en caminar. Esto debería de acabar rápido.

En el momento en que sentí un objeto estorbaba en mi camino no estuve muy segura si dar el paso o no.

Louis había adelantado algunos pasos por lo que supuse que yo también podía hacerlo, ¿qué es una piedrita?

Mierda.

Estoy segura de que no fue una piedrita, si haya sido eso no hubiera tropezado torpemente.

Aterrize en el suelo cayendo sentada. Quién sabe dónde, las posibilidades de estar en el pasto, en un charco, tierra, incluso en el cemento. Esfumaba que todo momento de 'romanticismo' desapareciera por completo. Si es que era posible que sea algo romántico. Yo esperaba que lo fuera así.

Sin embargo, la mano de Louis seguía sujetando la mía. Él al parecer no lo notó muy gracioso, y para mi fue muy importante eso. Sentí que había tomado asiento conmigo.

En el movimiento, Louis debió soltar mi mano, por lo que tuve la oportunidad de tocar lo que tenía en el suelo, a mi alrededor. Una de mis manos percibió algún tipo de tela.