─No, Alexandra, no tengo novia.
Sentí por todo mi cuerpo un gran alivio, el que él no tenga, era un buen motivo para no dejar de hacerse ilusiones.
─Cuéntame más de ti ─siguió─. ¿Qué hay de ti? ¿Por qué te mudaste de ciudad?
─A mi padre lo ascendieron y bueno aquí va a trabajar... Para mi no es novedad. Ya he vivido en varias ciudades.
─Es algo curioso, por que yo sólo conozco Miami y aquí... Houston. Debes de tener miles de amigos...
─No exactamente... ─por mi mente pasan recuerdos de algunos amigos que tuve hace años.
─Si dices que pronto tendrás diecisiete, ¿te toca el último grado en la escuela? ─preguntó, curiosidad en el tono de su voz.
─Si, y ¿tú?
─También, ¿a qué colegio entraras?
─No lo sé, te lo vuelvo a recordar... ─recalco─, soy nueva aquí ─lo dije en un tono tranquilo para que no se molestara.
─Sí. Ya lo sé. Hay un colegio por aquí cerca... Como a siete cuadras al sur ─dirigió su dedo índice por detrás de mi casa.
─Lo tomaré en cuenta, ¿tú entrarás ahí? ─pregunté con tono de interés.
─Sí, aunque mis padres quieren cambiarme. Pero les diré que tengo un motivo más para quedarme ─sin previo aviso, suena su teléfono, me mira y luego dice─. Disculpa, tengo que contestar.
─Claro ─fue lo único que dije.
Se paró y se alejó unos cuantos metros de mi. Desde donde estaba sentada podía apreciar su perfecto rostro... Realmente era hermoso. ¡Es hermoso! Me corregía mi subconsciente.
Cuando retornó, volvió con una cara apenada.
─Lo siento, pero tengo que irme. Quedé con un amigo en salir ─lo dijo con una cara triste.
─No hay problema, creo que ya has gastado suficiente tiempo conmigo.
─No digas eso, me gustó pasar el día contigo... Si no fuera por él, me quedaría aquí contigo... Toda la tarde ─dijo con una sonrisa en su cara.
─Te entiendo, gusto de verte. Gracias por la visita ─le sonreí, poniéndome de pie.
─Cuando quieras ─citó.
Se paró y entró nuevamente a mi casa para despedirse y agradecer por la comida.
Me despedí de Louis y al cerrar la puerta y voltear. Estaban Lily y mamá mirándome como estúpidas.
─Me agrada este chico... ¿Cómo dijo qué se llamaba? ¿Leandro? ¿Luke?
─Louis ─dijo Lily, muy segura.
─Eso... Louis. Me agrada, es educado.
─Sí... Lo es ─dije con una sonrisa formada en mi boca.
─¿Te gusta? ─preguntó mi hermana.
─¿Qué? No. Recién lo conozco ─porque es la verdad.
─Pero... te gusta ─insistió Lily.
─ No ─lo dije en un susurro, me siento atraída por él, pero no creo que me guste, lo admito.
─Bueno hija, yo te conozco... Y sé qué te gusta al menos un poco. Ve a acomodar tus cosas. Mañana iremos a comprar ropa nueva y también llegaran nuestros autos de Denver.
─Está bien. Nos vemos luego.
Subí a mi habitación y acomodé mis cosas, me duché, luego Lily me hizo una trenza a mi largo cabello castaño y tuve qué soportar a Lily casi toda la tarde diciéndome lo demasiado atractivo que es Louis.
Al terminar de cenar, volví a mi habitación y me quedé mirando el techo.
De verdad creo que me gusta Louis. Es tierno, me gusta como es conmigo.
El vibrador de mi teléfono interrumpe mis pensamientos, y cuando veo es, un mensaje de texto, de Louis.
Me emocioné tanto de ver el nombre de "Louis Morgan" en mi pantalla.
De: Louis Morgan
15 de Agosto del 2016, 20:45 pm.
«Cuando decidí ir a tú casa, nunca imaginé verte en pijama. Buenas noches, Alexandra.»
Sonreí al terminar de leer el mensaje de texto de Louis.
─Buenas noches ─me dije a mi misma.
No quise responder, tengo que demostrarle que no es muy importante para mí.
Puse de vuelta mi teléfono a mi mesita de noche, junto a mi lámpara, y me quedé dormida.
* * * *
Al día siguiente, hicimos exactamente lo que dijo mamá el día de ayer.
Nos fuimos en taxi a recoger nuestros autos y para ser un día sábado había mucho movimiento en la ciudad.
De vuelta a casa yo me vine con mamá, en su auto, y Lily se fue con papá en su auto.
Mamá rompió el silencio entre nosotras y diciendo: ─Me agrada Louis, espero que sean muy buenos amigos.
─No lo creo, él me dijo que aquí las clases empiezan dentro de dos semanas y que él entraría al colegio que queda cerca por nuestra casa.
─Oh, sí... Yo estudié ahí. El lunes iré con tú padre para inscribirlas... Yo creo que él jueves darán su examen de ingreso.
─Está bien ─me emocioné el sólo pensar en si lo vería a él allí.
No sé como lo hizo, pero llegamos a casa con una gran facilidad. Yo creo que todavía se acuerda de toda la ciudad. Ahora pensándolo bien, mamá siempre viajaba. Me imagino que venía aquí.
Terminamos de almorzar y papá dijo qué descansemos y qué en la tarde iríamos a comprar ropa nueva. Era mi oportunidad de cambiar de estilo. Me fijé como unas cinco veces si tenía algún mensaje de texto, perteneciente de Louis. Pero no, no había nada. No tenía ni una llamada, ni tampoco algún mensaje. Me sentí triste pero bueno, qué podía esperar yo de alguien que conocí sólo hace dos días atrás.
Me distraje mucho esta tarde, compré demasiada ropa. A papá cada vez que cambiabamos de ciudad, le daban un bono adicional y ésta vez tocó para comprarnos ropa nueva, no voy a negarlo, necesitaba un cambio de look así que a cada tienda que iba le preguntaba a la señorita quién atendía, qué era lo que estaba de moda... Ellas me mostraban varios atuendos y yo elegía los que más me gustaban.
Lily también se compró mucha ropa pero está vez yo le gané. Yo tenía unas seis bolsas llenas de ropa y ella, por lo que vi llevaba unas cuatro.
Toda la tarde la pasamos de compras, papá no quiso venir, él quería arreglar todo para que el día lunes vuelva a su trabajo.
Cenamos en un restaurante de venida a casa, allí pedimos un plato para llevarle a papá para que comiera en casa.
* * * *
Pasaron dos semanas... Y ya habíamos dado el examen de ingreso Lily y yo. La secretaria dijo que como éramos nuevas, el primer día de clases tendríamos qué ir por dirección a recoger nuestros horarios...
Mañana sería nuestro primer día.
No sabía nada de Louis. Desde el día en que vino a casa, no me mandó ni un mensaje, ni me llamó. Absolutamente nada.
Mañana, un nuevo día. El comienzo de una nueva vida.
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Lo que siento por ti.
RomanceEmma Johnson, una adolescente con tan sólo dieciséis años, que después de pasar toda una vida trasladándose de ciudad en ciudad, tendrá que soportar otro cambio más en su vida. Aunque para ella, ya se ha hecho un ritual mudarse, ya no quiere seguir...