Lo que siento por ti.

14. Sé que te gusta.

Me dirigí a mi casillero, para recoger los libros que voy a utilizar para la siguiente materia que me tocaría. Historia.

En cuanto sostuve mis libros en mano, me fui a la clase.

Dentro de aula, noté que estaba aún vacia, todos deben de estar festejando o planeando lo del baile.

Mala suerte la mía, que el mismo día del baile, es mi cumpleaños.

Entraron poco a poco los alumnos y para mi sorpresa Adriana, Isabelle, Louis y Dylan estaban entre ellos.

Isabelle se sentó a mi derecha y Louis a mi izquierda, Adriana se fue atrás y a Dylan lo perdí de vista.

La profesora entró y se presento. Su nombre es Helen Marshall.

─Hoy hablaremos un poco de la historia de América.

Vaya, que buen tema eligió.

─Como ya muchos sabemos... La Prehistoria de América, es el periodo del tiempo que comprende el poblamiento del continente hasta la formación de las grandes civilizaciones americanas. Se trata de un tiempo de sumo interés e investigación dado que el continente americano fue la única porción de tierra en el planeta que tuvo un desarrollo humano aislado hasta su encuentro directo con las culturas de Europa, África y el resto del mundo.

Durante todo el discurso -no muy interesante- que dio la profesora, me había aburrido, los otros alumnos de la clase, conversaban con la voz un poco elevada. Hasta pude escuchar algunas charlas, una chica le contaba que ya estaba lista para que su novio la invitara a ir con ella al baile. Otros, decían que con quién irían y que por qué ella, o aquella.

Los profesora empezó a escribir en el pizarrón los títulos principales del tema que estaba hablando.

Más y más murmullos se escuchaba por todo el curso y la profesora se enojó bastante que el libro que llevaba en la mano, para sacar información mientras hablaba, lo golpeó contra su escritorio.

Todos nos quedamos perplejos frente a la reacción que tuvo la profesora.

─¡Basta! Dejen de conversar. Los castigaré a todos, sin excepciones.

Yo quedé con los ojos formados en platos. No conocía esa parte de ella.

─Tendrán que hacer un informe de dos mil palabras.

Dios mío, no estará hablando en serio, ¿cierto?

─Abran sus libros en la página cincuenta y copien todo, también las siguientes dos hojas.

Fantástico, ahora todo el fin de semana tendré que hacer el informe para historia.

Desde mi izquierda veo a Louis que desde su asiento levanta su mano derecha.

─¿Sí, joven Morgan? ─dijo la maestra. Con esto Louis se levanta de su asiento.

─Profesora Marshall, disculpe ─su voz fue amigable en todo momento.

─¿Algo sucede? ─inquirió la profesora.

¿Es en serio? ¿Planea que ya no sean dos mil, sino tres mil palabras?

─No, me preguntaba si podemos hacer grupos de a dos personas para hacer el informe.

La profesora se acerca a Louis y veo que él se tensa.

─Puede ser, pero como la clase ya acabará ustedes mismos harán sus grupos.

Dicho esto la profesora se vuelve a su asiento y Louis sigue parado. Me mira y sonríe.