Mini-Maratón 1 - ¿?
La semana concluyó de una manera sorprendentemente rápida. El fin de semana empezaría y agradecía que de algún modo, los días hayan pasado volando, literal.
Esta semana lució pesada, cargada y muy lenta. Definitivamente lenta. Los días se hacían largos y cuando recordaba, me encontraba con la mañana siguiente, otra vez.
A pesar de estar en mi última clase del día, aún así no dejaba de pensar en por qué simplemente no puede seguir mi vida siendo como lo es... normal. Mi cabeza está que explota por los manojos de nervios. No sé porqué estoy así, no sé por qué he actuado de manera extraña en toda esta semana, y no sé por qué acepté la invitación de Louis en ir a su casa.
Soy consciente de que mi comportamiento, en lo que va de la semana, no ha sido el mejor.
Louis, como el buen chico que es, llamó a uno de mis padres para pedirle permiso y así poder salir conmigo esta tarde, claro, contando con el hecho de que no dijo ni a dónde íbamos, ni cuándo llegaría a casa. Por supuesto, la ingeniosa idea de Louis era pasar la tarde en su casa, específicamente en su habitación. Él no lo había dicho, pero no era tan difícil suponerlo y sumándose la promesa que me había hecho.
Sinceramente, no quería hacer nada este fin de semana. Pero como nunca pasa lo que uno quiere que pase... tengo que salir. No es algo tan importante, bueno, desde mi perspectiva, ya que para Isabelle; es el más grande acontecimiento en su familia. En fin, este sábado se celebraba el cumpleaños de su madre. En la que estoy cordialmente invitada, mi familia lo está. Y puede que sea esa la razón por la que no quiero ir.
Miremos el lado bueno, Louis también asistirá.
No es como si no quisiera estar con él. Pero nuestra relación ha entrado en esa etapa en la que sólo son besos de saludos, miradas y despedidas. Así lo fue esta semana.
"Arreglaremos nuestra situación", así había dicho Louis esta mañana.
Y aquí me encontraba, dentro de los baños para damas, esperando a que toque la campana. Admito que estoy evitando a Louis, porque lo he hecho en todo este día. Y aún no sé la razón.
No es hasta que pasaron un par de minutos, cuando por fin, la campana sonó y era hora para entrar a la última clase del día. Geografía.
Luego de lavar mis manos, por quinta vez, esperé a que sequen debajo de la máquina que se encuentra empotrado en la pared contraria y luego salir rumbo al aula.
Esperé a que todas las chicas dentro del baño salieran, para así ser la última. Luego de que estuviera vacío el lugar, fui directo a la puerta y salí.
Salí y tropecé con algo, más bien, con alguien. Recibí un golpe por el hombro, pero no fue realmente fuerte, así que no fue nada.
─Lo siento ─digo─, fue mi culpa, no estaba mirando a dónde-
No me interrumpió, ni siquiera dijo nada, pero el chico que tenía en frente mío, tenía cara conocida.
─Disculpa, ¿te conozco de algún lugar? ─pregunté dudosa.
─Si conocer significa vivir al frente de tu casa, y que no puedas reconocerme, estonces, sí ─sonrío─. Nos conocemos, al parecer.
─Claro, eres mi vecino ─asentí con la cabeza─. ¿Tu nombre?
─James.
Rayos, ¿cómo no pude reconocerlo?
─Por supuesto. James ─gesticulé su nombre─. Sabía que eras tú, pero no recordaba tu nombre ─mentí.
─No hay problema, vecina ─sujetó su mochila por el hombro─. Lo siento, pero voy tarde, hablamos luego, ¿de acuerdo?
─Está bien ─le sonreí por última vez, y desapareció por la multitud de estudiantes buscando sus respectivas aulas.
Seguí por mi camino para llegar al aula de Geografía, tomando la ruta más larga para llegar así. ¿Por qué? Porque no tenia ánimos para seguir escribiendo, fingir prestar atención y anotar los apuntes, que por cierto, ni el quince por ciento de la clase lo hace.
Estaba justo por pasar el aula de Literatura cuando escuché una voz llamar mi nombre. Fingí no haber escuchado algo, y seguí con mi camino.
Sin embargo, seguía escuchando mi nombre y ahora mucho más fuerte, más cerca.
─Alexandra, te he estado buscando ─la voz de Louis se hizo presente.
─Lo siento, estaba un poco distraída. ¿Qué decías? ─pregunté.
─No he dicho nada, sólo te estaba buscando ─le hice seña para que siguiera caminando conmigo y así lo hizo─. ¿Dónde has estado en todo el día?
─En la biblioteca ─ fue lo primero que se me vino a la mente, grandioso, estaba mintiendo.
─Bien. Sólo quería hacerte recuerdo que mi carro está en el bloque B del estacionamiento, por si no nos vemos en la salida. Te esperaré allí.
Lo miré por unos segundos, sólo apreciando lo hermoso que se encontraba hoy día, como probablemente, todos los días.
─Está bien ─sonreí. Me acerqué a él y lo atraje hacía mi para poder besarlo─. Te veré allí.
Y lo besé. Lo besé porque necesitaba hacerlo, porque a pesar de que yo misma había puesto una barrera protectora entre los dos, seguía siendo yo misma, la misma persona que se preocupa por su novio, la misma quién puede ser amorosa, apasionada, sentimental, tierna y jodidamente bipolar al mismo tiempo.
─Louis ─llamé su atención─, te quiero.
Eso. Con eso bastó para dejarle saber que las cosas no estaban tan mal como él creía. Y se lo demostraría esta tarde.
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Hey there, ¿cómo han estado?
:)
¡PREGUNTA!:
¿Cuál es el país que siempre has querido conocer? Es decir, tu país favorito, ya sea por cualquier razón del mundo.
El mío es Inglaterra♥ Algún día estaré allí. Como el sueño de toda directioner xd
En fin, nos leeremos pronto, ¡y tengan una linda semana santa!♡♥
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Lo que siento por ti.
RomantizmEmma Johnson, una adolescente con tan sólo dieciséis años, que después de pasar toda una vida trasladándose de ciudad en ciudad, tendrá que soportar otro cambio más en su vida. Aunque para ella, ya se ha hecho un ritual mudarse, ya no quiere seguir...