18. Anécdotas del pasado.

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Al acabar de comer mamá nos habló un momento a Lily y a mí. Ella nos explicó el por qué no se encontraba almorzando con nosotros el papá de Dylan. Nos contó que tuvo un accidente cuando Dylan sólo era un niño con apenas tres años de edad. Sufría de alcoholismo, no llegaba tiempo a la cena, pasaba bastante tiempo en bares, a veces no dormía en su hogar. Hasta que una noche no logró llegar a casa nunca más. Por beber bebidas alcohólicas en manera excesivas y en horas muy pasadas de la media noche no controlo el volante por lo que le costó la vida. Obviamente nadie sabe como sucedió, pero en resumen mamá nos dijo que no incomodaramos con alguna pregunta fuera de lugar acerca del padre de Dylan.

Me imagino a un pobre niño con apenas sólo tres años, un inocente niño. No puedo imaginar como fue o es la vida de Dylan.

Él a vivido casi toda su vida, por así decirlo, sin un padre. Él es hombre. Y sí. Sí ha necesitado mucho los consejos de un padre. Su mamá tuvo que hacer de madre y padre al mismo tiempo.

De la manera en la que lo conocí, nunca jamás me hubiera imaginado que él no tenga el cariño de un padre que todos los hijos debemos tener. Probablemente no recuerde nada de su padre. Pero el solo pensarlo, sí yo hubiera perdido a mí padre a una muy temprana edad, no sería nada igual. Nada.

Ayudé a tía Rose a lavar los platos, estuvimos varios minutos lavando y conversando a la misma vez. Tengo que conocerla, es mí tía. Quiero saber más de ella, admiro mucho su personalidad. Debió sacrificarse mucho para darle una mejor vida.

Ella nos invitó a que volviéramos a su casa para pasar la tarde con Dylan. Tía Rose no volvió a casarse una segunda vez, por lo que es viuda, y sólo tiene un hijo, mí primo. El único que conozco.

Terminamos y nos dirigimos a la sala de estar de su casa.

Tomé asiento al lado de Dylan, y tía Rose a mí costado. Eran los únicos espacios que quedaban.

Esta sería una larga tarde familiar. Y un poco rara. Por un momento recuerdo que Louis también se encuentra aquí, en nuestra pequeña 'reunión familiar'. Y pensar que hace menos de una hora pensaba que él era mí primo.

Tía Rose comenzó la charla.

─¿Recuerdas cuando te dije que eras adoptada? Fue muy gracioso, creías que era cierto. Fuiste corriendo toda llorosa en busca de nuestros padres para contarles lo que te había dicho.─ Ella sonreía al recordar la travesura que había hecho años atrás.

─Sí. ¿Cómo lo olvidaría?─ comenzó a reír a carcajadas.─ Más gracioso fue cuando caiste del árbol que tenemos fuera de nuestra casa.─ A mamá le dio un ataque de risa.

Dylan y yo nos miramos por un momento asimilando todo lo que nos acababan de contar.

─Ni me lo recuerdes, estuve con yeso cuatro meses. Fue la peor etapa en mí vida, prácticamente anduve con muletas todo ese tiempo por mí fractura en el tobillo.

Después de esta conversación entró un silencio rotundo, al parecer tía Rose no quiso quedar atrás y encontró otro tema del cuál hablar.

─Entonces, ¿ustedes se conocen?─ Preguntó señalando su mirada a mí y al chico que tenía al lado, Dylan.

─Oh, como no conocerla. Es la chica más adorable en la escuela. Con decirte que es muy buena amiga con Louis.─ Habló Dylan sonriendo.

─¿Tú también conoces a Emma? ─preguntó tía Rose sorprendida.

Louis asintió desde el lugar en el que tomaba asiento.

─Ella es muy agradable y una excelente persona ─habló con timidez sabiendo que mis dos padres se encontraban en la misma habitación que nosotros.

Lo que siento por ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora