40. Entonces...

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La cena no fue tan mala idea como creí. Pasamos un buen momento y podría decir que fue todo un éxito.

Al principio la cena fue un poco incómoda, pero después de algunas platicas, todo el ambiente a nuestro alrededor era bueno. Mis padres le hacían preguntas simples a Louis, y él respondía de forma respetuosa; el que mis padres le hicieran preguntas a él, me era algo raro y a pesar de que sentía un poco de vergüenza cuando mis padres preguntaran cosas muy personales, a él no le importó en nada, simplemente respondía a todo. No estaba a gusto de que ellos hicieran eso, pero tampoco podía oponerme.

Lily siempre hacía bromas con algunas de las preguntas pero yo ni siquiera me molestaba en decirle que se detenga. Yo, prácticamente, no estaba en la cena.

Por más que en cuerpo y espacio, estaba presente en la cena, mi mente y mis pensamientos estaban en otras cosas.

Como por ejemplo el hecho de que Dave estaba en la ciudad.

Sabía perfectamente que las probabilidades de que nos encontremos por la ciudad eran pocas e inexistentes.

Pero eso no era lo que me tenía mal.

La cuestión era que sería muy embarazoso verlo a la cara después de esa noche.

Yo no había hecho nada malo, pero él no estaba al tanto de qué pasó realmente. Era un tema que había dejado en el pasado en cuanto supe que cambiaría de estado.

Recuerdo bien que a la última fiesta a la que fui en Denver, Dave no dejó de acecharme en toda la noche, puesto a que él creía que estaba enamorado de mí. Ni siquiera sabría qué pasó esa noche, y aun así decía estar atraído por mí. Son esas cosas inexplicables que te suceden en la vida, por más que sean buenas o malas.

Soy consciente de que papá pidió la cuenta y que es sólo cuestión de minutos para abandonar el restaurante.

Cuando volví de la llamada, me dispuse a comer, sólo a eso. Fingí el estar atenta a todo lo que pasaba mediante la noche transcurría pero no era ese el caso. Aparentemente, Louis notó mi cambio de actitud, sin embargo, no me ha cuestionado nada, o al menos no aún.

Mamá le preguntó a Louis qué quiere estudiar una vez que se haya graduado en la escuela y vaya a la Universidad. Su respuesta no era nueva para mí. Ya habíamos hablado sobre ese tema la anterior semana.

Según él, quiere tener, como mínimo, cuatro hijos. No sé por qué sacó el tema aquel día, pero fue gracioso cuando dijo que no era bueno asignando nombres, así que, esa sería mi tarea. Claro, como si nos fueramos a casar y tener los hijos que él desea tener. Es muy apresurado. Sigo cursando el último año de la escuela.

Ahora mismo, todos nos encontramos fuera del restaurante, mis padres y hermana están en el carro, esperándome a que me despida de Louis. Eso es sólo obra de mi queridísima hermana, que con sus encantos, convenció a mis padres en darnos un tiempo a solas.

─Entonces... ─dice, tratando de llamar mi atención.

─Entonces... ─digo, porque realmente en este momento no sé qué decir.

─¿Qué sucedió ésta noche? ─pregunta─. Creí que esta cena era para formalizar nuestra relación.

No paso desapercibida el hecho de que me está hablando en tono suave, pero a la misma vez, en tono serio. Al parecer, sí ha notado mi cambio de actitud.

─Y así es, Louis... es sólo... ─me trabo en mis propias palabras.

¿Cómo le explicas a tu novio que no quieres hablar de un tema en la que no te interesa en lo más mínimo?

Lo que siento por ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora