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hyunjin.

Entramos a la habitación y de inmediato la ira de felix se desbordó golpeando todo lo que podía.

Golpeó una lampara al lado de su cama, aunque agradecí que no se rompiera, también tiró de sus sabanas y estrelló su puño en la pared, para mi fue suficiente verlo así.

- ¡Felix basta!

- ¡Dejame tranquilo!
Odio esta maldita casa...
Odio mi vida..
Odio a mi papá...
¡¡Odio toda esta mierda!!

Lo tomé de sus muñecas poniéndolo frente a mi y deteniendo el ataque de ira.
Lo mire pero sus ojos desenfrenados no me enfocaban.

- ¡Mírame felix!
¡Mírame! ¡Basta!.

Lo sacudí y entonces me miró pero su expresión no había cambiado.

No se porque pero mi pecho dolía, no quería verlo así, sin pensarlo mucho de un tirón lo empuje contra mi.
Su cara en mi pecho,
Una de mis manos en su cabello,
La otra en su espalda,
mientras mi nariz se clavó en su cuero cabelludo.

- cálmate, todo va a estar bien...

De inmediato noté que su lucha se detuvo.

Solo se quedo allí, sin mover un musculo, mientras mis manos acariciaba sus cabellos y subían y bajaban por su espalda.

Sentí los sollozos de mi joven protegido, él lloraba en silencio.
Hipeando sus hombros se estremecían.

- suéltame hyunjin,

Pero no lo hice.
Lo tomé de una mano y lo lleve a su cama, allí nos sentamos mientras con mi mano le limpiaba sus mejillas.

- no vale la pena que te pongas así felix.

Miré sus manos y sus nudillos se habían lastimado por el golpe a la pared.

- Te voy a curar eso.

Mientra le limpiaba las heridas en su mano, podía sentir su mirada atravesando mi ser, era tan intensa que por primera vez me sentí nervioso frente a un chico, pero es que este no era cualquier chico, era el mismo chico que me había hecho sentir bastante extraño el día que pase la noche en su cama.

- Listo.. ya esta.

Me levanté para guardar el botiquín pero su mano me obligó a sentarme de nuevo.

- tu también necesitas curarte esa herida.

Me dijo mientras se acercaba más a mi.

- yo... estoy bien no te preocupes.

Le dije pero el joven ignoró mis palabras, su cercanía me hacia sentir un cosquilleo bastante incomodo pero a la vez bastante interesante.

Tomó el liquido y humedeció el la gasa, pero justo antes de ponerlo en la comisura de mi labio inferior en donde se situaba el golpe, me miró directo a los ojos,
Lo vi...
Acercándose sin perder su mirada sobre la mía, de repente sus ojos se cerraron y sus cálidos labios tocaron el golpe en la comisura de los míos.

Todo mi cuerpo se paralizó pero no lo rechacé.

Se retiró después del suave toque, sus mejillas se habían sonrojado, fijó su mirada en mi herida y la cubrió con el liquido mientras tanto yo trataba de frenar las ganas de sentir sus labios chocarse con los míos completamente y no solo en un pequeño toque.

- listo..

Dijo mientras se levantaba de la cama con la expresión mas tierna de vergüenza que yo había visto.

Si hubiese sido otro hombre, le hubiese acabado la cara a golpes.
Pero no con felix...
Algo que jamás había experimentado con un hombre me pasaba con él.
Me sentía nervioso,
Deseoso, impulsivo, y bastante excitado.

La noche anterior en el hospital, me había quedado mirándole dormir y descifrando todo lo que provocaba su mera presencia.

Llegué a la conclusión de que el chico me estaba empezando a gustar, lo cual me aterró al principio, pues hasta donde yo sabia era muy hetero, pero al meditar sobre el asunto me dí cuenta que ni siquiera extrañaba a mi dulce y amorosa novia, todo lo que quería era proteger al joven, y no de la forma en la que había protegido a mi anterior cliente.

Esta vez mi desenfrenado deseo de protegerlo estaba más allá de eso.

Aunque supiese lo que estaba pasando dentro de mi, no podía demostrarle absolutamente nada a felix, no quería problemas y ese niño era una caja llena de ellos.

- Te defendí, no porque seas importante, solo quiero llevarle la contraria a mi padre.

Me dijo felix.

"Claro y acabas de casi besarme por lo mismo"
Pensé para mi mismo.

- lo sé y gracias.

- No quiero entrenar a otro de ustedes.
Y tu... eres menos molesto que los anteriores.

Me hablaba mirando por su ventana, sus brazos cruzados en su pecho y su figura imponente ante mis ojos.

- Me alegra que no me odies del todo.

Dije con una sonrisa mientras me acercaba a su espalda.

Lo tomé por sus hombros y sentí como tomó aire reteniéndolo.

- será mejor que descanses,
Ha sido un largo día.

Me acerque dejando que mi nariz rozara su cabello, y mi respiración se sintiera en su nuca, el chico se estremeció
E inmediatamente se alejó.

- Voy.. voy a darme una ducha,

Se encerró en su baño, y yo
Sonreí, ese chico me haría pedazos si quisiera, y sabia que eso en mi profesión era algo bastante arriesgado.
Me senté en el sofá del estudio, las ganas de besarlo aun no se iban así que decidí leer algo.
Al salir del baño solo se acostó y se durmió.

Me fije bien que no hubiese nada extraño y al notar que todo estaba bien, volví al sofá del estudio.





💙

¿Que debería hacer?
Cada vez que estamos juntos, la comodidad de tu presencia me trae paz.
Pero la incomodidad de sentirme atraído por ti me hace tener miedo.
No pude frenar mis emociones, toqué tus labios, y no me arrepiento.
Fue tan solo un pequeño toque, pero mi corazón quería saltar de mi pecho,
Mientras me acerqué a tus labios tu me mirabas a los ojos, y no me rechazaste,
Eso me da esperanzas y las ganas de besarte ahora son intolerables.

♡Tu sombra☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora