♡Tu sombra☆

5

Narradora.

Felix se encontraba en su cuarto, custodiado por 3 guardaespaldas desde afuera, los nervios y los malos pensamientos sobre lo que le había ocurrido a hyunjin nunca lo abandonaron, desde que escuchó la voz que decía que habían dos muertos mientras lo conducían a su mansión.

Eran al rededor de las 6 de la mañana, el había llegado a eso de las 11: 45 de la noche anterior, casi 6 horas sin saber de su protector estaban logrando que su ansiedad se pusiera peor.

Su primo jisung no contestaba el celular, pero lo ultimo que escuchó de Chan era que él había llegado sano y salvo a casa.

Cuando le preguntó a chan por hyunjin este solo guardo silencio y dijo que más tarde le daría noticias, desde ese momento no había hablado con nadie más que con él mismo.

Escuchó el toque de su puerta.

- pase...

- joven felix hyunjin esta aquí.

El corazón del pecoso se aceleró, sus manos empezaron a sudar y la molesta ansiedad lo terminó de invadir.

Corrió hacia el exterior de su habitación y miró hacia abajo de las escaleras que conducían al primer piso, en donde Chan y hyunjin hablaban.

Felix se quedo observando a hyunjin...
Sus ojos lentamente se llenaron de lagrimas que inexplicablemente no dejaban de salir.
Su pecho dolía y las enormes ganas de ir corriendo a abrazar a hyunjin para ver que estuviese completamente bien, estaban quitandole la capacidad de razonar.

En ese momento hyunjin elevó su mirada hacia el segundo piso, en donde sus ojos se encontraron con los del pecoso.

Hyunjin le sonrió, pero los ojos empañados de felix le indicaban que no se encontraba bien.

Felix recibió la mirada de su protector y en ese momento la rabia se apoderó de él.

¿porque se preocupaba tanto por ese hombre?

¿que mierdas le estaba pasando cuando él nunca  había actuado así?

¿porque se sentía desesperado?

Felix corrió de nuevo a su habitación, cerrando con seguro su puerta.

Estaba fuera de si, solo porque hyunjin había estado en peligro...

Solo porque un hombre que conoció unos meses atrás se había apartado de su lado y su temor a perderle, le había hecho pensar en todas las formas posibles de escapar en su búsqueda.

Entonces el australiano sonrió cansada e incredulamente.

Se sentó en el piso en frente de su enorme ventanal, con la espalda contra los pies de su cama.

Resopló...
Y se dio por vencido.

Se había enamorado de esa persona.
En unos pocos meses ese hombre había llenado el vacio que felix había intentado llenar en años.

Lo dominaba, aunque felix se hiciese el fuerte.

El desconsuelo se adueño del pecoso quien lloraba entre sus rodillas y su pecho.

- No de nuevo...
No otra vez maldita sea...

Estaría expuesto al dolor y él sabia que eso seria demasiado para su frágil mente.

Se escucharon unos golpes suaves en la puerta,

- ¿Felix?

La voz de hyunjin resonó suavemente por la habitación, pero felix no quería verlo, no quería hablarle, porque estaba tratando de hacer entender a su cabeza que no podía dejarse llevar por ese estúpido sentimiento.

Las llaves en la cerradura sonaron y felix sabia que hyunjin se acercaría y lo vería así.

Escondió su cabeza entre sus rodillas y se determino a no mirar a hyunjin pasara lo que pasara.

- felix... ¿estas bien?

El silencio del pecoso le hacia entender que no hablaría con él.

Hyunjin sentía tanto alivio de verlo, pero sus ansias de abrazarlo eran incontenibles.

Se sentó al lado de felix hombro con hombro, puso su mano sobre el cabello del menor mientras no apartaba sus ojos del escondite en el que felix tenia su rostro.

- lo siento....

Murmuro hyunjin.

El pecoso seguía sin responder.
Entonces hyunjin acercó su rostro al oído descubierto del australiano.

- lo siento lix.

Ese nombre... esa corta forma de decir su nombre hizo que el menor levantara su mirada directo a los ojos de hyunjin quien se encontraba a una cercanía tentadoramente increíble.

Se miraron,
Los labios de hyunjin se acercaron a la frente de su protegido, donde se posaron con un suspiro.

Felix dio un pequeño golpe al pecho de su sombra, reprochandole silenciosamente.

Hyunjin sonrió levemente, tomó la mano que lo golpeó y levantándose impulsó suavemente a su protegido para que se levantara también.

Sin palabras y con lagrimas que aun se deslizaban por las pecas del menor, hyunjin acostó a felix en la cama y lo cubrió.

Rodeo la cama y estando en el lado contrario se acostó al lado de felix.

Los dos de lado mirándose, con una distancia algo cercana, lo suficiente para que hyunjin acariciara el cabello de felix y el pecoso tomara la mano libre del mayor fuertemente como un bebé toma su peluche antes de dormir.

La apretó contra su pecho haciéndole entender a hyunjin que no quería que se separara de él.

El mayor estaba seguro de que no querría dejar solo de nuevo a su protegido, porque en ese momento todo tuvo sentido, sin palabras, hyunjin entendió, que se estaba enamorando del pequeño de rostro angelical, pecas hermosas y voz profunda, que lo había hechizado desde la primera vez.