Incroyable

Capítulo 19

Una pequeña nota antes de iniciar, como el capítulo era muy largo lo dividí en dos partes para que la lectura no les pareciera tediosa o aburrida. Así que el siguiente capítulo sigue siendo el mismo y se queda exactamente donde se quedó aquí. Disfruten, espero y les guste. Besos con baba. ♥️

Becca.

[ 19 ]

Las manos comenzaron a sudarme. Miré a Hamlet quien también me miraba nerviosa. Con la mirada busqué a lo lejos a Tyler y en la otra punta a Jahir revuelto entre la gente. Las luces se apagaron y todo quedó en silencio, entonces, el video comenzó a reproducirse...

Horas antes de la bomba-tragedia.

—¿Y estás seguro que vendrá? —me preguntó Hamlet por quinta vez.

—Que sí —le volví a responder por quinta vez también ya irritado.

Veníamos discutiendo porque según ella, Jahir iba a terminar arrepintiéndose con el plan y nos dejaría plantados. Aunque sabía que él no haría eso, comenzó a entrarme la duda.

—Bueno, pero si ese pendejo no viene juro que lo mato y después te mato a ti —sentenció toda dramaticona.

—¿Y a mí por qué?

—Porque tú fuiste quien lo metió en todo esto para empezar —Hamlet me susurró eso en un tono de exasperación como si no fuera obvio —. Además, porque estás igual de pendejo que él.

—Deja de atacarlo, el pobre se ofreció a ayudarnos.

—¿Pobre? —exclamó—. Él encantado porque lo maten.

—Vendrá, ¿okey? Así que deja de hablar que me irritas —cerré los ojos y me froté las sienes.

—Olvidaba que eras una delicada.

Sin abrir los ojos, le di un zape en la cabeza.

—Auch —se quejó.

—Olvidaba que eras una delicada.

Hamlet murmuró algo que no entendí y yo me reí. Cuando abrí los ojos, vi a Devon caminar hacia nuestra dirección, pero no nos vio; parecía absorta en su propio mundo. Ella se detuvo en uno de los casilleros y comenzó a guardar sus cosas con cierta ira mientras fruncía los labios y hundía el entrecejo.

—¿Por qué no le hablas? —me dijo Hamlet.

—No lo sé —dudé sin dejar de verla —. Creo que está enojada conmigo.

Después de que dejáramos a Jahir en la estación para que se fuera, Ham se quedó un rato en mi casa y ahí le conté todo lo que había pasado en casa de Devon. Cuando le dije que había arruinado nuestro beso, ella se puso a gritar como una loca de la emoción y comenzó a decir cosas como: "¿En serio yo lo arruiné?", "No puedo creerlo" ,"Soy una idiota" ,"Perdón" "Askxlgrsdjckqkasr casi se besan", "Qué emoción." Me hizo ponerme rojo de la vergüenza. Y me dijo que muy probablemente se enojó o más bien decepcionó por la forma tan repentina en la que me fui. Es más, hasta me hizo ponerme en su lugar para ver lo que se sentía si yo hubiera sido a quien le hubieran hecho eso, pero la verdad para mí fue de lo más normal.

Esperaba que su instinto de mujer le fallara, pero cuando investigué cómo se decía buenos días en francés y se lo mandé por mensaje esta mañana y me dejó en visto, confirmé mis sospechas.

—No lo sabrás si no te acercas, anda, ve —Hamlet me animó.

Algo indeciso, comencé a caminar hacia Devon. Cuando llegué a su lado me recargué sobre la hilera de casilleros y le toqué el hombro con mi dedo.