Incroyable

Lo que nunca te dije y nunca te diré

Carta de Devon para Lucas
Lo que nunca te dije y nunca te diré.

06 de julio del 2017.

Realmente no sé como se inicia una carta, esta es la primera que hago una, así que, Mr. Nerd, discúlpeme si no cumplo con sus expectativas, como siempre.

Recuerdo el primer día que entré a literatura y vi que tenía que compartir asiento con el bichito raro (o sea tú). Maldije y quise regresar el tiempo para no haber tenido que llegar tarde. Pero, si hubiera tenido en mis manos ese poder, quizás jamás te hubiera conocido de la forma en la que lo hice. Debo de admitir que eras alguien muy insoportable, demasiado para ser tú, pero qué va, eras el bichito raro, mi bichito raro.

¿Crees que no me daba cuenta que me espiabas mientras leía? Creo que tantas neuronas en funcionamiento te impidieron ver lo más simple.

Admito también que me gustaba que lo hicieras. Sí, me gustaba ser acosada por ti, porque incluso hasta eso se sentía diferente. Imaginaba muchas cosas que solo un nerd como tú dotaría de pensar, cosas como "Oh, ella se ve filosóficamente intelectual bajo esas gafas y puñado de hojas impresas que sostiene entre sus extremidades llamadas manos" Digo, no me mal interpretes, pero tan formal puedes llegar a ser.

Increíblemente no sé cómo pasó, pero mi tiempo contigo se fue alargando y pasar el día a tu lado se fue haciendo una costumbre, ya sabes, cosas sencillas pero que con el tiempo se vuelven lo suficientemente significativas, esas que dotan de sencillez pero carecen de todo menos importancia. Y creo que simplemente pasó, pero ambos éramos muy ilusos para ver lo que teníamos en frente.

Lo demás ya lo sabes, y no pienso recapitular cada acontecimiento porque más que darme pereza, me lastima.

Lucas, me equivoqué, ¿de acuerdo? Sé que lo arruiné todo y que no basta un lo siento para reparar todo el daño que te hice, pero lo siento. No hay palabra que defina bien mi arrepentimiento, pero lo siento. Y me importa una mierda si tú no me perdonas, solo quiero que sepas que me arrepiento y que no habrá día en el que no me pregunte qué hubiera sido de nosotros si yo jamás te hubiera fallado. Probablemente algunos chiquillos nerds o divas darks como yo hubieran sido nuestra descendencia en una casa linda y con muchos perros, porque vaya que tú has sido la única persona con la que me he idealizado así, pero eso es algo que jamás sabré.

Me asusté, dejé que el miedo me acobardara y me paralizara, porque por primera vez en mi vida sentí que podía perder algo real. Por primera vez sentí miedo, que era posible perderlo todo y quedar sin nada, y aunque sabía todo lo que conllevaría después acatar las órdenes de Conall, preferí seguirlas con tal de mantenerte a salvo, aún si me terminabas odiando.

Creo que al final sí soy todo eso que la gente dice, ¿sabes? Una simple cara bonita y nada más. No tengo tantas virtudes como desearía, soy un manojo de inseguridades bajo esta piel y rostro lindo que tanto envidian las chicas. Estoy vacía. Pero créeme que salvo a eso, no tengo nada más. No soy tan virtuosa como tú, y es que solo Dios sabe cuánto admiro tu forma de pensar, Lucas. A veces créeme que quería golpearte y gritarte lo genial que eras, que no eras tan fantasma como pensabas, porque si de algo estoy segura, es que tú me opacabas por mucho, aunque fueras incapaz de verlo.

No trato de alardearte, porque subir tu ego nerd más de lo que ya está es lo último que quiero, pero sí quiero confesarte que conocerte ha sido uno de los mejores placeres de mi vida, de esos que llagan para enseñarte que la vida no es tan mala después de todo.

Nadie nunca había conocido mi verdadero yo, y es porque yo jamás lo permitía, pero contigo fue diferente. Contigo abrí mi corazón, y me sigo preguntando por qué lo hice, pero no me arrepiento, más bien, creo que ha sido una de las mejores cosas que he hecho. Conocerte y dejarme conocer, ha sido el mejor arte que dos primerizos pudieron esculpir.