¡Hey, Bajhor Hunther! ¿Podrías llegar a caer en aquello que te juraste nunca caer? ¿Podrías llegar a sentir atracción por algo que para ti no es atractivo? ¿Llegaras a implorar por un amor que no te mereces?
Frida Kayenston sabe lo que es vivir con...
Canción en multimedia: Trampoline - Zayn feat SHAED.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Las ganas inmensas que tiene Bajhor de estampar su mano contra la pared es tanta que sabe que si lo llega hacer podría lastimarse mucho.
Al volver dentro, fue por sus cosas, Gareth y la mujer de cabello rojizo van detrás de él, su mejor amigo intenta detenerlo incluso la chica que los acompañaba, antes de salir, Gareth logra detenerlo y ambos se ven fijo.
-No me dejo si quiera hablar, increíble –dice en tono enojado Bajhor. –Y de seguro mal interpreto todo con Karina, joder.
-¿Pues qué haces acá? Ve detrás de ella.
-Fui un grosero y la deje ir sin más –Karina se acerca.
-Yo debo ya irme chicos –mira fijamente a Bajhor. –Te informare todo con respecto a lo que me has contado, recuperaremos su casa y también peleare porque su divorcio salga de inmediato y no tengamos inconvenientes con ese monstro de hombre –Bajhor asiente levemente.
-Gracias Karina, estamos hablando –se despiden y la teñida se marcha.
Gareth y Bajhor deciden irse del evento y este decide dejar a su mejor amigo en su departamento y luego él marcharse al suyo.
En el camino el pelinegro le cuenta a su compañero lo que ocurrió, le deja saber cuan molesta estaba Frida por lo del catálogo y como verla con sus ojos empañados le apretujo el corazón. Ella tiene razón en todo lo que dijo, después de lo ocurrido en la fiesta de su abuelo, él sabe muy bien que debía ir al siguiente día con ella y hablarle, pensar en eso que ella le recalco, el que ella tomo su mano y él la soltó sin más le carcome la mente.
Al dejar a Gareth de inmediato se fue a su casa, Bajhor siente el cuerpo pesado debido a la cantidad de alcohol que tomo, quería despejar un poco su mente, mas no contaba con que Frida llegaría a ir, se siente realmente mal por saber que a ella no le gustó la idea de mostrarla al mundo, pero por otro lado, él se siente orgulloso de que esa mujer de anchas caderas sea el tema de fotógrafos y líneas de ropa plus.
En vez de tomar camino a su habitación, ya que es lo que necesita, toma camino a esa habitación que se le volvió favorita desde que pudo tener a su merced a la rubia. Al entrar, todo lo que ha vivido con esa mujer dentro de esas cuatro paredes reviven como un chasquido de dedos, quita su calzado, la corbata y suelta los tres primeros botones de su camisa de vestir, en medio del estrés alborota su cabello y al encaminarse a la cama se deja caer de espaldas en esta.
-¿Qué voy hacer contigo? –susurra a la nada, mira fijo al techo de la cama. – ¿Por qué eres tan terca? Que no ves que lo que quiero es ayudarte –bufa y cierra sus ojos, esos verdes vibrantes se pasean por su mente y esboza una sonrisa. –Ni creas que lo piensas lo vas a lograr, mi tormento.
